Andamos en Catar • Día diecinueve: diferencias mínimas • Fernando Cuevas
Los otros dos partidos de los cuartos de final resultaron sumamente equilibrados y se definieron en el tiempo reglamentario por un gol de diferencia, si bien en ambos parecía que el empate sería lo que mejor reflejaría el desempeño a lo largo de los noventa minutos. El campeón y la gran sorpresa avanzan, mientras que los creadores del juego y otra selección europea con aspiraciones, se quedaron en el camino.
DE LOS BALCANES A LA AMAZONIA
Walid Regragui, técnico de la selección de Marruecos, ha sabido transmitir un estilo de juego a sus talentosos jugadores para que a pesar de verse en desventaja en el papel, salgan a complicarle la vida a cualquiera. Así salieron ahora frente a Portugal, que venía de golear y mostraba una evolución en su juego, tal como lo quiso imponer en el inicio del partido, teniendo la pelota y tratando de saltar líneas para generar peligro en combinación con la pelota parada: sucedió pronto con un primer aviso que resolvió el sonriente Bono mandando la pelota a tiro de esquina. Pero la media marroquí se ajustaba y empezaba a cortar probables circuitos, no obstante que a la media hora un balón desviado salió apenas por arriba. Y hacia el final del primer lapso, una centro al área fue rematado por En-Nesyri, aprovechando una mala salida de Costa para abrir el score y la puerta hacia la historia. Todavía dejaron una pelota en el travesaño los lusitanos, antes de que terminaran los primeros cuarenta y cinco.
Para el segundo tiempo, una llegada a pelota detenida de los norafricanos, ahora de rojo, que alcanzó a contener con ciertos problemas el arquero y tras la entrada de Cristiano, que no modificó el desarrollo del partido más allá de tener una llegadaen tiempo límite, Fernandes tuvo el gol desde la media luna pero echó el esférico por arriba: se le negaba el tanto a uno de los estelares ibéricos y sus gritos de frustración representaban a los de toda su nación. A diez del final, gran desviada de Bono para salvaguardar la ventaja ante disparo de primera intención de Félix y ya en los minutos añadidos, los marroquíes dejaron ir el segundo en un mano a mano con el arquero y Pepe cabeceó en el área rival pero la pelota salió desviada, en el último suspiro de él y su compañero Ronaldo en los Mundiales y de los portugueses en el presente. En tanto, sigue la revuelta marroquí sorprendiendo menos a propios y más a extraños, convirtiéndose en el primer país africano en llegar a la instancia de semifinal.
LA GUERRA DE LOS 100 MINUTOS
En el duelo más esperado quizá del certamen, dadas las circunstancias, Francia se enfrentó a Inglaterra, ambos con todos sus hombres listos para la batalla, más allá de las ausencias anunciadas desde antes del inicio del Mundial. Los primeros quince minutos fueron de calculadora lucha de sombra más allá de una aproximación por equipo, como para verificar ciertas estrategias plausibles para empezar a instrumentarse en función del rival. Y cuando el equipo de la Rosa empezaba a inclinar un poco la cancha, un bombazo de fuera del área teledirigido por Tchouaméni para evitar el lance del portero y sacudir la red británica al 17’. Reaccionó bien el equipo de blanco y siguió en lo suyo, tomando las decisiones básicas para el desarrollo del partido y establecieron quince minutos de intensa presión, comandados por Kane, en los que tuvieron cuatro llegadas de peligro pero la defensa francesa resistió e incluso volvió a ver el horizonte del área de enfrente.
La segunda mitad vio cómo los ingleses otra vez empezaban con todo el ímpetu, exigiendo a Lloris en disparo desde fuera del área y al 54’ Kane se encargó de ejecutar un penal y emparejó los cartones dándole sentido de justicia al despliegue del equipo que comanda Y ahora fueron los franceses quienes respondieron con entereza al gol en contra y lograron emparejar el trámite momentáneamente con todo y disparo y escapada peligrosa, aunque se sentía que el predominio generalizado pertenecía a la fuerza inglesa que otra vez tomaba la manija del devenir, incluyendo remates con pie y cabeza que salvaba el portero francés o salían muy cerca, hasta que volvió a aparecer Giroud, quien ya había anunciado sus intenciones, para rematar un centro de Griezmann y anotar el de la nueva ventaja. Un nuevo penal, ahora fallado por Kane, y un tiro libre en el último instante, enviado cerca del travesaño por Rashford, sentenciaron el que quizá haya sido el mejor partido del certamen, a lo largo de sus 100 minutos. Una pena que se mantenga este extraño impedimento para los ingleses desde hace mucho tiempo, volviendo a quedar muy cerca y ostentando la mejor liga del mundo. Los campeones, por su parte, siguen su lucha en busca de repetir el logro.