La caída de Berlín

"El asedio a Berlín por los rusos fue la última gran batalla europea de la Segunda Gran Guerra (todavía faltaba que los estadounidenses vencieran a los japoneses en el Pacífico y los soviéticos tomaran Manchuria a través de la operación "Tormenta de Agosto" en Asia..."

La caída de Berlín

Hace 72 años, un 02 de mayo de 1945, cayó la capital alemana bajo el poder del Ejército Rojo.

La batalla para defender la ciudad se hizo inevitable cuando en la "Operación Bagratión" los rusos diezmaron en 58 días al Grupo de Ejércitos Centro, que con 57 divisiones era la más poderosa defensa alemana. Luego de matar o hacer prisioneros a casi todos sus miembros, llegaron a las puertas de Varsovia para apoderarse de toda la planicie polaca hasta la frontera con Prusia Oriental. Ésta fue la peor derrota de las fuerzas alemanas de tierra durante la Segunda Guerra Mundial y le significó a la Wehrmacht muchos más hombres y material que las batallas de Normandía y Stalingrado juntas, considerando que esta última fue el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial (conflagración que no está de más decir, no se ganó gracias a los estadounidenses, sino al poderío militar ruso, al genio de sus generales y al sufrimiento de su pueblo).

Esta derrota ocasionó que los rumanos y búlgaros abandonaran su alianza con el Tercer Reich, facilitando la penetración de la URSS en los Balcanes para cerrar la pinza sobre Alemania.

Comparada con las cifras de la Operación Bagratión, la invasión de Normandía fue un teatro numéricamente pequeño, donde ambos bandos emplearon mucho menos hombres y recursos que en la primera, la cual ratificó que en el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial los alemanes habían perdido ya ante los soviéticos.

El asedio a Berlín por los rusos fue la última gran batalla europea de la Segunda Gran Guerra (todavía faltaba que los estadounidenses vencieran a los japoneses en el Pacífico y los soviéticos tomaran Manchuria a través de la operación "Tormenta de Agosto" en Asia), e inició luego que las tropas rusas atravesarán el río Oder. El 20 de abril de 1945, el Primer Frente Bielorruso dirigido por el mariscal Georgy Zhukov bombardeó el centro de Berlín, mientras que el Primer Frente Ucraniano dirigido por el mariscal Ivan Konev, empujó hacia el sur los restos del Grupo de Ejércitos Centro. Durante los días que duró el asalto, los rusos avanzaron a través de las calles de Berlín mal defendidas por niños y ancianos, hasta llegar al centro de la ciudad, donde encontraron feroz resistencia y tuvieron que librar combates casa por casa, al igual que lo hicieran en Stalingrado, pero ahora a la ofensiva. El 30 de abril, cuando los soviéticos se encontraban a unas cuadras de su búnker, Adolfo Hitler se suicidó y el 02 de mayo los defensores depusieron las armas ante el Ejército Rojo. Los sobrevivientes alemanes prefirieron marchar hacia el oeste para rendirse frente a los norteamericanos y no ante los rusos quienes tenían muchas cuentas pendientes que ajustar con los nazis, a los que norteamericanos, franceses y el mismo Vaticano ayudaron a escapar.

Hoy en History Chanel se habla del desembarco en Normandía como la debacle de las fuerzas del Eje, pero no fue así. Su ocaso comenzó en Stalingrado, luego los soviéticos demostraron su superioridad estratégica en la Batalla del Kursk, para finalmente asestar el golpe mortal con la "Operación Bagratión", asunto que se les olvida a los historiadores occidentales y a las cadenas televisivas de falsa difusión histórica. Lo que vino luego de la "Operación Bagratión" fue mero trámite, alargado por la enferma mente del Führer, que sólo sirvió de lucimiento a los aliados occidentales. Todo está en los libros, ellos no saben mentir, y sin Rusia el mundo no sería como lo conocemos ahora.

Hoy tenemos un nuevo Hitler, y el Gran Oso Euroasiático sigue siendo la esperanza del mundo.

Como epílogo respecto a la "Tormenta de Agosto" en Manchuria, para quien aún no sepa la razón de las bombas de Hiroshima y Nagasaki y se trague la historia de que se arrojaron para salvar más vidas: se utilizó la energía atómica contra la población civil a pesar que los japoneses ya tenían perdida la guerra, para adelantar cuanto antes su capitulación y evitar que los rusos tomaran toda la península de Corea, quedando detenidos al final de la conflagración en el Paralelo 38, hoy la frontera más volátil del mundo, que divide a Corea del Norte con Corea del Sur, y que probablemente sea el detonante de la 3ª Guerra Mundial.