martes. 23.04.2024
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El Evangelio según • Las ingles del oso • Víctor Hugo Pérez Nieto

“La guerra no es solamente el fracaso de la diplomacia y la política, sino el fracaso de toda la humanidad…”

El Evangelio según • Las ingles del oso • Víctor Hugo Pérez Nieto

La guerra entre Rusia y Ucrania tiene muchos matices y no se trata solamente de una invasión a un país soberano violando todos los tratados internacionales.

El análisis es muy extenso y para comprenderlo hay que remontarse a la historia desde siglos atrás, en los tiempos de Pedro El Grande, cuando unificó lo que actualmente es Rusia e incluía Ucrania, así como pueblos tártaros, cosacos, eslavos y túrquicos. Luego habrá que haber leído las obras de León Tolstoi, principalmente “Guerra y Paz”, que trataba de las guerras napoleonicas y “La toma de Sebastopol”, donde relata mejor que un corresponsal de guerra moderno otra guerra franco-rusa del siglo XIX. Es por eso que los rusos siempre han considerado a Ucrania como parte de su territorio y a su separación como un error histórico. No están de acuerdo de su escisión, como España no lo estaría de la separación de Cataluña, Estados Unidos de la separación de Texas, o México de la separación de Yucatán (que ya se dio en una ocasión). Ese error histórico ha ocasionado una larga guerra civil en Ucrania entre rusoparlantes y europeístas, donde los prorrusos se han llevado la peor parte, siendo víctimas de múltiples abusos (no me constan los genocidios que apunta Putin, pero si actos injustificados desde Kiev).

Durante la Guerra Fría se formaron dos bloques armados en Europa: la OTAN y el Pacto de Varsovia, el cual se desintegró una vez concluida la Guerra Fría, no así la OTAN, que continuó expandiéndose e incluyendo países vecinos a la actual Federación Rusa y que anteriormente formaron parte del Pacto de Varsovia, e instalando misiles a pocos kilómetros de las principales ciudades rusas. El punto de inflexión se dio al querer adherirse Ucrania a la OTAN.

La guerra no es sólo el fracaso de la diplomacia y la política, sino el de toda la humanidad, y siempre hay dos versiones y dos bandos: el de los buenos y el de los malos, una manera muy simplista de análisis que tienden a formular los medios occidentales de comunicación. Ojalá que pronto la cordura extienda su imperio, y con ella la paz. El oso ruso y el tigre asiático son muy poderosos como para que la OTAN y EU sigan jugando a rascarles las ingles, porque se puede desencadenar un conflicto del que nadie saldría beneficiado.