En el acomodo del tablero panista la pregunta no es: «¿Y dónde quedará Ricardo Sheffield Padilla?», sino «¿Cuáles fueron las decisiones que logró colocar el candidato del PAN al gobierno estatal Diego Sinhue Rodríguez en el Congreso federal?» La lista recientemente publicada refleja que sólo tres aspirantes a candidatos van con el impulso directo del puntero en la contienda electoral.

Tras los intensos momentos que se vivieron por la postulación del senador Fernando Torres Graciano y Ricardo Villarreal García para competir contra Diego Sinhué, por quien finalmente se decantó la estructura de Miguel Márquez, que establecer negociaciones, acuerdos y alianzas.

La lista que envió la Comisión Permanente revela que los cabezas de los dos movimientos internos del PAN podrían llegar al Congreso federal: el ex alcalde de San Miguel de Allende y el ex dirigente estatal del PAN. Pero no era todo lo comprometido.

Habría que colocar a los liderazgos de cada grupo en las listas, para cerrar los acuerdos y generar el respaldo tácito al ex secretario de Desarrollo Social y Humano en la contienda constitucional.

No, no fue un castigo a Rolando Alcántar el dejar la coordinación de campaña de Diego Sinhué. Fue que el propio candidato requería de reforzar el equipo en el Congreso federal. Requería tener otro comandante en batalla, otro perfil con capacidad de arrojo y defensa “tope donde tope” en la conformación de la Cámara de Diputados.

Por ello convocó casi al cuarto para la hora a Saraí Núñez Cerón, una joven panista con estudios en la escuela de economía en Londres, y a Michelle González, originaria de San Francisco del Rincón y que habría de conformar los perfiles del candidato.

Pero fueron ya al último momento pues, en realidad la pregunta era dónde estaba su representación en el grupo. La conformación era, sí de panistas, pero de distintos grupos. Diego requería una fortaleza en el Congreso federal más allá de la experiencia que le pudieran aportar Pilar Ortega, María de los Ángeles Ayala, Jorge Espadas Galván, Justino Arriaga, Melanie Murillo Chávez, María Eugenia Espinosa Rivas o el joven Sergio Ascencio Barba, novel en la política partidista.

Sí. De pronto la representación del candidato a gobernador estaba al margen. Sí, llamó a Rolando Alcántar para reforzar su equipo. Sí, necesitaba no sólo dos capitanes como Juan Carlos Romero y Éctor Jaime, ambos con una disciplina panista a toda prueba y con una amplísima experiencia académica y legislativa que los hará, sin duda, presidentes de alguna comisión legislativa. Incluso así necesitaba refuerzos.

Pero, en todo esto, ¿dónde quedará Ricardo Sheffield Padilla? No es algo que pareciera en este momento prioritario, pues los bonos del ex alcalde han ido a la baja desde que se filtró su supuesta negociación, primero con Morena y luego con el PVEM, para lograr acomodo político en caso de que se complicaran sus escenarios.

A esto se suma otra situación. ¿Qué pasó con Luis Alberto Villarreal, que fue propuesta única para ser designado candidato por el Distrito 2? Hasta ahora, se sabe que su nombre ni siquiera se subió a la mesa de discusión y se habría declarado desierta esa propuesta. En los corrillos se difundió la versión que el candidato Ricardo Anaya veía negativos en su designación, por lo que no estaba de acuerdo en ella.

A Sheffield Padilla pareciera que se le acabaron los amigos; a Villarreal García, los bonos. Así las cosas.

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El autor es editor de Platino News

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