jueves. 18.04.2024
El Tiempo

El Evangelio Según • Clase media • Víctor Hugo Pérez Nieto

“…el tipo de aspiracionismo clasemediero que veo con malos ojos y al que debió referirse el Presidente…”

El Evangelio Según • Clase media • Víctor Hugo Pérez Nieto

Las críticas hacia el aspiracionismo de la clase media que hizo el Presidente fueron correctas, pero mal encaminadas y no menos desafortunadas.

No es adecuado criticar el estudio, ni en México ni en el extranjero, porque la aspiración al conocimiento formó a hombres como Platón, Immanuel Kant, Baruch Spinoza y muchos filósofos en los que se asientan las bases del conocimiento moderno. Bach, Mozart, Beethoven y Chopin también fueron clasemedieros que estuvieron bajo el cobijo de algún noble para poder crear obras inmortales.

Si estudiar para salir de la pobreza es malo, ¿para qué seguir construyendo universidades? ¿Cuál es el objetivo si en ellas sólo se va a aprender el egoísmo? Fue un gran error despreciar el conocimiento, las lecturas de periódicos no oficialistas, las licenciaturas, las maestrías y los doctorados, en un gobierno que ha improvisado y colocado en puestos clave a personajes poco capaces, con 90% de honestidad (¿será?) y 10% de experiencia.

En lo que coincido —y considero que el presidente debió haberse referido a ello en vez de arremeter contra el conocimiento del que carecen muchos en su círculo cercano– es en criticar los gastos superfluos, innecesarios e inútiles que tendemos a realizar los clasemedieros comunes y corrientes, como teléfonos celulares al precio de la quincena entera de un profesionista. Me parece escandaloso el precio de un iPhone 12 pro Max, que ronda los 30 mil pesos y que, y aunque en mi caso podría comprarlo, hay otros gastos de mayor necesidad que un celular a ese precio sólo para llenar un hueco emocional. O el clásico compadre que renta vivienda de interés social pero se pasea en un deportivo del año, o la que se endeuda con las tarjetas de crédito para salir de vacaciones y colgar sus fotos en Facebook donde toda la clase media es guapa, rica, amada y exitosa (nunca he entendido la necesidad de ventilar nuestras carencias afectivas).

Cierto es que cada uno gasta su plata en lo que prefiere, pero hay necesidades más apremiantes para la clase media, entre ellas, no tocar el umbral de la pobreza por querer aparentar lo que no se es ni se tiene, sobre todo en un país en el que vamos desapareciendo.

Ese es el tipo de aspiracionismo clasemediero que veo con malos ojos y al que debió referirse el Presidente ya que, al atacar al conocimiento, las ciencias o las artes, da a entender que necesita corderos para pastorear, sin la forja educativa que hace al ser humano cuestionarse su lugar en la sociedad, en la vida y en la historia que tiene entre sus manos para moldearla y cambiarla a su libre albedrío.