En el Templo de San Cayetano, en Valenciana, el pasado jueves dio inicio la titánica interpretación del ciclo de “Las 32 sonatas para piano de Beethoven” ejecutadas por el destacado pianista austriaco Rudolf  Buchbinder quien hace un alarde nemotécnico al tocarlas sin recurrir a las partituras.

Distribuidas en siete conciertos, a lo largo de cinco días, las sonatas no se presentarán en orden cronológico ya que el maestro Buchbinder consideró que de esa forma podrían ser un poco aburridas, de modo que eligió su propio orden para hacer los programas más contrastados, presentando  obras tempranas junto con obras de madurez.

Así que en este primer programa se interpretaron las primeras cinco sonatas, la número 1 en Fa menor que está dedicada a su maestro Franz Joseph Haydn, la número 10 en Sol mayor dedicada a la baronesa Josephine von Braun, la número 13 en Mi bemol mayor brindada a Josephine von Liechtenstein y que se caracteriza por unir sus cuatro movimientos. En la segunda parte del concierto interpretó las sonatas número 17 en Re menor “La Tempestad” que según Lázaro Azar, cuando se conoció “…constituyó una cimbreante revelación. Todo en ella era nuevo: la forma, los acentos, el estilo.”, así que cuando le pedían  a Beethoven que la explicara, que les dijera cuál era su sentido, se limitaba a responder “lean La Tempestad de Shakespeare”. Para concluir este primer programa el maestro Buchbinder interpretó la Sonata número 18 en Mi bemol mayor ”La caza”, de una notable fuerza y vitalidad que fue subrayada por la magnífica y poderosa interpretación del gran maestro Rudolf   Buchbinder .