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28/02/18

Preguntas para las campañas

“Sí, los tres que aspiraban y que fueron electos para ser designados como lo que hay para competir, dejan claro todos los días que tienen una nueva bolsa de lodo para aventar…”

Preguntas para las campañas

Si estuviéramos en otro país ya se habrían anulado las primarias –precampañas-, no sólo por la falta de contenido, sino porque los competidores se han encargado en remachar a la audiencia que los tres son incapaces de sucumbir a las tentaciones de la corrupción, malos manejos, autoritarismo, totalitarismo y, sobre todo, a la ambición de poder.

Sí, los tres que aspiraban y que fueron electos para ser designados como lo que hay para competir, dejan claro todos los días que tienen una nueva bolsa de lodo para aventar. Una historia cual si fuera culebrón escrito por la pluma melosa de un escribano experto en tragicomedias mexicanas.

Lo peor: tienen prohibido dar propuestas al electorado, pero no usar cualquier medio de comunicación para el envío de propaganda de por qué todos los demás son corruptos.

Así el país. Todos los días nos recuerdan las millonadas que se roban desde el poder. Todos los días se exhiben como la clase privilegiada que gasta a manos llenas sin detenerse ante el mínimo pudor pues lo que paga sus comilones es el impuesto de campesinos, madres solteras, estudiantes de media jornada, viudas y jubilados.

En precampañas fueron 1 millón de pesos al día lo asignado a precandidatos para gastar durante 96 días en darse a conocer entre sus militantes. Lo hicieron tan bien que finalmente votaron por ellos, aunque no hubo otra opción.

¿Quién comenzará a limpiar al país después del 2 de Julio? ¿Los partidos políticos se darán cuenta de que deben contribuir a la formación de una cultura cívica y democrática para elegir de manera responsable a los tomadores de decisión en México? ¿Seguirán formando clientes y no ciudadanos?

Todos los partidos políticos tienen la obligación de ser esos formadores de la cultura democrática. Se supone que esa debe ser su retribución al país, a cambio de tener financiamiento público. ¿De qué serviría comprar un juguete para que lo disfrute alguien más, y luego lo regrese descompuesto o inservible?

No se debe mandar al diablo a las instituciones. Al contrario, se deben fortalecerlas con el espíritu crítico de una ciudadanía cada vez más informada. Por cierto, crítica viene del vocablo griego que significa cernir o separar. Eso debe ser la verdadera crítica: separar, cernir, quedarse con lo que es útil, y desechar lo que no sirve.

La guerra intestina en los partidos políticos demuestra que el botín es amplio. No es el servicio; son las prerrogativas lo que seduce.

No llegarán con usted para preguntarle qué desea en su colonia, su distrito o su país, para cambiarlo. Llegarán con usted para entregarle un utilitario, un monedero, una gorra, una torta o un refresco, para usarlo como un número más que abonará a las prerrogativas, no a un proyecto.

Si fuera el caso, ¿cuándo ha recibido un folleto sobre los principios de todos los partidos políticos para que elija al que a usted le convence? ¿Sabe qué principios rigen cada partido político? ¿Sabe cuántos partidos políticos hay en el país?

Éstas son preguntas que deben tener respuesta de manera cotidiana y, quizá, en un dejo de vergüenza los partidos políticos se animen a hacer ciudadanía democrática. De todos modos, sus salarios ya están pagados con cargo a… los contribuyentes. Así las cosas.

El  autor es editor de Platino News
Twitter: @martindiegomx
Correo: [email protected]