martes. 16.04.2024
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01/03/18

De la inseguridad a la injusticia

“¿No debe existir una política pública que genere condiciones para que no existan esas brechas de desigualdad, que generan que un amplio sector de la sociedad no viva con justicia en Guanajuato?”

De la inseguridad a la injusticia

Durante su sexto informe de actividades, el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez advirtió que “la violencia que hoy sufre gran parte del país no tiene otra solución que la aplicación puntual de la justicia”. Sin duda tiene razón, pero quizá habría de comenzar a definir qué es justicia.

En este gobierno que termina se ha trabajado en uno de los ejes fundamentales, que es el derecho de todos a una vida con justicia social. Y las acciones que se han realizado justamente van en ese sentido. En la justicia social.

Sin duda alguna que no se trata de defender un Estado de excepción o impunidad pero, ¿no debe existir una política pública que genere condiciones para que no existan esas brechas de desigualdad, que generan que un amplio sector de la sociedad no viva con justicia en Guanajuato?

Por la tarde del miércoles, un hombre fue abatido por la acción de un policía al pretender robar una farmacia en las esquinas de los bulevares San Pedro y Crucifixión en esta ciudad, por cierto, epicentro económico del Bajío.

Un hombre que se suma a las estadísticas de homicidio y, sin duda, el policía tuvo que accionar su arma al sentirse agredido. El asaltante corrió varias calles para escapar de los policías y, cuando se vio acorralado, metió su mano a la bolsa del pantalón y disparó al chaleco balístico del uniformado, quien respondió con un certero disparo que lo mató.

Este hombre,  cuentan los vecinos de la colonia San Juan de Abajo, era un padre de familia que vivía, como muchos otros, de la pepena. Recorría por las noches para buscar entre la basura algo que diera sustento a su familia.

No es que este periodista disculpe un ilícito, no. Yo también he sido víctima de los asaltos a mano armada, y sin duda, es un trance que no se desea a nadie. Pero al hombre que murió asaltando una farmacia, ¿quién le hizo justicia? ¿Qué dejó de hacer el Estado para llevarlo hasta el punto de amagar a los empleados de una farmacia -quizá sus vecinos- para asaltar?

Con su rúbrica, el gobernador Miguel Márquez suscribió el proyecto de gobierno 2012-2018 que llamó “El Guanajuato que todos queremos”, y su oferta fue: “Lo que ofrecemos es un gobierno humanista, austero, sencillo, honesto y transparente, pero sobre todo eficaz y que ofrezca resultados, que logre cambiar la vida de las personas, para que todos los guanajuatenses tengamos la posibilidad de desarrollarnos en lo individual y en lo colectivo para construir la felicidad”.

¿Qué falló entonces? ¿Dónde se perdió el cambio? ¿Fue una promesa o sólo un propósito?

La mercadotecnia política, que estará al orden del día, presentará -como ésta- un sinfín de promesas que habríamos de tener en cuenta para darles seguimiento en la medida de los instrumentos de transparencia a nuestro alcance.

El hombre fallecido –por cierto, autor de un delito- no alcanzó esa posibilidad de desarrollo individual ni colectivo, ni mucho menos logró que la construcción de la felicidad lo arropara.

Ni duda cabe que las instituciones deben trabajar en proteger a los ciudadanos para que no sean sujetos de acciones ilícitas, y menos en la impunidad, pero el trabajo debe generarse a través de las instituciones, y de políticas públicas que fomenten y abonen a la construcción de puentes que estrechen las diferencias entre clases sociales.

Hoy vivimos entre la opulencia y la indigencia. Ni duda cabe que esto no se terminará en un sexenio, pues ya lo decía José María Morelos y Pavón en su documento Sentimientos de la Nación: lo que sí se puede es trabajar en ese derrotero que nos permita tener una sociedad más cohesionada, ver primero por los que más necesitan, y luego por el resto.

Este gobierno cerrará con muchos aciertos en materia económica, educativa, de infraestructura, deportiva, legal, pero aún queda una tarea profunda entre la sociedad que, por lo pronto, no tiene una red de protección frente al flagelo de la inseguridad, que no disminuirá, por más policías y balas que se tengan en los cuarteles. Así las cosas. 

El autor es editor de Platino News

Twitter: @martindiegomx

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