jueves. 25.04.2024
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El desequilibrio urbano y cultural de león

"En los últimos 50 años, León pasó de ser un pueblo bicicletero a una aglomeración anárquica de acciones de urbanización, aglutinando a casi 2 millones de habitantes"

El desequilibrio urbano y cultural de león

En los últimos 50 años, León pasó de ser un pueblo bicicletero a una aglomeración anárquica de acciones de urbanización, aglutinando a casi 2 millones de habitantes.

Durante esta etapa de crecimiento se registraron enormes pérdidas de áreas verdes, de monumentos históricos, quedaron las calles en el abandono y ya no son seguras, y los espacios para peatones y para ciclistas son una broma de mal gusto.

Se multiplicaron las calles que privilegian el uso del automóvil y subieron los precios del transporte público, que por cierto es de muy mala calidad.

León se convirtió en otro paraíso de los automovilistas, donde más del 90% de los coches sólo transportan al conductor y producen contaminantes como si llevaran a 5 pasajeros.

La cauda de contaminación y desperdicio de energía y agua en la fabricación de los coches se volvió enorme: 280 mil litros de agua por coche, además de quema de hidrocarburos y producción de monóxido de carbono.

Antes la ciudad de León era muy diferente.

Por ejemplo en el Paseo de los Héroes, que remata en el Arco de la Calzada, existían al menos 18 estatuas instaladas en tiempos de Porfirio Díaz, al igual que había bancas con azulejos talavera.

Fachadas y casas antiguas del Centro Histórico fueron destruidas y sustituidas por fachadas con arquitectura actual, en una absurda carrera por una modernidad mal entendida, y el INAH no hizo nada.

Con la edificación del Boulevard López Mateos en 1964, se destruyeron las mejores casas de la ciudad y fueron reemplazadas por edificios de diversas categorías urbanas.

Todo ese patrimonio cultural desapareció misteriosamente durante el crecimiento y la metamorfosis urbana.

Por otra parte, las áreas de esparcimiento y equilibrio ecológico no tuvieron mejor suerte.

Si se observa León desde diversos puntos –en la Sierra Norte a la Salida a Vergel de la Sierra, o desde el mirador del Templo de Cerro Gordo-, es notoria una gran mancha urbana y áreas verdes esparcidas por todo ese territorio.

Si comparamos ese paisaje con un mapa oficial de León, aparecen pocas áreas verdes, y una parte de éstas están en terrenos baldíos, y en un futuro se convertirán en construcciones.

¿Por qué se permitió seguir el camino del ecocidio?

  • La corrupción de los presidentes municipales de León acompañó en su voracidad a los especuladores inmobiliarios, y les vendieron las áreas de donación que por ley estaban obligados a dejar para servicios públicos y áreas verdes.
  • Las autoridades urbanas de León no supieron reaccionar a tiempo ante la demanda social de vivienda, y toleraron fraccionamientos irregulares.

Se dejó a León sin la oportunidad de tener las áreas verdes que permitieran un equilibrio ecológico y un espacio para convivir en forma humana.

Ésta es una de las causas por las que existen muchas glorietas que estorban el tráfico, pero como es el único micro pulmón que dejaron los gobernantes, por eso se respetan.

Si se hubiera cumplido la Ley de Fraccionamientos del Estado de Guanajuato, se habría permitido a los leoneses disponer de 3 mil quinientas hectáreas adicionales para edificar parques y áreas verdes.

En la conservación de la arquitectura religiosa tampoco nos fue mejor.

Los retablos barrocos del templo de los Ángeles fueron destruidos y la fachada barroca no concuerda con el decorado que tiene en su interior.

La edificación del templo Expiatorio es una imagen triste de la arquitectura de los godos: Las iglesias góticas originales trataban de recrear la forma en que los escandinavos alcanzaban a llegar a Dios, y la arquitectura gótica era una réplica de los enormes arboles existentes en Escandinavia.

Se conserva en buen estado la Catedral de León, pero enfrente se construyó una plaza que tiene una escultura que puede confundirse con el betún que se le pone a los pasteles de quinceañeras.

En las colonias de la periferia se conserva el conjunto de templos alrededor del de San Francisco en el Coecillo, pero en San Miguel la Parroquia está muy fea; como que no invita a la vida religiosa.

Como recomendación, debería restaurarse los túneles que van del Santuario de Guadalupe a Catedral y a Palacio, que pueden ser una atracción turística similar a los túneles existentes en París, y donde se organizan buenas fiestas y mejores recorridos.