viernes. 19.04.2024
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La superstición de los neoliberales en el libre mercado trae mala suerte

"Los economistas que creen en el laissez faire piensan que el individuo es racional y que los mercados funcionan perfectamente."

La superstición de los neoliberales en el libre mercado trae mala suerte

Los economistas que creen en el laissez faire piensan que el individuo es racional y que los mercados funcionan perfectamente.

En este artículo se mencionan como sinónimos las palabras neoliberal, neoclásico, neo conservador o monetarista.

Como no queremos herir las susceptibilidades de los monaguillos del neoliberalismo, este artículo será presentado en los términos de la disciplina macroeconómica universalmente aceptados.

El objetivo de este artículo es hacer una crítica de cuando una teoría económica simple se convierte en una regla imperativa que está más dentro de las prácticas supersticiosas que de la economía.

En otros artículos presentare las grandes aportaciones de los neo conservadores a la economía, como han sido Lionel Robins, Irwin Fischer, Milton Friedman, Harry Johnson, Kindleberger, Minsky,  Issac Johsua, Fredeerick Von Hayek, Schwartz, Jacob Frenkel, Richard Levich, John Hicks entre otros economistas notables.

Como todo mundo sabe los neoclásicos son los herederos intelectuales de los economistas clásicos, representados por David Ricardo, León Walras y Knut Wicksell.

El mundo de la teoría neoclásica es perfecto, postulan sus economistas que por medio de la manipulación de algunas variables, sobre todo de política monetaria, el sistema económico lograra un equilibrio natural, ocupación plena; en un proceso guiado por una mano invisible, de un individualismo utilitarista y egoísta pero con resultados socialmente benéficos.

Economistas de la talla de Alan Greenspan mencionan esta teoría en el libro The Age of Turbulence: Adventures In A New World, en pleno siglo XXI.

El problema que tienen los neoconservadores, es que analizan el mercado como si fuera de competencia perfecta y con este análisis extienden sus conclusiones a mercados con monopolios, oligopolios o con competencia monopolísticas.

  • Suponen que los consumidores y los productores están perfectamente informados.
  • Que existen muchísimas unidades de producción y que ninguna puede influir en los precios.
  • Que los consumidores son tantos que tampoco pueden influir en los precios.
  • Creen que el consumidor es completamente racional en sus decisiones de mercado.
  • Estos economistas creen que la oferta en los mercados crea su propia demanda.
  • Creen que las decisiones económicas deben dejarse al mecanismo del libre mercado porque una mano invisible les indicara cuáles son sus intereses individuales, que cuando son satisfechos existe armonía social.
  • Creen que la intervención del gobierno debe evitarse en la economía y el Estado debe convertirse en gendarme al servicio de la iniciativa privada.
  • Creen que iniciaron una era en la economía en la cual se podía crecer el PIB con inflación muy baja.

En el plano internacional los supuestos son los siguientes:

  • Existe libre movilidad del capital.
  • Todos los tipos de cambio son flexibles.
  • No existen controles cambiarios, ni institucionales.
  • No existen costos de transacción, o sea el tipo de cambio no tiene un costo, ni hay seguros ni salvaguardas.
  • Como resultado no habrá ni superávit ni déficit en la balanza de pagos.
  • La inflación estará compensada entre los países.
  • Habrá paridad del poder adquisitivo.
  • Los activos ofrecerán los mismos rendimientos tanto extranjeros como domésticos.

Según ellos las crisis son meras desviaciones de la norma o aberraciones temporales.

Se limitan a decir que se comportó mal en lo que serían relaciones normales.

Dicen que la relación crédito moneda distorsiona las relaciones normales entre productividad y ahorro.

Después de estos postulados, no es casual que la mayor parte de las recesiones y depresiones del siglo XX y XXI sean provocadas por este tipo de políticas económicas.

De cumplirse la teoría neo conservadora, no habría empresas multinacionales con alta concentración de capital.

Tampoco habría una desigualdad del ingreso que provoca pobreza y otros males parecidos.

La existencia de monopolios, oligopolios y en general de grandes concentraciones empresariales, sería una ficción más.

El mundo no tendría la competencia desleal donde se practican prácticas desleales.

No habría problemas con el Euro y la zona estaría en pleno auge y con pleno empleo.

Las prácticas desleales del comercio internacional chino, seria u a novela de ciencia ficción.

Por ningún motivo se habrían presentado la gran depresión de los años 30 y la quiebra por causa de los créditos sub prime en Estados Unidos.

En los próximos artículos se presentara la teoría de los grandes economistas neoliberales.

Esto para ver si se nos quita la mala suerte provocada por esta superstición.