Los mayorazgos del IMSS

"...Como decía AMLO, ni “era seguro ni era popular”..."
Los mayorazgos del IMSS

A propósito de la reciente inauguración del INSABI en sustitución del Seguro Popular, que como decía AMLO, ni “era seguro ni era popular”, urge también un cambio de rostro en el Seguro Social, sobre todo, la renovación de los directivos que se han vuelto intocables y déspotas, acostumbrados a morder la mano que les tendió la oportunidad de desempeñarse en el puesto que ocupan, y que pronto olvidaron que no son stewardship ni capataces y se deben a los trabajadores y derechohabientes.

En Guanajuato, afortunadamente hace más de un año, cayó el viejo señor feudal de León, puesto ahí por Enrique Peña Nieto, pero aún sobreviven sus secuelitas, como las de los mayorazgos de Acámbaro y Celaya, dirigidos por mayordomos (para que yo considere a alguien director, más allá de un nombramiento, debe ser un verdadero líder), sobre todo uno que lleva múltiples quejas en la espalda: por parte del personal, de los derechohabientes e incluso de los periodistas (a quienes hace algunos meses mandó desalojar con la fuerza policiaca en un pésimo manejo de una crisis ocasionada por el retraso en la licitación de las hemodiálisis que le costó la vida a por lo menos un par de pacientes renales).

Se debe cuidar mucho el control sobre el personal directivo con el nuevo INSABI, ya que la mayoría de los doctores estamos en contra de los médicos de escritorio que carecen de conocimientos en medicina, pero les sobran ínfulas de señores feudales. De lo contrario, los especialistas, formados en el campo de batalla y los hospitales de sangre, seguirán sin acercarse a pedir trabajo en el INSABI, el IMSS o el ISSSTE.

Bien bajado el balón con el aumento al salario mínimo del 20%, que espero repercuta positivamente en las condiciones económicas de todos los sectores, incluidos el personal médico y paramédico que laboramos de día de noche, en navidades, años nuevos y demás días festivos en los hospitales públicos del país, donde las urgencias no se detienen a pesar de las carencias.

Como siempre, sobra decir que llevo en el corazón a todos mis lectores, así como a mis editores, a quienes les deseo un feliz y próspero 2020.