viernes. 19.04.2024
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Medio Ambiente y Salud • De cempasúchil, incendios y visitas • Maricruz Romero Ugalde

“Acá en Tierra Blanca también se encienden varias veladoras…”

Una tumba infantil en Tierra Blanca
Una tumba infantil en Tierra Blanca
Medio Ambiente y Salud • De cempasúchil, incendios y visitas • Maricruz Romero Ugalde

Para Adriana y José Luis, gracias por siempre.


 

 

A partir de esta entrega estaré compartiendo información sobre lo que la Secretaría de Desarrollo Social y Humano del estado de Guanajuato identifica como la Región 1. Noreste,[1] integrada por los municipios Atarjea, Santa Catarina, Xichú, Tierra Blanca, Victoria, Doctor Mora, San José Iturbide y San Luis de la Paz. Los enlisto en orden de menor a mayor, de acuerdo con el número de población, basándome en el INEGI.[2] En estas primeras notas me centraré en el municipio de Tierra Blanca. Cuenta con cuatro cementerios, uno cerrado y tres en servicio. El ubicado en la cabecera municipal se cerró en el siglo XX y es del que hablaremos. Los otros tres, denominados por la gente por su ubicación: Torrecitas, Tepetates y La Estancia, se ubican en las comunidades del mismo nombre, y por razones sanitarias, el 01 y 02 de noviembre permanecieron cerrados.

Las cactáceas gigantes de Tierra Blanca llegan a 300 o 400 años de edad

Las cactáceas gigantes de Tierra Blanca llegan a 300 o 400 años de edad

Los panteones en Tierra Blanca estuvieron abiertos del 19 al 31 de octubre de 2021, de 8 de la mañana a 8 de la noche. En el ubicado en la cabecera municipal una manta a la entrada informaba que estarían cerrados el primero y dos de noviembre, como medida sanitaria. El domingo 31 de octubre afuera había mujeres vendiendo botes de aluminio -de los conocidos como chileros- para usar como floreros, copal, flores y veladoras. Ese día, al medio día se recibía a los “angelitos”. Quizá por ello algunas tumbas ya estaban limpias, regadas y con flores; incluso en una destacaban los juguetes. En tiempos normales, la misa se ofrecía en el panteón a la una el día 2 de noviembre. Ahora, poca gente; sólo llegan, arreglan la tumba de su ser querido y se van. Llama la atención que muchas sólo son pequeños montículos donde una cruz permite identificar quién o quiénes están en el camposanto. Otras, además de la cruz se delimitan con piedras y en algunas se sembró alguna planta para que floree todo el año; algunas son “rocío”, otras malvas. También hay pequeñas lápidas o hasta algunos mausoleos que contrastan con los mezquites o jacarandas al pie de algunas tumbas. El panteón está por la calle Emilio Portes Gil, muy cerca del edificio de la Presidencia Municipal.

Preguntando a la gente, comentan que antes no se ponían altares. Se hacía comida especial para el día dos de noviembre ir al panteón a arreglar (limpiar o deshierbar las tumbas de sus seres queridos) y encender las velas en el altar doméstico que generalmente está en los domicilios.

Esta vez en el tianguis dominical de Tierra Blanca se vendía papel picado. Y había menos gente que en otras ocasiones. El espacio estaba acordonado y en las dos entradas había personal de la presidencia ofreciendo gel antibacterial. 

En el Mercado Municipal ahora se encuentran dos oficinas del ayuntamiento que, como desde la administración de 2013, trabaja en domingo de 9 a 13 horas. Una es la del Instituto Nacional Electoral y otra, la de Desarrollo Social. Se ubican al fondo, una del lado derecho y la otra en el izquierdo. Quizá esto motiva que se vea mayor movimiento en las instalaciones que durante mucho tiempo permanecieron subutilizadas o prácticamente abandonadas. En el patio central destaca un altar dedicado a Jaime Reséndiz Roque, exregidor de la Administración Municipal 2018-2021. En el altar llama la atención, la presencia de un espejo. Indagando, me indican que se pone porque es el “portal” para que lleguen los fieles difuntos. No había visto esto antes en mis recorridos etnográficos por otras zonas del país. Por lo menos en los altares de la Sierra Norte de Puebla, particularmente en Cuaxtla, municipio de Tlaxco, en vez del espejo se coloca el camino de pétalos de cempasúchil para que los parientes lleguen hasta el altar, y en él se prende una veladora por persona recordada. Ahí cada luz es el nombre de un pariente de la genealogía familiar, y primero se enciende la veladora que es para las ánimas solas. Acá en Tierra Blanca también se encienden varias veladoras, pero no una por familiar. Igual son muchas, tantas que le llaman “incendio”. Como se ve la capilla de La Palma, cuando se vela a la “Santa Cruz” un día antes de acompañarla a su recinto en el Pinal del Zamorano. Igual que el altar doméstico arreglado para recibir a los parientes difuntos, la velación de la “Santa Cruz” parece un “incendio”.

La cabecera municipal de Tierra Blanca, llegando por San José Iturbide, parecería lo más lejano. Desde ahí el municipio inicia en la comunidad de El Panalito. Un vado de río anuncia el arribo a esa localidad; después se va subiendo a la montaña y llegas al mirador. El cerro, donde predomina la vegetación de palmas reales, contrasta con los frentes rocosos. La carretera que une a las comunidades parece seguir el cauce de un río, por su serpenteo. Es posible ver al fondo el nombre que anuncia la cabecera municipal, escrito con piedras pintadas de blanco en 1956. En este octubre, la panorámica desde este lugar permitía distinguir pequeños manchones de amarillo y magenta, sembradíos de cempasúchil y “manita de león” que desde el viernes por la tarde se anunciaban en pequeñas cubetas, macetas, mesas o hasta carretillas afuera de las casas o sembradíos para ofrecer las flores de temporada. Así, poco a poco, conforme se acercaba la fecha de celebración de “Todos Santos” y “Día de muertos”, la gente se empezaba a preparar con los insumos para hacer la comida de la época, principalmente tamales o bien lo necesario para instalar el “incendio”, que no altar.

En el Jardín Botánico Cactáceas Gigantes esta vez el altar estaba dedicado a Antonia Félix y un joven. Ella, mujer sabia que heredó a su hijo Toribio Viñez el gusto por preparar medicina con las plantas del lugar, sigue presente en las pomadas, bolsas de hierbas, tinturas, shampoo y cápsulas que Toribio ofrece después de acompañar en los recorridos por los senderos temáticos para visitar las cactáceas gigantes, algunas con aproximadamente metro y medio de altura o dos metros setenta centímetros, que parecen tener entre 300 o 400 años de vida, considerando que cada año podrían crecer hasta un centímetro.

Frente al Jardín Botánico Cactáceas Gigantes está el Centro Turístico de Desarrollo Económico del municipio (CENTUDE),[3] donde los artesanos de la región dejan sus productos a consignación. Las dominantes esta vez la cestería de Las Moras, Cieneguilla y el Guadalupe, principalmente de carrizo. También había un poco en materiales como palma y vara de sauz. Por otro lado destacaban las servilletas deshiladas, los tejidos y diferentes productos utilizando plantas: pomadas y tinturas, además de algunos cuadros de gente de Los Aguacates. El domingo, para incentivar que la gente se detuviera a conocer el Museo de Sitio y la tienda, algunas artesanas ofrecían sus productos en venta directa y cocineras tradicionales ofrecían agua de “guamisha” y gorditas. Comentaba el director del CENTUDE, Raúl Torres, que este tipo de actividades estaba iniciando y se esperaba realizarlas de manera constante para reactivar la economía de la zona. Así que ya lo saben, Junt@s es mejor. Visiten la zona. Hasta la próxima.


 

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Maricruz Romero Ugalde. Etnóloga, Profesora de la Universidad de Guanajuato adscrita al Departamento de Estudios Sociales, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Campus León e integrante del Cuerpo Académico: Agua, Energía y Cambio climático.

 

[1] http://www.inafed.gob.mx/work/enciclopedia/EMM11guanajuato/regionalizacion.html

[2]http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/gto/territorio/div_municipal.aspx?tema=me&e=11

[3] https://www.facebook.com/centude.tierrablanca