Escenarios • El Teatro María Grever, tablas que guardan la historia leonesa • Paola Arenas

Paola Arenas

El María Grever
El María Grever
Escenarios • El Teatro María Grever, tablas que guardan la historia leonesa • Paola Arenas



 

Para qué recordar aquel sueño de amor
que aunque tan corto fue nos destrozó la vida.
Para qué despertar nuestra pasión dormida
haciéndome sangrar de nuevo la honda herida.
María Grever


 

Desde mis recuerdos el teatro María Grever es un espacio que ha existido siempre. Llevo 18 años dedicándome al quehacer escénico; llegué a León, Guanajuato en 2002, cuando este teatro tenía dos años de inaugurado; me parece increíble que un foro tan reciente tenga tanto prestigio y reconocimiento en el país. Cada que menciono que vengo de León, me dicen: -ahí hay unos técnicos fantásticos, rapidísimos -, y siempre lo acompañan con alguna anécdota de este equipo residente del Instituto Cultural de León.

El teatro tiene una vocación local. Ha presentado durante toda su vida trabajos del gremio leonés musical, dancístico y teatral. Ha sido recinto sede de programas de Teatro Escolar, del Festival Internacional Cervantino, del Festival de Monólogos, del Festival Internacional de Arte Contemporáneo, de la Muestra Nacional de Teatro, y de un sin fin de espectáculos de gran relevancia para nuestra ciudad y para el país. 

La ubicación del teatro es privilegiada, en el primer cuadro de la ciudad, con entrada por la casa de Cultura Diego Rivera, lo cual lo dota de salones de ensayo y una infraestructura un poco más grande. Es un teatro italiano - con un solo frente del escenario - una caja escénica que soporta una mecánica contrapesada y manual, varas que se manipulan desde un puente alto donde se contrapesa, se le da firmes (posiciones de alturas en varas para aparecer o desaparecer escenografía), y desde donde los técnicos corren cada función. 

El María Grever 02
El María Grever

Cuenta con iluminación halógena, PAR, elipsoidales, CYClights, un ciclorama azul cielo, un telón de boca tradicional de terciopelo rojo, doscientas ochenta y ocho butacas divididas entre la luneta y el primer balcón, dos camerinos del lado izquierdo, piano de tres cuartos de cola, un vestíbulo pequeño con taquilla, baños para el público, una cabina a nivel de escenario, una acústica muy buena, y algunas otras amenidades. 

Es un teatro modesto, pero bien equipado, y con una solución a todos los retos que le representa cada montaje. Es mi favorito para experimentar; ahí hemos presentado trabajos en todos los formatos, el italiano con el público en las butacas, arena con el público sobre el escenario —inclusive, hace años hicimos un espectáculo itinerante donde teníamos escenas en el vestíbulo, en el pasillo de servicio, en el balcón y, claro, sobre el escenario. [1]

El María Grever
El María Grever

En el vestíbulo hay una galería que ofrece constantemente exposiciones de los festivales o de la escuela de artes visuales de la ciudad, y una escultura de María Grever realizada por Carlos Terres, de tamaño natural, con un espejo en la mano junto a la pequeña taquilla, aunque fue develada en 2011 en la calle para embellecer la entonces llamada ruta del peatón, y que homenajeaba la canción “Alma Mía” a través de un del espejo, representando que siempre se podrá encontrar ahí el alma de quien se acerque a ella.

Su magia reside en que es un teatro de cámara, íntimo pero con un aforo suficiente para soportar temporadas que puedan ser sostenibles para los locales, como sucedía en las temporadas de “Más Teatro” que evolucionara a “Más Escena”, donde con una coproducción del Instituto Cultural de León, podíamos tener temporadas de doce funciones con una taquilla compartida al 70%-30%, a partir de la que, al menos en nuestro caso, podíamos triplicar el apoyo recibido por el Instituto. Hoy esta convocatoria sigue vigente, pero son funciones esporádicas durante el años y en diferentes espacios. Antes de la pandemia ese teatro fue la casa de un gremio que llenaba buena parte de la programación del recinto, que durante la contingencia mantenía cierta actividad para transmisiones o temporadas virtuales, y que ahora vuelve a la actividad presencial desde el FIAC (Festival de Arte Contemporáneo) del año pasado. 

Es evidente que la pandemia ha afectado a este recinto y tantos más, con proyectos que se quedaron mermados por presupuestos reducidos, por cambios de administración, por esta terrible costumbre de querer edificar desde los cimientos y no desde lo que ya se había construido. 

¿Quién es María Grever?

María Grever es una compositora de fama mundial nacida en León, Guanajuato, el 14 de septiembre de 1885, que muere en Nueva York, convertida en uno de los emblemas artísticos de la ciudad. 

En el imaginario colectivo vive la obra de esta artista, pero lamentablemente el reconocimiento a compositores pasa desapercibido y reconocemos más al interprete, llámese actor, cantante, músico. En un ejercicio muy simple, si pensamos en canciones como “Júrame” o en “Alma mía”, el recuerdo va directo a quien la canta y no en quien la ha escrito, para estos casos esta gran mujer. 

María Joaquina de la Portilla Torres es el nombre de soltera de esta creadora, descubierta desde los 6 años con dotes artísticas al componer un villancico, y quien en 1906 se muda a Xalapa de la mano de su esposo León Augusto Grever, donde tiene tres hijos. La más pequeña muere y este dolor la lleva a componer “Muñequita Linda”, una de sus canciones más icónicas,  escuchada en la voz de Javier Solis, entre otras. Años después, ya en el mundo cinematográfico en Nueva York, compone música para películas y ahí conoce a José Mojica, quien daría voz a una de las piezas que todo mexicano ha escuchado, y probablemente ha cantado, “Júrame”, que años después retomarían Nelson Ned, Julio Iglesias, Ely Guerra o Luis Miguel, entre otros. 

La carrera de María Grever no se pudo desarrollar en León —en un México postrevolucionario era algo imposible–, por lo que cambia su residencia a Nueva York, para encontrar una oportunidad lejos de este medio machista. Allá trabajó para Paramount y 20th Century Fox, e inclusive compone el musical Viva O´Brien para Broadway. Regresa a México 44 años después, ya con una reconocida trayectoria, siendo ésta la manera en que puede empezar a hacer carrera en este país. 

Sus restos hoy descansan en el panteón francés, en la Ciudad de México desde el 15 de diciembre de 1951, recordándonos que como mujeres podemos tener carreras artísticas, que tenemos talentos que merecen ser escuchados, y que si la migración es necesaria para lograrlo, encontraremos la manera de hacerlo, sin embargo, también estamos las que nos quedamos para intentar abrir este camino que ella empieza y poder rendir homenaje a su figura en su ciudad natal, inclusive, en su propio teatro. 

El María Grever 04
El María Grever

¿A dónde va este recinto?

El teatro Ma. Grever será siempre un referente para los artistas locales, seguramente las primeras tablas de muchos artistas y de muchos que se volvieron público asiduo, porque en este se presentan los trabajos finales de casa de cultura y muchas veces los alumnos que me encuentro en la  Lic. de artes escénicas en la Universidad de León, donde imparto cátedra,  me han relatado su sensación de entrar por primera vez a este teatro a presentarse por primera vez a un público. 

Es de los pocos recintos que aún no incursiona en tecnologías LED, conserva su magia halógena con sus filtros de colores, cosa que será cada día más complicada porque encontrar stock de estas lámparas es un oasis en un desierto. Mas pronto de lo que los románticos de la luz quisiéramos, veremos transformarse este espacio de luz calidad y de dimeos suaves, en un foro que podrá ser un espectáculo de música pop, sin mayor problema, lo cual le dará más posibilidades, facilitará muchas tareas, y nos dejará con la sensación que siempre, tiempos pasados fueron mejores. 

(Las fotos que acompañan este texto son de Paola Arenas)


[1] N.R.D.A., de La Belga Collective, año 2017