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Finalmente, el INEGI dio a conocer un raquítico crecimiento del PIB del 0.1%.

En términos técnicos ese crecimiento no da el perfil de recesión, pero quitando los debates sobre el significado de una palabra, no se trata de buenas noticias.

El Gobierno Federal ya sabía de esta situación, y por esa causa anunció que invertiría más de 450 mil millones de pesos, para incrementar el PIB.

Desafortunadamente esta canalización de Gasto Publico a través de préstamos y otros conceptos, se debió realizar desde enero. Es posible que esta tardanza tenga poco efecto, porque las ventas en periodo escolar de agosto, las de fiestas patrias, el Buen fin, Navidad y Año Nuevo, ya estaban planeadas.

Ya pasaron las ventas de julio, que después de las navideñas, son las que registran mayor volumen de demanda agregada.

Los 450 mil MDP que inyectará el Gobierno Federal no garantizan que el PIB siquiera crezca durante este año a una tasa superior al 0.5%, lo cual es insuficiente para compensar el crecimiento poblacional, que crece a una tasa anual del 1.3%.

Además, otro obstáculo para el crecimiento es la falta de confianza de inversionistas y consumidores en las decisiones de Política Económica del Gobierno Federal.

¿Por qué afecta al bienestar real el nulo crecimiento de la economía?

Según datos preliminares del INEGI, la economía mexicana padece un estancamiento, que se manifiesta en una tasa de crecimiento del PIB anual del cero por ciento, lo que es igual a que la economía mexicana no crece.

Si la economía mexicana registró un PIB en 2018 de 23 billones de pesos (23,000,000,000,000.00 de pesos) y con esa cantidad satisfacía a medias las necesidades de los 130 millones de mexicanos, ahora en 2019 hay 132 millones de mexicanos y se cuenta con 23 billones de nueva cuenta, porque la economía no crece.

En este sentido, si la economía no crece, habrá menos pastel para repartir.

Si el promedio de crecimiento en el sexenio anterior fue del 2.5%, el crecimiento en la economía generaba 575,000 millones de pesos cada año, adicionales a los 23 billones de pesos.

Si esta cantidad se divide entre 130 millones de habitantes, le tocaban 4,423 pesos adicionales a cada mexicano.

Con este ingreso adicional cada mexicano puede comprar 369 kilos de tortillas.

Tomando en cuenta el promedio de crecimiento del PIB proyectado para el 2019 por las calificadoras, la banca comercial, el Banco de México, el crecimiento del PIB para este año —en el mejor de los casos- sería de 0.5%, insuficiente para satisfacer las necesidades de los mexicanos.

Con un crecimiento del PIB del 0.05% y crecimiento poblacional anual del 1.3%, cada mexicano recibiría 871 pesos adicionales, lo cual es insuficiente para satisfacer las necesidades que trae cada mexicano nacido durante este 2019, y no hay mejora para quienes estamos antes en México.

Con el ingreso adicional, cada mexicano puede comprar 72 kilos de tortilla adicionales.

Como se puede observar, el decrecimiento económico tiene consecuencias de una disminución de bienestar, tarde o temprano.