viernes. 19.04.2024
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El Censo en León

“Se remonta incluso al México prehispánico y se retoma ya en la época virreinal por medio de una serie de cuestionarios llamados Relaciones

El Censo en León


Recuerdo que cuando tenía yo 5 años, en la programación de la televisión y radio se nos recomendaba durante toda la semana no salir de la casa y recibir al encuestador, encargado de levantar la información del Censo Nacional de Población y Vivienda. Era un día entre semana en el que nadie debía salir de sus hogares. Luego entendí que el país se paralizaba, pues ese conteo se efectuaba durante un solo día en todo México, por lo que todas las familias de León y el país esperábamos ese conteo.

La contabilización de personas, bienes y servicios es ancestral. Se remonta incluso al México prehispánico y se retoma ya en la época virreinal por medio de una serie de cuestionarios llamados Relaciones, que podían ser geográficas, topográficas, económicas, incluso poblacionales. Esto se aplicaba de forma continua y eran respondidas por autoridades civiles o eclesiásticas, no como hora, en que lo hace cada individuo.

Antes, como ahora, el objetivo era el mismo: saber el estado que guarda, entonces el reino y ahora el país, su situación socioeconómica, como forma de orientar la toma de decisiones para una mejor organización y control del territorio, por lo que fue y es obligación el entregar información fehaciente, ya que de ésta se pueden desprender decisiones nodales, como la resultante de la relación de 1830, que sirvió para elevar a rango de ciudad a la entonces Villa de León, ya que por la población, giros comerciales y recaudación de impuestos, ya se podía aspirar a tal categoría.

De forma consuetudinaria en México se han efectuado conteos desde 1895, año en que se levanta el primer gran censo nacional y de ahí arranca la historia cuantitativa y socioeconómica de México. Con el inicio del siglo XX los censos serían cada década, excepto en 1921, ya que la inestabilidad política originada por el asesinato del presidente Carranza, provocó que hasta el mandato de Álvaro Obregón fueran retomados. En aquellos años la secretaría encargada de levantar el censo era la de Fomento, y dentro de ésta un departamento de Estadística Nacional, aunque se valían de los estados y ayuntamientos para recopilar información de la ciudadanía. Ya en la posrevolución, 1921 ya hay una Secretaría de Estadística Nacional, encargada de hacer esta labor, y en la actualidad es queda a cargo del Instituto Nacional de Estadística e Informática.

En el caso de León, nos permite tener claro cuáles eran las vocaciones artesano-comercial de la ciudad. Mediante un cuestionario se preguntaba sobre la ocupación laboral, pero también el sexo de quienes trabajaban en cada ocupación. Encontramos que las familias leonesas se dedicaban a atender tinajas de curtiduría, o bien talleres de talabartería, pero también son numerosos los obrajes y telares, mismos que aún se pueden encontrar en el censo de 1895, y su presencia irá decreciendo al avanzar la segunda parte del siglo XX. También hay que destacar la presencia de la mujer en actividades como la talabartería y el calzado, no sólo en la industria textil.

En todos los censos del siglo XX, es de resaltar que la ciudad más poblada del estado siempre es León. En el de 1921 contamos con 53 mil 639 habitantes, con la que en ese censo es llamada una cuantiosa industria en la localidad, siendo las fábricas y el campo la principal fuente de riqueza y ocupación poblacional.

En la información que arroja el censo, se habla de que León exportaba, principalmente sillas de montar, frenos y espuelas, rica y artísticamente cincelados a mano, es decir las industrias talabartera y herrera, pero también hay que destacar los jorongos, tilmas y rebozos, orgullo de esta ciudad del bajío.

También se destaca que esta riqueza industrial y comercial convirtió a León en una ciudad opulenta en lo que llamaron edificios modernos, como la entonces recién concluida y remodelada catedral y otros templos, las numerosas escuelas, como la Modelo, cuyo nombre era Porfirio Díaz para niños, así como las huertas y paseos, como la entonces recién remodelada Calzada de los Héroes de la Independencia, con su arco triunfal que ve a la Calle Real de Guanajuato, o casonas como la de los Madrazo o el Banco de San Luis Potosí en la calle del Correo. Estos atractivos hacían más bella la estancia a los viajeros, que se alojaban principalmente en el Hotel del Portal Delicias, frente al mercado del Parián.

En el censo de aquel 1921 la ciudad de Guanajuato vivía el abandono del cierre de las minas, por lo que su población decreció considerablemente, y toca a León ocupar el sitio de capital económica del estado y del centro del país, pues supo adaptarse a las nuevas circunstancias que vivía el México fruto de la posrevolución.

Vale la pena reflexionar sobre la importancia del levantamiento de esta información del Censo, y también de estar pendiente de los resultados obtenidos que nos permitirá hacer los análisis pertinentes y también ser conscientes de cómo era León hace ya casi un siglo, y hacer el comparativo del León de 1921, de cara al censo de 2020[i].

 

[i] N. de la R. Mientras este artículo transitaba de la edición a la redacción, las autoridades federales de México decretaron suspender el levantamiento del Censo 2020, debido a la contingencia provocada por la pandemia covid-19.