Felices los cuatro
“…queda claro que todo este gasto para hacer una fiesta democrática, sólo dejó felices a los cuatro candidatos presidenciales…”
El costo de la democracia no es alto… ¡es altísimo!
De una voz anónima en un café
Ya no habrá más debates presidenciales. Lo que sí, un gasto que cerrará aproximadamente en los 44 millones de pesos en los tres realizados. El segundo fue el de mayor audiencia, con un promedio de 12.6 millones de seguidores, pero por debajo de la lista nominal en México, que ronda los 16.6 millones de ciudadanos.
El Instituto Nacional Electoral ha dado a conocer, hasta este momento, que el primer debate presidencial tuvo un costo de 12.6 millones de pesos. El gasto más alto fue el relativo a los preparativos, logística, atención de asistentes y medios de comunicación: 10 millones 89 mil 350 pesos.
El pago total que se hizo a Azucena Uresti y Sergio Sarmiento por su participación como moderadores fue de 243 mil 346.63 pesos.
En aquél participó Margarita Zavala, y tuvo una audiencia de 11.4 millones de personas, en las distintas plataformas donde fue distribuida la señal medible que salió del Instituto Nacional Electoral.
Hasta este momento el órgano electoral no ha dado a conocer el costo del segundo y tercer debates presidenciales, en los que ya participaron sólo cuatro candidatos. Sí hay cifras aportadas por el Ibope, que revelan cuántas personas los vieron.
En el segundo hubo una audiencia de 12.6 millones de personas pero, en el tercero ésta cayó, al registrarse 10.7 millones de personas en algunas de las plataformas oficiales.
Lo que no se ha difundido es aún cuánto costaron el segundo y tercero. En julio de 2017 se aprobaron 22 millones de pesos, pero la previsión se ajustó de un año a otro, para dar un margen de 44 millones de pesos para logística y nuevas tecnologías.
El 1 de julio próximo tendrán la posibilidad de votar 16.6 millones de mexicanas y mexicanos. La audiencia de los debates no significa que los cuatro aspirantes lograron captar la atención total de determinados millones de observadores pues, lo que Ibope mide es el número de espectadores que mantuvieron por lo menos durante un minuto el televisor encendido en un programa determinado, es decir, el debate presidencial.
Esto significa que 10.7 millones de personas vieron por lo menos un minuto del tercer debate presidencial.
Con toda razón, el parroquiano del céntrico cafecito en León, mientras sorbía un expreso cortado, aclamó que la democracia en este país es carísima.
No sólo eso. Destacados analistas que hablaron en los diversos post debates, consideran que a estas alturas un debate no cambia en nada la intención de voto de la población, lo que daría valor a la reflexión aquella de “entonces para qué los organizan”.
Todavía falta conocer datos finos sobre el costo real de los tres debates, incluyendo lo erogado para las empresas que participaron en la organización y producción, la selección de preguntas a los candidatos y la atención al público asistente al segundo.
Falta ver si en verdad habrá una copiosa participación ciudadana el día de la jornada electoral, como apuntan las encuestas, y ver si a la Presidencia de la República de este país llegará el personaje más preparado o el más popular.
Por lo pronto, queda claro que todo este gasto para hacer una fiesta democrática, sólo dejó felices a los cuatro candidatos presidenciales. Así las cosas.
El autor dirige el portal periodístico Platino News.
Twitter: @martindiegomx
Correo: [email protected]