miércoles. 24.04.2024
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Pa' que se nos quite [I] (¿A mí me gusta la gasolina?)

"Considero de suma importancia discutir públicamente la realidad detrás de esta crisis y conocer y ampliar nuestros marcos de referencia hacia un análisis de los sistemas energéticos y de consumo a nivel global; organizarnos como sociedad e iniciar procesos de participación política desde el arte, el cómic, el cine, lo social, las universidades. Todo."

Pa' que se nos quite [I] (¿A mí me gusta la gasolina?)

En plena temporada navideña de un año desastroso, con la sociedad entera galopando en su estulta ilusión de prosperidad, la ciudad de León experimenta una crisis energética debida al desabasto de gasolina.

Otras ciudades del país también tuvieron desabasto, pero en León la crisis alcanzó niveles de histeria colectiva y compras de pánico. Había quienes hablaban muy serios que se trataba de señales del Fin de los Tiempos o de plano el Apocalipsis (sic), otros sencillamente se comportaban como los gamberros de Mad-Max. Unos pocos, como Lamberto Popoca, arquitecto y artista leonés, con toda seguridad se carcajeó al observar las largas filas de automovilistas enfurecidos en las gasolineras, pues él desde hace algunos años, modificó su camioneta de trabajo para funcionar con gas, un combustible mucho más limpio, rendidor y económico que la gasolina o el diesel. La escasez del carburante sencillamente no le arruinó la navidad.

Considero de suma importancia discutir públicamente la realidad detrás de esta crisis y conocer y ampliar nuestros marcos de referencia hacia un análisis de los sistemas energéticos y de consumo a nivel global; organizarnos como sociedad e iniciar procesos de participación política desde el arte, el cómic, el cine, lo social, las universidades. Todo.

En primer lugar habría que desenmascarar la crisis y conocer sus causas. La versión oficial del Gobierno de Guanajuato señala como causa de la escasez al robo de combustible a través de tomas clandestinas en los ductos de la refinería de Salamanca. Esta explicación no sólo es totalmente falsa, sino que al ofrecerla como la versión oficial, pretende cancelar toda posibilidad de que la sociedad se organice y participe en el análisis sobre la crisis política y económica del modelo energético vigente, el desarrollo de alternativas energéticas limpias, el neoliberalismo, la contaminación ambiental y otros temas importantes que debieran estar en el centro de la discusión de todos nosotr@s.

¿Qué pasaría si la crisis se debe no al desabasto sino a la especulación de grupos de poder locales que controlan la distribución de gasolina y que ante el aumento del hidrocarburo en 2017, decidieron acapararla para ver multiplicadas sus ganancias de forma demencial? Esto, desde luego, es ilegal y una hijoputez.

¿Y si esta crisis es provocada deliberada y directamente por la paraestatal, para obtener aún más ganancias demenciales antes de “liberalizar” Pemex? Engendrando su propia escasez, difundiendo el pánico, desorientando a la población y sacando raja del asunto. No sería la primera vez. En este punto valdría la pena recordar los grandes escándalos de corrupción en que se ha visto involucrado Pemex con Romero Deschamps a la cabeza.

Es nuestro deber discutir el cómo enfrentar la crisis que viene a partir de abril de 2017, por ejemplo; fecha a partir de la cuál el gobierno federal tiene previsto flexibilizar los precios gradualmente, esto es, aumentar los precios de combustible en todo el país de acuerdo a la zona económica y a su criterio, con el discurso consabido del libre comercio y la competencia, etc, etc. Esto no es ningún secreto: Toda la información y las acciones que emprenderá el gobierno en relación a los hidrocarburos pueden consultarse en la página de AMEGAS A.C., la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros.

Es posible que la ciudad de León funcione como un experimento, para apreciar en la población los efectos psicológicos de la crisis por venir. Lo hicieron hace un par de años en Tijuana bloqueando la señal de televisión analógica, lo hacen en muchas oportunidades como una receta con fines de control social. Son los pasos de la Doctrina del Shock que describe Naomi Klein, funcionando como un termómetro de medición de tendencias, más efectivo que las encuestas de Mitofsky.

Las propuestas de sacar la bici pueden parecer ingenuas, pero son una alternativa viable y sensata en mitad de la crisis.

Apelo a la organización social para generar propuestas de forma creativa y efectivas contra las crisis y el abuso de poder, como la iniciativa “Me suben el Pasaje #posmesalto”.  https://www.facebook.com/events/1641875062780186/.