Cualquier muerte en estos días es pólvora debido a las redes sociales. Aunque no fueras muy fan de esa persona, tienes que mandar un tweet sobre el suceso, pero por primera vez siento originalidad en las masas, por la partida de Robin Williams.

Imaginas muchas cosas en la vida. Imaginas que la cantante de soul que se la pasa de fiesta en fiesta y hasta atrás, algún día no amanezca; imaginas que exista la posibilidad de que el padre del grunge, un junkie de muerte, se pueda volar la cabeza en una de ésas.

Pero que el hombre que se fue a la selva y regresó para acabar el juego que había empezado, el que nació con una extraña enfermedad que aunque era un niño parecía un hombre, el que para estar con sus hijos se convirtió en una viejita simpática (y no quiero saber lo que sienten los gringos, ya que los acompañó desde 1978 en Mork and Mindy una serie que se trasmitía en algo llamado TV) … se despida, eso no lo imaginas. Y menos el que siguiera luchando con ese tipo de demonios (él confesó su adicción al alcohol y cocaína en varias ocasiones).

El actor y comediante estadounidense ganador del Oscar, Robin Williams de 63 años, confirman la autoridades, se suicidó por ahorcamiento este lunes, en su casa de California, USA.

En un comunicado, su publicista dijo que “había estado luchando con una depresión severa”, mientras la esposa del actor declaró: “esta mañana he perdido a mi esposo y a mi mejor amigo, mientras el mundo perdió a uno de los más queridos artistas y a un hermoso ser humano. Espero que no se le recuerde por su muerte, sino en los innumerables momentos de alegría que dio a millones de personas."

El actor participó en más de 100 películas y fue nominado al premio Oscar por sus actuaciones en Good Morning Vietnam (1987), Dead Poets Society (1989), The Fisher King (1991) y fue ganador por Good Will Hunting (1997).

Según Movie Data Base hay trabajos en post-producción cómo: Merry Friggin' Christmas una comedia independiente, la tercera entrega de Night at the Museum: Secret of the Tomb, lista para lanzarse en este diciembre, y Absolutely Anything, donde dio voz al personaje Dennis the Dog.

Nos despedimos del comediante gustoso por la improvisación, al que no le temblaba la voz cuando dirigía su stand-up a políticos, estrellas, monarquía, religiosos y hasta a él mismo.

Él hizo el trabajo difícil, ya que hacer reír lo es más que hacer llorar. Creo que las palabras más adecuadas para esta despedida son de Antoine de Saint-Exupéry, y las utilizó su hija Zelda en un tweet: “Cuando por las noches mires al cielo, al pensar que en una de aquellas estrellas estoy yo riendo, será para ti como si todas las estrellas riesen. ¡Tú sólo tendrás estrellas que saben reír!”

Twitter: @_victoriaovando