León, Gto. El esófago es un tubo por el que pasa el alimento de la boca al estómago, y se encuentra circundado por venas para condicionar la circulación de la sangre que se oxigena para su correcto funcionamiento, este sistema se encuentra asociado a la circulación del hígado.

“Cuando un paciente tiene problemas de salud con la circulación de sangre en el hígado se da un aumento y se dilatan las venas generando várices esofágicas”, dijo el doctor Manuel López Varela, médico internista de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria No. 55, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en León, Guanajuato.

Indicó que el alcoholismo es la causa principal de daño al hígado, lo que condiciona cirrosis hepática para posteriormente generar várices esofágicas, convirtiéndose en la causa más común, aunque existen otras como la hepatitis crónica, sobre todo las de tipo B y C.

Desafortunadamente las várices esofágicas no provocan síntomas hasta que llegan a reventarse por el aumento de la presión en las mismas e incluso por el paso del alimento al provocar la ruptura; se llegan a generar hemorragias masivas y en ocasiones letales.

Debido a que, como ya se comentó, la principal causa es el alcoholismo, esto condiciona que la edad en la que más se padecen este tipo de várices es de los 30 a los 50 años de edad.

Por lo anteriormente expuesto, el doctor López Varela exhortó a la población a evitar el alcoholismo para no generar este padecimiento y, en caso de presentarse, atenderlo de manera urgente y oportuna para evitar mayores riesgos a la salud y lograr una mejor calidad de vida.