Algo huele mal y se puso en evidencia. Durante la sesión ordinaria de este jueves celebrada en la Sala de Cabildos de Palacio Municipal, el Ayuntamiento de León aprobó el Código Reglamentario de Desarrollo Urbano para el Municipio de León. Sin embargo el regidor panista José Luis Manrique puso ojo avizor en un tema que podría ser de alto impacto para la población y, de paso, una alerta que debería prender los focos rojos en el gobierno local.

Se trata de los permisos para la venta de gas natural comprimido. La propuesta es que sea el Ayuntamiento quien autorice estos establecimientos, pero resulta que ya se otorgó un permiso de uso de suelo para la operación de una estación de servicio de gas natural para uso vehicular el 03 de mayo de 2017, es decir, el año pasado.

La dirección de Desarrollo Urbano propone igualar la operación de una estación de gas licuado con el mismo impacto que pudiera tener una tenería. El  martes pasado en comisión, el  regidor José Luis Manrique advirtió  que no era lo mismo operar una tenería que una estación de gas licuado, y puso el semáforo en ámbar: una conflagración con la operación de 210 kilogramos de gas licuado podría tener una afectación en un radio de media  hectárea.

Existe el oficio DGDU/PUS/12418/2017, expedido el 3 de mayo de 2017, con la firma de la directora de Desarrollo Urbano, Teresita del Carmen Gallardo Arroyo, que da permiso para el funcionamiento de una estación de servicio en el corazón de la colonia Infonavit San Miguel, frente al Parque del Árbol. Sí, a unos 30 metros de un jardín de niños.

Existe hoy un Código Reglamentario pero, como este acto fue anticipado, resulta que las autorizaciones a estaciones de servicio de gas natural para uso vehicular se reservaron para ser expedidas por la Directora de Desarrollo Urbano. ¿Por qué? ¿Habrá sido porque expidió una ya de manera unipersonal?

Otra pregunta es: ¿Existe un diagnóstico de impacto  social para que opere la estación de servicio en ese lugar?

La memorabilia recuerda: 21 de julio de 2016, dos personas fallecidas y varios heridos por la explosión de un tanque de gas en Chapalita; 4 de julio 2016, muere un anciano y un niño por explosión de tanque de gas en La Selva II; 6 de junio de 2017, cinco personas lesionadas en Lomas de Medina; 21 de diciembre de 2017, un fallecido y dos lesionadas en La Aldea. Hay más datos, y en todos coincide que 45 kilogramos de gas almacenados en un tanque, provocaron dichas tragedias.

El regidor José Luis Manrique advirtió que una estación de gas es un riesgo para la zona. Los vecinos se manifestaron el día de hoy en contra de la instalación de ese establecimiento que, sin embargo, ya se comenzó a construir en la Plaza San Miguel.

Los focos rojos están puestos y la ciudadanía no quiere ese establecimiento como vecino. Puede que exista un comité de riesgo en fugas de gas en el municipio, pero la sola idea de que existirá ese establecimiento, que abastecerá de gas natural de manera directa de la tubería, merece atención.

Si en verdad no se concilió con los vecinos, si en verdad se entregó el permiso de manera unilateral, si en verdad se conservó para autorización de la Dirección de Desarrollo Urbano el uso de suelo para estas estaciones y no otras de alto riesgo, si en verdad no tiene por qué pasar este tipo de establecimientos por un acuerdo de Ayuntamiento donde se vela por los intereses de todas y todos en el municipio, entonces, algo en verdad, huele mal. Así las cosas.