Richard Matheson: Es leyenda

El mundo del terror, la fantasía, la ciencia ficción y el misterio está de luto. Uno de sus más grandes escritores falleció el pasado 23 de junio a los 87 años, convirtiéndose en un fantasma, como ésos de los que tanto le gustaba describir.

Su obra ha sido definitiva para influir a cineastas y escritores que hoy en día significan un parteaguas en la cultura pop y el género fantástico. El siempre popular Stephen King mencionó en su ensayo sobre el género de terror, “Danse Macabre” a Matheson como el escritor que influyó en su obra… incluso más que Edgar Allan Poe.

Steven Spielberg, director que definitivamente no necesita presentación, debutó en el mundo del cine adaptando a telefilme un cuento suyo, titulado “Duel”.

Para Ray Bradbury se trató de "uno de los escritores más importantes del siglo XX".

En palabras de José Luis Zárate Herrera, uno de los escritores del género fantástico más representativos en México, “Richard Matheson era un maestro en la sugerencia, lo intuido, lo oculto. Grandes cuentos como 'Lemmings', donde la humanidad se suicida en masa y nadie sabe (ni le importa) el porqué. Sólo una escena –los personajes acercándose al mar-, unos diálogos, y uno entiende la magnitud del fin”.

Seguro que a más de un lector le sonará el título de una de las historias de Matheson convertidas en cortometrajes, episodios de series televisivas o películas: Ecos mortales, Más allá de los sueños, Pesadilla a 20,000 pies, Gigantes de acero, La casa infernal, Pídele al tiempo que vuelva, El increíble hombre menguante y, por supuesto, su obra más famosa: Soy leyenda.

Ecos vitales

Matheson nació en Brooklyn un 20 de febrero de 1926. Fue hijo de inmigrantes noruegos y le tocó hacer su servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial. Al regresar a Estados Unidos, se licenció en periodismo y se mudó a California, donde destacaría como escritor y guionista. Su primer cuento publicado en 1950 fue “Nacido de hombre y mujer”, que se puede 

encontrar en la red con una rápida búsqueda y trata sobre un tema parodiado incansablemente: los padres que tienen encerrado en el sótano a un hijo monstruoso. Varios de sus cuentos, antes de ser recopilados en libro, fueron publicados en Magazine of Fantasy and Science Fiction.

A lo largo de su vida, Matheson tuvo cuatro hijos y escribía con una constancia envidiable. Su hijo Richard Christian siguió los pasos de su padre, publicando novelas y escribiendo guiones.

El pasado domingo 23 de junio todo terminó. En Facebook, su hija Ali Marie Matheson escribió lo que después habría de confirmar la editorial de su progenitor, “TOR/FORGE”: "Mi amado padre falleció ayer en casa, rodeado de personas y cosas que amaba. Era divertido, brillante, cariñoso, generoso, creativo y el padre más maravilloso del mundo. Te echo de menos y te querré siempre. Sé que ahora estás contento y con salud en un lugar maravilloso lleno de amor y alegría"… las descripciones de sus hijos, amigos y personas que lo entrevistaron, hacían referencia a un hombre cándido y agradable, nada que ver con los monstruos sedientos de sangre que eran muchos sus personajes, a quienes sin duda sabía infundir vida y personalidad.

Hasta el momento no se sabe concretamente la causa de su muerte; sólo se ha filtrado a los medios información sobre que llevaba tiempo luchando contra una grave enfermedad.

Los asiduos lectores de Matheson desean que regrese, ya sea como fantasma de Hell house, como vampiro de Soy leyenda o como robot en Acero real. Pero ojalá disfrute de la eternidad como en What dreams may come.

Descansa en paz, Richard. Eres leyenda.

Del papel al celuloide

Además de haber sido un pilar para la narrativa de terror moderna, Matheson se desempeñó como guionista, adaptando clásicos del género y  escribiendo historias originales, entre los que destacaron Drácula, The martian chronicles, Tiburón III, Star Trek: The enemy within, varios textos de Poe como La caída de la casa de Usher y El cuervo; y episodios de Dimensión desconocida y Alfred Hitchcock presenta.

Sin embargo, lo que le brindó fama fueron las adaptaciones cinematográficas de sus obras.

La primera adaptación fue Soy Leyenda. La trama es de sobra conocida: por razones que nunca se explican a detalle, toda la humanidad se ha convertido en vampiros. El último sobreviviente humano es Robert Neville, quien se las ve negras (o rojas) para sobrevivir. A Neville lo han caracterizado en diferentes adaptaciones Vincent Price, Charlton Heston y Will Smith.

De la misma forma que Soy leyenda es un clásico del género de vampiros, La maldición de la casa infernal (Hell House) lo es de las casas embrujadas. La historia de cuatro personas contratadas por un millonario para investigar fenómenos paranormales no deja impune alguna forma de pensar: tan las creencias espiritistas como la objetividad científica son vapuleadas por la presencia que habita en la Casa Belasco.

Sin duda el cuento más famoso de Matheson, infinidad de veces parodiado, imitado, pero jamás igualado, es Pesadilla a 20,000 pies. Trata sobre Bob Wilson, un pobre hombre sumamente nervioso que viaja en avión, le toca la ventanilla del lado del ala y para su desgracia se topa con un monstruo que está despedazando la nave. Como es de esperarse, nadie le cree y todo mundo lo tira de loco.

What dreams may come, estelarizada por Robin Williams, fue otra de las más famosas novelas de Matheson, gracias al despliegue de efectos especiales que en su época (1998) fueron impactantes. El tema central de esta novela adaptada al cine es que el amor trasciende a la muerte: Chris Nielsen muere en un accidente, y ante la depresión, su mujer se suicida. De modo que Chris va al cielo y su esposa al infierno. La única opción del protagonista será rescatarla adentrándose en el reino de las tinieblas.

El increíble hombre menguante, de 1957, cuenta la historia de Robert Scott Carey, quien se va haciendo cada vez más y más pequeño, hasta alcanzar los mundos subatómicos.

El tema del amor incondicional trascendiendo fronteras inquebrantables es retomado por Matheson en Bid Time Return. La adaptación cinematográfica data de 1980 y cuenta con la actuación de Christopher Reeve, sobre una pareja que viaja en el tiempo para encontrarse, sin importar que un siglo de diferencia los separe.

A stir of echoes, (Ecos mortales), estelarizada por Kevin Bacon, basada en la novela del mismo nombre, cuenta lo que le sucede a Tom Wallace, un orgulloso miembro de la clase trabajadora que comienza a obsesionarse con sucesos sobrenaturales en su casa. Como dato curioso, la película se exhibió en 1999, cuando fue la moda de Sexto Sentido. Muchos críticos consideraron A stir of echoes una mala copia de la cinta protagonizada por Bruce Willis, siendo que la novela en la que está basada es de 1958.

Duel, el primer trabajo de Steven Spielberg, es una tensa persecución en la carretera de un camión cisterna a un pobre hombre en coche, aparentemente sin un motivo concreto. Todo un road trip que mantiene al lector, y al espectador, pegado a la silla.

La última adaptación de un cuento de Matheson fue Real Steel, conocida en nuestro idioma como Gigantes de acero, sobre un futuro donde los luchadores han sido suplantados por robots. En el cuento, de unas cuantas páginas, predomina el diálogo, contrariamente a la acción trepidante de la película.