martes. 24.06.2025
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Eurocopa 2024 [XI]: Los octavos de la segunda llave

"Los siguientes partidos de esta fase resultaron en su mayoría parejos, tensos y con menos cuota de espectacularidad de la que se supondría de acuerdo con los planteles de algunos de ellos"

Francia vs. Bélgica
Francia vs. Bélgica
Eurocopa 2024 [XI]: Los octavos de la segunda llave

Los siguientes partidos de esta fase resultaron en su mayoría parejos, tensos y con menos cuota de espectacularidad de la que se supondría de acuerdo con los planteles de algunos de ellos. Uno se fue a la instancia de penales y los demás se definieron en el tiempo regular, en algún caso, ya hacia el final.

HABLANDO EL MISMO IDIOMA

Se esperaba un partido cerrado, de alta tensión, parecido a aquél de la semifinal del Mundial del 2018 en el que Francia derrotó por la mínima a Bélgica. Ahora se volvían a ver las caras en un torneo de primera línea para definir el pase a cuartos. Fueron primero los franceses quienes decidieron manifestar mayor interés por la pelota y la puerta contraria, mientras los belgas organizaban la resistencia ante semejante cantidad de talento, en el entendido que de su lado no se quedaban muy atrás. Fueron 25 minutos de asedio galo pero no con el suficiente peligro como para prender las alarmas, salvo algún cabezazo cercano, y de a poco, los Diablos Rojos empezaron a equilibrar el juego, si bien las llegadas seguían siendo más continuas por parte de los franceses, sin trascender demasiado.

En la segunda parte, las oportunidades empezaron a ser más claras para ambos conjuntos: Tchouaméni, con sus disparos desde fuera del área; Mbappé, merodeando el área; Thuram poniendo la pelota cerca del arco y Griezmann gravitando por todos lados; del lado belga, De Bruyne tuvo la suya en disparo bien desviado por el arquero, al igual que otra intentona de Lukaku y alguna aproximación de Carrasco. El juego entró en esa fase en la que en vista de no haber logrado mucho al frente, se empieza a reforzar la seguridad, hasta que a cinco del final y ya cuando nadie lo esperaba, Kanté sirvió a Muani para que este controlara en el área y sacara un disparo desviado por Vertonghen que se coló a la portería y definió el partido de una forma bastante anticlimática. A Bélgica se le vuelve a escurrir la oportunidad de trascender y Francia avanza sin convencer del todo.

HAY PORTERO O EL HÉROE INESPERADO

La selección de Portugal, una de las candidatas al título, se enfrentó a la de Eslovenia, presentándose como sorpresa en estas instancias. El partido transcurrió en su primer lapso de un solo lado, incluyendo un remate de Dias que pasó cerca pero no mucho más peligro por parte de los lusitanos, que tenían la pelota y dominaban, aunque no conseguían romper el cero y mantener un peligro constante. Muchas faltas e interrupciones mientras el tiempo seguía corriendo, con un Ronaldo disparando de todas partes sin puntería y una aparición eslovena, por fin, hasta el final de la primera parte por conducto de Sesko. Un primer medio que se fue cerrando conforme avanzaban los minutos.

La segunda parte arrancó de manera similar, con alguna aproximación inicial de los eslovenos y el control generalizado de los de la península ibérica, generando arribos a través de Vitinha, Palhinha y el propio Cristiano, comprometido con la causa pero poco certero en el toque final. Los balcánicos mostraron un poco más de ambición en algunos momentos del partido, sin descuidar la retaguardia y el tiempo siguió avanzando entre cambios, juego en el medio campo y resignación por parte de los portugueses de que esto no se resolvería como lo tenían pensado, a pesar de que Ronaldo tuvo una gran oportunidad al final pero Oblak impidió que se definiera el partido dentro de los noventa minutos. 

Ante la igualada, aparecieron los tiempos extra en los que los portugueses llegaban un poco más, ya sin el mismo oxígeno, y en donde cada equipo tuvo una gran oportunidad a través de sus principales referentes: Cristiano cobró desde los once pasos un discutido penal cometido por Drkusic pero Oblak hizo una gran desviada para mantener su puerta en cero, provocando las lágrimas del cobrador que veía cómo se le negaba el gol y no podía mandar a su equipo al frente en el marcador; por su parte, Sesko tuvo un mano a mano frente al portero Costa, quien logró tapar el disparo: el héroe del partido había nacido. En efecto, el arquero lusitano detuvo los tres penales de los eslovenos en la tanda correspondiente, mientras Cristiano anotaba el primero y pedía disculpas a la afición, y Fernandes y Silva complementaban la sufrida faena. Gran torneo de los eslovenos y los portugueses siguen dejando dudas pero se mantienen en el certamen.

LA NARANJA VUELVE A MECANIZAR

Con Rumania como sorprendente líder de grupo, el partido de la fase de octavos lo enfrentó a Países Bajos, de discreto desempeño en la etapa anterior, si bien apareciendo con la etiqueta de favorito. El partido empezó desarrollándose con llegadas en ambas porterías, a través de un disparo que pasó rozando el larguero por parte del rumano Man y un par de cabezazos, aunados a un disparo, por parte de los de ahora de azul. Se veían posibilidades de que pronto se abriría el marcador dada la disposición de los equipos, hecho que ocurrió vía Gakpo con gran disparo a primer poste, pasados los veinte minutos. Los de amarillo se lanzaron a buscar el empate y lograron plantear presencia al frente, si bien los que solíamos conocer como holandeses, no dejaban de amenazar adelante. Los minutos finales se enredaron y no hubo mayor peligro.

Los momentos iniciales de la segunda mitad se vivieron con más opciones para la Oranje, que proponía mejores y más continuas llegadas a la puerta del otro lado, ganando territorio como le hicieron con el mar; por su parte, los de los Cárpatos intentaban retomar la verticalidad y lograron acercarse con remate de Dragus, con media hora por delante. El VAR anuló el posible segundo gol y los neerlandeses tenían el control pero la diferencia seguía siendo de sólo un tanto a su favor, hasta que lograron sentenciar el partido con gol de Malen al 83’ tras recibir servicio de Gakpo, brindando un gran partido. La puntilla, por si hiciera falta, corrió por cuenta del propio Malen ya en la compensación, poniendo el tercero para marcar una diferencia clara en los cartones. Buen torneo de los rumanos, a pesar de ir de más a menos, y por fin vimos a la naranja recordar parte de sus brillantes mecanizaciones. 

SUFRIDA MARCHA TURCA

La selección de Austria, de buen desempeño en la fase de grupos, enfrentó a su similar de Turquía en un partido que se antojaba para cualquier lado: es el tipo de selecciones que al llegar a esta instancia ya cumplieron y lo que sigue, será de gane. Por ello, suelen jugar con menos temor y tensión de la que podrían tener otras selecciones, lo que puede derivar en mayor dinámica y capacidad de riesgo. Apenas se acomodaba el respetable cuando los turcos abrieron el marcador: Demiral se encargó de romper el cero con disparo muy cercano en tiro de esquina, cuando corría el primer minuto de juego. Los centroeuropeos se fueron a buscar el empate con plena convicción como la mostrada por Lienhart en dos ocasiones y estuvieron cerca de lograrlo hacia el final de la primera mitad, mientras que los del oriente del continente lanzaban algún disparo distante como para recordar que tenían con qué anotar de nuevo. 

En la segunda mitad, el conocido como Wunderteam, no cejó en su lucha por encontrar el marco rival y Laimer casi lo consigue con remate muy cercano, pero nuevamente Demiral quien sí tuvo el tino para anotar el segundo, otra vez en tiro de esquina: con la misma dosis, parecía muy difícil para el cuadro de Austria igualar el cartón con media hora por delante. Pero insistieron, y tras un remate cual previo aviso, consiguieron el descuento, también en jugada derivada de tiro de esquina, vía zurdazo de Gregoritsch al 66’. La emoción permaneció a lo largo de los minutos finales entre algunos cambios y varios remates que no terminaron por concretar la igualada. Los austriacos tuvieron más oportunidades, más tiempo la pelota y mayor control de partido, pero fueron menos eficaces: se despiden entre aplausos. En contraste, los turcos siguen adelante, sacando resultados con el cuchillo entre los dientes.