El lunes pasado publicamos el dictamen de la Comisión de Prerrogativas y Fortalecimiento de Partidos Políticos del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG), relativo a los topes de campaña. En total y para este proceso electoral, los nueve partidos políticos tienen una bolsa para gastar en campañas, de 67 millones 504 mil 548 pesos con 23 centavos.

Pero no es para escandalizarse, todavía. En total cada partido o coalición podrá gastar en promover a su candidato a gobernador, 22 candidatos a diputado local y 46 planillas para ayuntamientos un gran total de 169 millones 966 mil 316 pesos con 39 centavos.

El desglose es que cada candidato a gobernador podrá ejercer hasta 58.7 millones de pesos, cada partido o coalición podrá gasta hasta 52.4 millones de pesos en sus 22 candidatos a diputados locales, y hasta 58.7 millones de pesos en promover a sus 46 candidatos para alcaldes.

Este miércoles el Consejo General del IEEG aprobó ese dictamen y confirma que este proceso electoral será 60 por ciento más caro que el del 2012. Eso sí, los integrantes de la Comisión de Prerrogativas fueron muy cuidadosos en hacer los cálculos respecto a la inflación con el golpe “real” de la canasta básica, para evitar que los partidos políticos fueran damnificados por la carestía, ¡ni que fueran como cualquiera de nosotros!

En Guanajuato podrán votar 4 millones 382 mil 15 mujeres y hombres. Cada voto tendrá un costo total de 15 pesos con 40 centavos (la elección pasada para diputado local y ayuntamientos el voto unitario fue de 4 pesos con 12 centavos). Un alto costo que tiene la democracia en el estado. Pero, ¿acaso lograrán convencer al electorado que acuda el primer domingo de julio a emitir su voto? ¿Qué han hecho los partidos políticos para fortalecer la democracia en el estado y contribuir a un voto razonado?

En este texto no pretendo hacer un reproche sobre lo que podrían costar las campañas en Guanajuato que, si vemos el margen de lo destinado por el financiamiento público y la realidad, en el tope de campaña hay un diferencial de 102 millones 461 mil 768 pesos con 16 centavos que podrán conseguir de cooperaciones, benefactores, o del boteo o la polla popular –si a usted le sobró cambio de las tortillas.

Lo que sí es digno de notar, es que cada voto debería tener implícito una razón de ser. Un propósito. El voto debe ser razonado y no en bola. El voto debería ser un refrendo y debería ser el verdadero poder social para emplear a los futuros servidores públicos y conocer, al menos, lo básico de sus propuestas.

A nivel nacional, durante los 60 días de precampaña se habría gastado hasta 1 millón de pesos al día (el tope de precampañas fue de hasta 67 millones de pesos) para conocer a quien habría de ser el abanderado de tal o cual coalición. José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador fueron candidatos únicos, por lo que la duda fue si ellos deberían o no haber hecho precampaña.

¿Es imposible hacer campañas sin dinero? Un ejemplo lo dio el joven Andrés Treviño quien, con un pedazo de cartón y 4 mil pesos en la cartera, buscó el apoyo para ser candidato a diputado local por el III Distrito, mismo que tiene designado un presupuesto de 2.4 millones de pesos. Así las cosas.