jueves. 18.04.2024
El Tiempo

La sabia cotorra

El pueblo, igual que con la epidemia de influenza, continúa solo y protegiéndose como Dios y la chamanería le dan a entender…”
La sabia cotorra

Hoy ya tenemos casos confirmados de Coronavirus en México. No me aventuro a dar números porque el subregistro es la regla y no la excepción. Como dije hace tres semanas, más temprano que tarde iba a llegar la pandemia, mucho antes de que el INSABI contara con reglas claras de operación y financiamiento, y justo después de ser desmantelado el Seguro Popular. Lo dije, no para que los conspiracionistas me tacharan como al pastorcillo mentiroso, sino con todo el conocimiento que tengo de los sistemas de salud. Es más, cuento con un sinnúmero de artículos periodísticos escritos hace años, desde la época de la influenza AH1N1, que no se trataban sólo de predicciones y que demuestran la verdad, de que con o sin Seguro Popular, siempre hemos afrontado solos las crisis epidemiológicas.

El problema ha sido siempre el presupuesto. Antes no había porque se lo robaban, y hoy no hay para que no se lo roben. Entonces, ¿quién pagará las brigadas para tender los cercos epidemiológicos y con qué personal, si el INSABI se ha dedicado a recortarlo como fue el caso de los que trabajaban para IMSSS PROSPERA?

Me dio mucha tristeza el meme de la brigada de botargas del Doctor Simi, porque realmente nos retrata en el tema de salud.

Quiero explicar antes que nada, que el coronavirus se conoce desde hace muchas décadas, pero no era un problema de salud pública, pues no contagiaba a humanos con un sistema inmunológico sano ni sin la intervención de un vector. Tampoco es cierto que la vacuna canina contra parvovirus y coronavirus sea efectiva en el humano. Cada especie tiene un distinto sistema inmunológico, y para utilizar un medicamento en el hombre se requieren infinidad de pruebas, iniciando por los alérgenos, para evitar choques anafilácticos y efectos secundarios que puede ocasionar más muertes que la misma enfermedad.

La solución es no entrar en pánico. Al parecer la tasa de mortalidad del coronavirus es mucho menor que de la influenza AH1N1 sin tratamiento específico (sonfake news los videos donde se ve a personas cayendo fulminadas en las calles chinas), y la manera de evitar su propagación es tan simple como el correcto lavado de manos y evitar la exposición en lugares altamente concurridos, lo cual no implica que no vaya a representar un problema de Salud Pública, para el cual dudo que el gobierno esté en condiciones óptimas de enfrentar.

El pueblo, igual que con la epidemia de influenza, continúa solo y protegiéndose como Dios y la chamanería le dan a entender, porque al gobierno no le da para más que para persignarnos y decirnos lo mismo que les contestó a los niños y a las mujeres enfermos de cáncer y otros padecimientos que requieren tercer nivel de atención médica: “ya lo dijo la sabia cotorra, a chingar a su madre y que Dios los socorra”.