La llamada Momia más pequeña del mundo, que estuvo de gira por los Estados Unidos junto a otros 35 cuerpos, está de vuelta en Guanajuato. No para descansar en paz, sino para seguir siendo una fuente importante de recursos para la capital del estado, que gana unos 20 millones de pesos anualmente, gracias al famoso Museo de las Momias.

La tenebrosa historia de momias comenzó hace más de 3 años cuando el anterior alcalde capitalino, el panista Eduardo Romero Hicks, pensó que sería buen negocio rentárselas a un empresario vivales, que las expuso en una muestra itinerante por la Unión Americana. Al final, el empresario ni pagó y tardó mucho en devolver los cuerpos. Mediante un pleito legal, el municipio busca rescatar cerca de 20 millones de pesos por concepto de renta de las momias. (Texto: Carlos Martínez Vertti.)