viernes. 19.04.2024
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La corrupción en México y los Panamá Papers

“¿Cómo se relaciona la corrupción desde el gobierno con las fundaciones, las empresas y los
fideicomisos off shore..?”

La corrupción en México y los Panamá Papers

A partir de la lectura de mi artículo Vicente Fox y los Panamá Papers, algunos lectores me han hecho preguntas. La más relevante: ¿Cómo se relaciona la corrupción desde el gobierno con las fundaciones, las empresas y los fideicomisos off shore? 

Como las entidades off shore se realizan en secreto, es difícil explicar esta situación. No obstante, por medio de la revisión de los documentos decomisados en el proyecto Panamá Papers, intentaré formar un rompecabezas a partir de la información disponible y argumentar en forma adecuada. 

En este sentido, tratare de calcular el monto en dinero que se obtiene por medio de la corrupción en el más alto nivel del medio doméstico, también tomando en cuenta los ejemplos de los casos contenidos en los Panamá Papers. 

LOS ACTOS DE CORRUPCIÓN DEL PRESIDENTE VENANCIO 

Para empezar, el personaje central de esta trama es el ficticio ex presidente Venancio Vilchis Lazo. 

Para continuar, se define lo que es la corrupción gubernamental, dentro de los siguientes actos. 

Anulación de deuda fiscal a empresas 

Exime a 12,450 empresas del pago de adeudos fiscales por Impuesto Sobre la Renta ISR, Impuesto al Valor Agregado IVA y cuotas del Infonavit, por un total de 28 mil millones de pesos. 

A cambio de estos favores, el ex Preciso recibe una comisión de 5, 800 millones de pesos en efectivo, dinero que una empresa recaudadora deposita en las cuentas de 49 empresas off shore, por medio de un banco localizado en la economía doméstica. 

Cobro del diezmo en las compras de seis ejercicios fiscales 

El presupuesto total de 6 años de ejercicio presupuestal de cada año de gobierno es por 4 billones 500 mil millones de pesos. 

En 6 años de gobierno se ejerce un presupuesto por 29 billones de pesos (millones de millones de pesos). 

Algunos gobiernos cobran el 10% del presupuesto, y destinan ese dinero a gastos alternativos fuera de presupuesto.

El 10% da un total de 2 billones 700 mil millones. 

Una parte de esos recursos se destinan a compra de votos en tiempo de elecciones, y también a repartir parte de ese fondo entre los principales colaboradores. 

Por lo tanto, a este personaje le toca un ingreso neto de 270 mil millones de pesos, correspondientes al 10% del diezmo retirado para obras alternativas. En otras palabras, el 1% del presupuesto. 

Es importante mencionar que el presupuesto de obra pública se encarece durante la realización de cada proyecto, por lo cual el costo estimado en cada edificación original se encarece con el tiempo, lo que se explica por el cobro adicional que hacen los administradores públicos de los proyectos. 

Por ejemplo, el monumento a Las Glorias del Bicentenario tuvo un presupuesto inicial de 230 millones de pesos, y al terminar, la compañía contratada por el gobierno cobró un total de 2,500 millones de pesos.

(cobro) El ex presidente cobró 10% de lo destinado a sueldos de empleados del gobierno federal 

Cada quincena se entregan Cheques de Tesorería de la Federación por un total de 30 mil millones de pesos, pero como los gobernantes consideran que al trabajar en el gobierno federal, cada uno de los burócratas representa al partido Frente Único de Compatriotas (FUC), se les descuenta el 10% de su salario para financiarlo. 

En este sentido, se retiran quincenalmente 3 mil millones de pesos por este concepto. 

Por este cobro, el Mero mero petatero recibe 300 millones de pesos quincenales, en compensación por haber autorizado esta fuente de financiamiento. 

Recibe cada año un total de 7,200 millones de pesos por esta patriótica acción de gobierno. 

Durante su periodo de gobierno (seis años) recibe un total de 43,200 millones de pesos, para compensar el enorme esfuerzo de haber contratado a esta masa de burócratas agradecidos. 

El cálculo de estos ingresos no incluye las actividades que se pueden hacer actividades todavía más ilegales, como una negociación con el crimen organizado, en que se cobra por cada avión que carga productos no legales, o por cada camión que transita por el territorio, o por cada tiendita de la equina que vende porquerías. 

Comisiones por negociaciones con los malandrines 

Tomando en cuenta que el ex Presidente es una persona que se las da de muy decente, ni él ni sus secuaces dicen haber recibido dinero del crimen organizado. 

En este sentido, no recibe dinero ni por un despegue ni por un aterrizaje de aviones llenos de drogas. Tampoco del paso por las carreteras federales de tractocamiones o tráileres llenos de estupefacientes. Y menos por el ingreso de materia prima para elaborar drogas sintéticas. 

Como se puede observar, al no negociar con los malandrines el Preciso bondadoso, dejó de recibir 300 mil dólares por cada despegue, y la misma cantidad por cada aterrizaje. 

Sólo los empleados de las casetas de cobro les cobraron peaje.

Suponiendo que ese presidente dice la verdad, que no recibió lana de los criminales, por ese solo hecho dejó de recibir cada año 4,500 millones de dólares, correspondientes al 10% del monto lavado que, según el cálculo de Latin American Report, se calcula en 45 mil millones de dólares, contantes y sonantes, en 365 días con sus respectivas noches. 

Es por esto que el Presidente Venancio recibió sólo 319 mil millones de pesos, ni un centavo menos, pero a lo mejor, muchos centavos de más. 

¿Cómo poder administrar 319 mil millones de pesos sin ser descubierto? 

En primer lugar, contratar a diversas compañías administradoras de fondos en efectivo, por la sencilla razón de que no va a salir un cheque a nombre del Presidente en funciones, así nomás porque sí. 

Si cada mes recibe 4,500 millones de pesos, este dinero lo cambia a dólares, porque las empresas off shore trabajan a base de divisas internacionales. 

Los 4,500 millones de pesos se convierten en 237 millones de dólares. 

En este sentido, supongamos que depositan los 237 millones de dólares cada mes en 79 empresas, fundaciones o fideicomisos off shore. 

A cada entidad off shore le corresponderían 57 millones de pesos al año, y cada mes recibiría 3 millones de dólares, lo cual diluiría el riesgo de que esta operación fuera detectada. 

Este tipo de operaciones fueron descubiertas en los Panamá Papers cuando el ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelly, canalizaba recursos a través de la empresa off shore denominada High Spirit. 

En este sentido, robaba recursos desde la Presidencia, y con el dinero compró acciones de la empresa minera canadiense llamada Petaquilla Gold, que realizaba operaciones en Panamá. 

El hecho de tener permiso del entonces Presidente para operar en suelo panameño, provocó la subida de las acciones. 

Después se inconformaron las comunidades indígenas, provocando que las acciones se desplomaran. 

Toda esta trama fue orquestada desde el poder. 

La mayor parte del dinero acumulado en las cuentas bancarias de las fundaciones, empresas o fideicomisos off shore, se mantiene intacto durante el periodo de gobierno. 

Sólo cantidades menores se canalizan a inversiones en la economía doméstica, para que los secuaces del gobernante estén tranquilos, y los nervios y exigencias no traicionen el buen funcionamiento del sistema. 

Imaginemos que si sólo una empresa asesora denominada Mossack Fonseca de Panamá, administraba más de 300 mil empresas off shore, eso dará una idea de la cantidad de empresas fantasmas que pueden ser utilizadas por los políticos del rumbo.

Cuando se termina la administración gubernamental, las entidades off shore canalizan recursos a manera de Inversión Extranjera Directa o en Cartera, a nombre de algunos de los personajes beneficiados por el dinero logrado a base del sacrificio… de la raza que paga impuestos. 

El dinero se canaliza por proyecto y se presenta a cuentagotas, por lo cual las cuentas de las entidades off shore siguen siendo enormes. 

Las operaciones de estas empresas ni siquiera son investigadas por la US Securities and Exchange Commision, porque en algunos estados de Estados Unidos también existen paraísos fiscales. 

Para canalizar estos recursos se puede utilizar empresas financieras como sofomes, sofoles, sofipos, uniones de crédito, fideicomisos para ahorro y préstamo, y demás entidades financieras intermediarias. 

Las empresas más socorridas para canalizar este tipo de dinero son las que manejan gran cantidad de efectivo, lo que sirve para ocultar operaciones inexistentes en operaciones reales. 

Dentro de estos rubros, la realización de espectáculos en estadios, conciertos, conferencias, simplemente se infla el nivel de ingresos, se pagan impuestos, y el mundo conoce un evento real que nunca existió pero engrosa las cuentas bancarias. 

Los ejemplos obtenidos en los Panamá Papers más ilustrativos de este tipo de actividad fueron cuando Mossack Fonseca proporcionó mecanismos de intermediación para transportar armas y tecnología, para beneficiar el programa nuclear y de misiles de Irán. 

La corrupción de Obebrecht fue escondida por empresas fantasmas que entregaban dinero como sobornos, escondían dinero del narco mexicano, hacían negocios con el blaqueo de dinero de los colaboradores de Vladimir Putin. 

El dinero en una cuenta off shore no sirve para nada, a no ser que se pueda hacer uso de él. 

Por lo tanto, sale directamente a cuentagotas, a financiar proyectos específicos que hacen que un dinero oculto se transforme en dinero legal. 

Para no dejar rastro en el proceso de canalización de estos dineros, la empresa Mossack Fonseca tramitaba la constitución de empresas off shore en estados de Norteamérica como Wyoming, Nevada, Tennessee, Wisconsin, Delaware, y cuando el dinero era canalizado a las naciones para inversiones reales, las autoridades del país doméstico no podían dudar de que era dinero bueno. 

Es importante mencionar que la firma Mossack Fonseca tenía también oficinas en Panamá, Islas Vírgenes británicas, Islas Vírgenes de Estados Unidos, Islas Caimán, Islas Seychelles, Chipre, Anguila, Suiza, Delaware, Wisconsin, Tennesse, y en general en todos los lugares donde se realizan negocios turbios al amparo de empresas, fideicomisos y fundaciones denominadas off shore. 

Todos estos lugares eran beneficiados por los recursos derivados de comisiones, pero las enormes cantidades de dinero provenientes de la corrupción, del lavado de dinero y de otras fuentes negras, se quedaban en las cuentas bancarias de estas empresas, están localizadas tanto en naciones desarrolladas como en emergentes. 

La mayor parte de los clientes de Mossack Fonseca tenían doble nacionalidad, lo cual facilita este tipo de operaciones sin recurrir a presentar pasaportes falsificados, que pueden provocar el decomiso de los fondos de las entidades fantasmas denominadas off shore.

Como se puede observar, la corrupción, el lavado de dinero proveniente de la venta de drogas, de la venta de armas, de secuestros y demás crímenes, se puede blanquear por medio de empresas off shore. 

Las empresas off shore son usadas para protección de activos, más que para cualquier otra cosa. 

El secreto mejor guardado para las empresas off shore es que no tienen la obligación de presentar el nombre y la información de los verdaderos accionistas.

La empresa off shore tiene un director, que es nombrado por la firma de consultoría o de abogados, y tiene la obligación de representar a los verdaderos accionistas, que actúan tras bambalinas.

Los directores no tienen en la compañía ningún activo qué reclamar, lo que –por supuesto- no es el caso de los accionistas.