El voto nulo, 1

 "...aquellos votos que, consciente o inconscientemente, son depositados en las urnas sin satisfacer los requisitos exigidos por la ley electoral…”

El voto nulo, 1

El Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG) ha publicado recién un pequeño libro, firmado por el doctor Jesús Aguilar López, investigador de la Universidad de Guanajuato, acompañado por el autor de estas líneas, denominado Los votos nulos hablan, análisis muestral de su comportamiento en las elecciones locales del 7 de junio de 2015 en el estado de Guanajuato. El texto es producto de varios meses de trabajo y debates, que permitieron poner a la consideración de los lectores interesados en la temática político-electoral un ensayo riguroso y analítico, que de seguro se convertirá en una importante aportación al debate nacional sobre el inquietante tema del voto anulado y su significado en las elecciones locales mexicanas.

Los votos nulos son definidos en el Diccionario Electoral del CAPEL como: “aquellos votos que, consciente o inconscientemente, son depositados en las urnas sin satisfacer los requisitos exigidos por la ley electoral…” El artículo 288 de la LGIPE señala que un voto nulo es: “a) Aquél expresado por un elector en una boleta que depositó en la urna, sin haber marcado ningún cuadro que contenga el emblema de un partido político o de una candidatura independiente, y b) Cuando el elector marque dos o más cuadros sin existir coalición entre los partidos cuyos emblemas hayan sido marcados.” Definiciones sencillas para un tema que tiene muchas aristas y expresiones, como lo podrá constatar cualquiera que haya fungido como funcionario de casilla. Un fenómeno que demanda un estudio serio.

El Consejo General del IEEG, en sesión extraordinaria llevada a cabo el día 25 de noviembre de 2015, emitió el acuerdo CGIEEG/239/2015 mediante el cual se ordenó conservar temporalmente una muestra estadística de los votos nulos que se generaron en las elecciones locales —diputados y ayuntamientos— del 7 de junio de ese año.  Esto con la finalidad de que sirviese de insumo para realizar una investigación con carácter científico-académico, mediante la que se infiera la incidencia, caracterización y distribución espacial de los votos nulos en la entidad. Se ordenó conservar únicamente los votos nulos contenidos en los paquetes electorales de 1,274 casillas de la elección de ayuntamientos y 764 de la elección de diputados al congreso local. El tamaño de la muestra de ayuntamientos fue de 10,696 boletas, y de diputados locales de 7,836. La muestra fue representativa no sólo a nivel estatal, sino a nivel municipal y distrital, lo que permitió hacer comparaciones.

En el análisis se encontraron dos categorías básicas: la anulación intencional y la no intencional, o por error. Pero se detectó una tercera categoría, insospechada: los votos válidos, pero que por alguna razón los funcionarios de casilla anularon.

En la elección de los 46 ayuntamientos se encontró que el 55.5% de la muestra de votos nulos corresponde a los anulados con intención. Es una cifra notablemente superior al voto nulo por error, que representó el 36%. El voto válido anulado por funcionarios de casilla representó un 8.5% del total de votos nulos. Diez municipios mostraron un nivel alto de este tipo de anulación consciente: Santiago Maravatío 76.8%, Victoria 74.7%, Xichú 73.4%, Atarjea 73.3%, Tierra Blanca 69.9%, León 69.5%, San Miguel de Allende 67.4%, Silao 66.3%, Tarimoro 66.3% y Santa Catarina 64.8%. Llaman la atención los municipios de la Sierra Gorda.

De manera general, la distribución del voto nulo por error entre los municipios es más homogénea comparada con la dimensión del voto nulo por intención. Un hallazgo es que el territorio estatal está dividido en dos regiones: la primera, del centro hacia el norte, se caracteriza por mostrar menores niveles de voto nulo por error; la segunda, de la zona centro hacia el sur, hay mayor número de municipios con una marcada incidencia de votos nulos por error. Pénjamo mostró el valor más alto con 57.8%. Purísima del Rincón le siguió con 49.6%, Pueblo Nuevo 49.3%, Coroneo 46.3%, Abasolo 45.4%, Uriangato 44.8%, Jaral del Progreso 43.6%, Acámbaro 43.2%, Valle de Santiago 42.5%, San Francisco del Rincón 41.8%, Salvatierra 41.8%, Salamanca 41.8% y Moroleón 41.2%.

En cuanto a los votos válidos anulados erróneamente por funcionarios de casilla, en 19 municipios encontramos valores por encima de la media estatal y oscilaron entre el 8.2% hasta un máximo de 22.4%. Este último porcentaje corresponde al municipio de Tarandacuao, lo que significa que tuvo particularidades en la operación de su elección. Otros municipios con porcentajes altos son Huanímaro 17.1%, Guanajuato 16.5% y Purísima del Rincón 16.2%.

Continuaremos esta apretada síntesis la próxima semana. Si el libro causa interés, puede ser bajado de: ieeg.mx/comite-editorial/