¿Tenemos mártir de la cultura en León?

¿Tenemos mártir de la cultura en León?

El Forum Cultural Guanajuato ha notificado formalmente la conclusión de su contrato a Alonso Escalante como director del Teatro del Bicentenario, y se ha desatado una ola de reclamaciones –benditas redes sociales, vueltas una gran caja de resonancia para todo lo que cualquiera tenga por decir- por lo que se ve como un injusto despido de alguien a quien se llega a considerar aportante único, fundacional e irrepetible en el arte y la cultura para la ciudad.

Sin dejar de lado la posible tragedia humana-laboral implícita en la liquidación de un funcionario –canibalismos de peores formas son el pan de cada día en dependencias públicas de todo tipo y niveles-, el hecho abre la oportunidad para revisar una mínima fracción del manejo local de los temas del arte y la cultura, tradicionalmente relegados a las secciones de ‘sociales’ en los medios de comunicación, materia de ‘esos loquitos artistas’ desde la óptica de las administraciones públicas, materia de potenciales agencias de empleo para algunos creadores e intérpretes artísticos o, peor cosa, materia de administraciones públicas que condicionan al arte como productor de bienes de consumo turístico, para sólo entonces concederle visibilidad y respaldos gubernamentales.

Pero si de deudas se debe hablar, antes de que el lector cambie de página conviene revisar si de verdad la ciudad tiene una con Alonso Escalante por sus grandes aportes a la gestión artística en el Teatro del Bicentenario, especialmente al lograr que el recinto vaya adquiriendo una tradición de producir espectáculos de ópera, además de programar otros, de sólida calidad, por cierto.

Si de deudas se habla, tal vez convenga mencionar la que el Teatro del Bicentenario –quienes ahí han tomado hasta ahora las decisiones- viene incrementando cada día con los creadores artísticos de León y de Guanajuato, al despreciar sus producciones y sus posibilidades de participar en las del TB, más allá del coro del Teatro (activo en las producciones operísticas) o el festival anual de la danza (que se lleva a cabo ´afuerita´, no en el teatro estudio ni mucho menos en la sala principal), y más allá de la presentación de orquestas infantiles comunitarias, tal vez como resultado de la presión que sus poderosos patronos ejercen sobre los programadores del TB. El lobby del recinto, un extraordinario lobby por sus condiciones espaciales y de luz natural, jamás ha alojado –desmiénteme por favor, lector- una sola actividad, más allá de espacio de circulación entre funciones teatrales y sus intermedios

De alguna parte de la cabeza me llega la cifra de 15 millones de pesos cada año para las óperas del TB, y ni un centavo de ahí va a respaldos para impulsar producciones locales, cuya calidad no es demostrada, pues no se conoce espacio alguno de convocatoria para que presenten propuestas y les sean evaluadas.

Espectáculos nacionales e internacionales vienen y se van (para nuestra fortuna, la Compañía Nacional de Teatro está siendo un cliente frecuente), sin aportar más que su arte a quienes pagan la entrada o asisten a funciones gratis, pero no existe un programa de clases maestras, seminarios o cursos cortos que sus participantes impartieran a artistas locales rigurosamente seleccionados, que de esa forma superarían su formación y, por supuesto, la vertirían en lo local.

Modernidad en el arte y cultura leonesa, más de 40 años os saludan

La gestión moderna del arte y la cultura en León –y no sólo de un recinto productor y/o de espectáculos- viene desde los años 70, en los que el Instituto Nacional de Bellas Artes creó una estrategia de descentralización, respaldando con presentaciones artísticas de gran nivel y con el envío de profesionales a distintas ciudades del país, para la formación de creadores locales. Resultado de eso debió ser el nombramiento de José Manuel Solórzano como director de una descentralizada Casa de Cultura de León, aunque el primer director de ésta fue Eduardo Salceda, personaje extrañamente sustraído de la memoria pública, tanto en este papel como en el posterior de director del Archivo Histórico Municipal.

La creación del Consejo para la Cultura de León, bajo la administración de Carlos Medina Plascencia y seguramente para mejor aprovechar esquemas de corresponsabilidad federación-estados-municipios, propició una ‘ciudadanización’, entonces –y aún- imperfecta de la administración pública en materia de cultura, al sujetarla a un consejo directivo por el que han pasado esencialmente empresarios y representantes de universidades privadas, con algunos creadores y gestores de arte y cultura entre sus filas.

Sin dejar de lado los múltiples cuestionamientos expuestos desde estos espacios (leer para muestra los artículos Realidades y desmentidos en la cultura leonesa y Una FeNaL bajo sospecha, de perfecta vigencia pese a su antigüedad) a la nula capacidad de las administraciones públicas para dar a la gestión cultural –y al Instituto Cultural de León, su dependencia municipal descentralizada para este campo- una incidencia sólida en las políticas culturales del municipio,[1] aquí hay una lista de gestores, productores y/o promotores del arte y la cultura que han incidido con solidez en el municipio, el estado y el país, más allá de ser sólo directores de una sala de teatro.

Adriana Camarena fue directora del FIC en Guanajuato durante más de 20 años, cuando éste llegó a ser el festival de su tipo más importante en Latinoamérica. Directora Ejecutiva de la OSUG durante la época de José Luis Castillo, directora de Desarrollo en las Artes del ICL, colaboradora del Festival del Centro Histórico en la CDMX, y actualmente es Directora Ejecutiva de la Compañía Nacional de Ópera.

Alicia Escobar Latapí ha sido directora del ICL en dos gestiones municipales, operando momentos trascendentes para el organismo, como la transición de Consejo para la Cultura de León a Instituto Cultural de León y la llegada del Festival Internacional Cervantino –que desde entonces ha aportado espectáculos de diversas calidades, supongo que dependiendo del grosor de la chequera del momento- a León en el 2001. Asesoró a la Universidad de La Salle para su plan de desarrollo cultural y fue Directora del FIC en Guanajuato; actualmente depende de ella el área cultural de la ENES-UNAM en León.

Laura Lozano Fuentes fue directora de producción en la entonces Radio Televisión de Guanajuato, directora del FIC Guanajuato bajó la gestión de Ramiro Osorio cuando este festival creó la figura de país y estado invitado. Dirigió el Centro Cultural Guanajuato literalmente desde sus cimientos, antes que éste fuera renombrado Forum Cultural Guanajuato merced a un cambio de administración estatal. En esa gestión colaboró con artistas locales para producir temporadas de teatro en el espacio que ahora es el Museo de Arte e Historia de Guanajuato. También ha sido directora de Radio Universidad de Guanajuato.

Juan Meliá inició su formación como gestor cultural en el Consejo para la Cultura de León. Luego ha sido director de Difusión Cultural de la UG y director del ICL por casi dos periodos. Creador del concepto del Festival Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC), para el que programó artistas de talla internacional como Philip Glass, Diamanda Galás, entre otros.  Como Coordinador Nacional de Teatro participó en el desarrollo de EFI Teatro, fue Presidente de IBERESCENA, incrementó la participación de los estados participantes en el programa Teatro Escolar de Conaculta, además de fortalecer proyectos como la Muestra Nacional de Teatro. Actualmente es Director del FONCA.

Mauricio Vázquez fue director de Cultura del municipio de Guanajuato y de Difusión Cultural de la UG. Actualmente es Secretario Técnico de la Comisión de Cultura del Senado.

Jorge Labarthe fue subsecretario de Cultura en una Secretaría de Educación, Cultura y Recreación del Estado de Guanajuato y luego director fundador del Instituto Cultural del Estado de Guanajuato, desarrollándose bajo su administración la primera Ley de Cultura del Estado. Su experiencia en proyectos de bibliotecas estatales fue fundamental para la gestión de la Biblioteca Central Estatal del Fórum. Gran crítico de la centralización de decisiones del Cervantino en México.

Cristina Vázquez, iniciada su carrera como gestora de fondos en el Instituto Cultural de León, ha pasado por instituciones que incluyen el Forum Cultural y la creación de su empresa de contenidos artísticos, que actualmente opera desde Chicago.

¿Quiere usted aportar a esta lista otros nombres que impliquen talentos, experiencias y visiones no pueblerinas, más allá del de un director de recinto?

 

[1] Mención aparte merece un proyecto de Consejos Culturales Comunitarios, emprendido casi clandestinamente por José Antonio Alvear, desde que en esta administración del Instituto Cultural de León funge como director académico, y que empiezan a dar frutos con proyectos culturales comunitarios desarrollados desde las comunidades mismas y para ellas… por lo pronto.