Abuso en grasas y carbohidratos conlleva a la obesidad
León, Gto. Factores de riesgo que pueden agudizar el problema de salud de la grasa en sangre, son: obesidad o sobrepeso, sedentarismo, tabaquismo y diabetes mellitus, dijo el doctor Luis Roberto Ortega Ortega, médico familiar de la Unidad de Medicina Familiar No. 51, del IMSS, en León, Guanajuato.
El abuso en el consumo de grasas, azúcares, carbohidratos, productos enlatados y embutidos, que forman parte de la dieta típica del mexicano, conlleva a la obesidad y el sobrepeso.
La mitad de los mexicanos mayores de 35 años sufren hiperlipidemia o exceso de grasa en sangre, ya sea por niveles elevados de colesterol o de triglicéridos, o de ambos. Esta enfermedad es totalmente prevenible en la mayoría de los casos, ya que el 95 por ciento de los casos se debe a malos hábitos alimenticios y obesidad. El cinco por ciento restante se debe a la herencia.
Aunque la mayor incidencia de hiperlipidemia se registra entre los 40 y 50 años de edad, ya se empieza a detectar en personas de 35. Por ello, es importante modificar la dieta diaria, la cual debe ser equilibrada: abundante en verduras y frutas, restringida en carnes rojas, en productos lácteos y en comida chatarra (frituras, refrescos, pizzas, hamburguesas, entre otros).
Dijo que otra medida de prevención es caminar diario 30 minutos, lo cual ayuda a mantener bajos los niveles de colesterol al favorecer un mejor metabolismo de lípidos y glucosa.
Explicó que no sólo las arterias del corazón y el cerebro son las afectadas por la elevación del colesterol y triglicéridos, también puede dañar a los riñones, el páncreas y el hígado.
En el caso del colesterol, agregó, este se eleva principalmente por el exceso en el consumo de grasas de origen animal, la cual no se metaboliza y se estanca en los vasos sanguíneos. Incluso puede ser tanta la cantidad de grasa que llega a cubrir el hígado, y provocar intenso dolor.
Precisó que en la elevación de los triglicéridos, aunque también intervienen las grasas, la principal fuente es el exceso de carbohidratos que contienen los alimentos azucarados, las harinas (tortilla y pan), e incluso ciertas frutas como son el mango y el mamey.
Indicó que los niveles normales de colesterol no deben rebasar los 200 miligramos por decilitro de sangre, y los triglicéridos deben estar por debajo de 130 miligramos. Si se sobrepasan esos límites, el tratamiento inicial será dieta baja en grasas, carbohidratos y, en algunos casos, medicamentos prescritos por el médico.
Debido a que estas enfermedades son silenciosas, es decir, no causan síntomas, sino hasta que está dañado algún órgano; es importante procurar, a partir de los 35 años, una revisión médica en la que se valoren los niveles de lípidos; pudiera ser antes, si se tienen antecedentes familiares.
Finalizó diciendo que la elevación de colesterol y/o triglicéridos se manifiesta cuando se presenta un infarto al miocardio o al cerebro, hipertensión arterial, diabetes mellitus o pancreatitis, así como dolor intenso en el hígado.