Tocó el turno de los siguientes dos grupos del certamen y los resultados fueron los esperados salvo en un partido, en el que la aparente víctima propiciatoria empató frente a uno de los favoritos.

GRUPO C

La selección anfitriona se presentó quizá ante el rival más débil. Estados Unidos tuvo un partido más sencillo de lo esperado ante un cuadro de Bolivia que demostró por qué apenas ha sacado tres puntos en la eliminatoria de CONMEBOL. El partido empezó a despertar muy pronto con un primer aviso prácticamente al arranque y después con el gol de Pulisic cuando apenas se contabilizaban tres minutos. Un disparo por arriba de la portería fue de las escasas reacciones de los bolivianos, que se veían rebasados por la efectividad estadounidense, por momentos cayendo en cierta condescendencia. Varias oportunidades dejaron ir antes de que, cerca del final de la primera mitad, Balogun anotara el segundo tanto tras recibir un servicio de Pulisic, casi sentenciando el partido de manera prematura, sobre todo por lo visto en el campo de juego.

Para la segunda parte, el equipo sudamericano por lo menos dio muestras de vida al llegar a la portería rival, aunque sin demasiado peligro, mientras que los de casa seguían en lo suyo, generando también opciones que se quedaban en el ya merito, sobre todo de parte de Pepi y Robinson, que se cansaron de fallar frente al marco rival. La lógica fue inclinándose más hacia sobrellevar las acciones por parte de los locales y dejar que el tiempo hiciera lo suyo, en tanto los bolivianos no representaran un peligro mayor. Así se fue diluyendo la segunda mitad, entre algunos cambios más de hombres que de esquemas, faltas en medio campo y las mencionadas llegadas a puerta que ya no fructificaron. Empieza con solvencia la selección de casa.

Uruguay, uno de los favoritos para ganar la copa, ahora en pleno proceso de renovación y con jugadores que tienen el sello de origen, enfrentó al equipo de Panamá, cuyo fútbol ha crecido en los últimos años. Los primeros quince minutos fueron abrumadores por parte de los sudamericanos, quienes coronaron su dominio y peligrosidad con el gol de Araújo, el jugador del Toluca mexicano, al 16’ de tiempo corrido. Siguieron al frente los dirigidos por Bielsa, bien enchufados y denotando comprensión del sistema propuesto, mientras que los canaleros trataban de reaccionar ante el concierto charrúa: lo consiguieron relativamente hacia el final de la primera mitad, cuando llegaron a la puerta rival con cierto peligro, aunque sin inquietar lo suficiente.

La segunda parte vio cómo los panameños tuvieron sus quince minutos en los que consiguieron inquietar la puerta contraria con algunos arribos, si bien los uruguayos parecían mantener el control general del partido y en la recta final, amarraron el triunfo con un gol de Núñez al 85’, que por fin atinó a marcar después de varias oportunidades desperdiciadas. Las emociones continuaron, a pesar del escaso tiempo disponible, con otro gol por bando: primero fue Viña de cabeza para marcar el tercero de Uruguay y después, ya cerca de apagar las luces, Murillo nos regaló uno de los mejores goles al momento con disparo que se incrustó en el ángulo: además de ser el del honor, resultó ser sumamente estético. 

GRUPO D

Primero fue Paraguay en pelota parada el que inquietó la puerta de Colombia, una de las selecciones llamadas a ser el caballo negro del torneo. Y así transcurrió la primera media hora de partido, con llegadas de ambos lados en una batalla de dos muy viejos conocidos. De a poco, los cafetaleros fueron imponiendo cadencia y control, al punto de que lograron irse adelante en el marcador con  servicio preciso de James a la cabeza de Muñoz, quien remató con plena convicción para mandar el balón a la red. Y poco tiempo después, el mismo James repitió la dosis: centro preciso en pelota parada para que Lerma conectara y pusiera el segundo en favor de los de amarillo, casi al final de la primera mitad.

En el complemento, los guaraníes adelantaron líneas con el riesgo que ello implicaba, tal como lo vivieron con un disparo de Díaz que pasó cerca del larguero, cual aviso de lo que podría suceder. Pero al 69’ la estrategia rindió frutos y Enciso llegó a cerrar la pinza para clavar el descuento y abrir la esperanza de la igualada para los suyos. Sin embargo, fueron los colombianos los que estuvieron más cerca del tercero, aunque ya cuidando mejor la zona baja, incluyendo un penal primero señalado y después corregido por la revisión del VAR. Cerca del final, no obstante, arañaron el empate los paraguayos con una llegada que levantó al respetable, pero el remate se perdió por arriba del arco. Con todo, se trató del mejor partido de la jornada inaugural.

Uno de los eternos dos grandes favoritos de la región, Brasil, se presentó en el certamen con todas las de ganar ante una selección de Costa Rica en pleno proceso intergeneracional. Rapinha fue el primero en probar sin suerte, antes de los diez minutos de partido y siguieron Paquetá, Rodrygo y media población carioca. No caía el gol y los centroamericanos resistían con sus argumentos. Todo el flujo del partido se dirigía hacia la portería tica pero a pesar de doblarse, no terminaba por romperse, con todo y la magia habitual ahora conjurada antes de causar verdadero daño, incluyendo un gol anulado por el VAR, en particular por el orden defensivo con línea de cinco al fondo y otros cuatro jugadores en contención.

La segunda parte se desarrolló en similar tesitura, con el ingrediente de la presión por el tiempo transcurrido. A mediados del tiempo complementario, Paquetá dejó una pelota en el poste tras un disparo de alta peligrosidad y después por poco los costarricenses anotan en puerta propia si no fuera por la buena reacción del portero Sequeira, quien detuvo un disparo que llevaba la intención de romper el cerco. Antes habían entrado los cambios y la enjundia de los cariocas aumentó pero no lograban concretar, a pesar de buscar diversas alternativas de ataque, desde centros al área hasta jugadas de mayor elaboración. Al final, prevaleció el famoso lema de pura vida, y los ticos consiguieron un inesperado empate frente a una de las grandes potencias mundiales. Los brasileños, con una mala eliminatoria para el Mundial, tendrán que revisar sus mágicas pócimas.