Copa América [VII]: Los cuartos de final
"No hubo mayores sorpresas, considerando el desempeño visto en el torneo..."

Se realizaron los partidos de la siguiente fase del torneo y en tres de ellos hubo que recurrir a las tandas de penales -no hay tiempo extra- y en el otro se resolvió el trámite con holgura. No hubo mayores sorpresas, considerando el desempeño visto en el torneo, quizá la de la incursión de un equipo de la CONCACAF hasta las semifinales. Claro que siempre ver eliminado al pentacampeón del mundo puede anotarse como inesperado: esta vez, parece que no.
CON LAS UÑAS
Una versión rígida y sin creatividad de la selección de Argentina enfrentó a su similar de Ecuador, dando su mejor exhibición en el torneo, después de decepcionar en sus partidos de fase previa, salvo en uno de ellos. Si bien la albiceleste tenía una mayor posesión de la pelota, fueron los de la mitad del mundo quienes se aproximaron en primera instancia con Sarmiento, Páez y Preciado como ejecutores, durante los primeros veinte minutos de partido. Fue hasta cerca de la media hora cuando Fernández puso un cabezazo cerca del palo, después de un trámite polvoso en el medio campo y justo cuando ya los campeones del mundo retomaban el control, al punto de que al 35’, Lisandro Martínez anotó de cabeza tras recibir la pelota de otro testerazo por parte de Mc Allister, tras un tiro de esquina: aplicó la clásica del doble remate de cabeza, termina en gol. Pudo Fernández anotar el segundo pero la pelota se fue por un lado.
La segunda parte vio cómo los ecuatorianos, sin temor ni reserva, se lanzaron en busca del anhelado empate, que ya merecían y que tuvieron muy cerca al 62’ pero Valencia falló el tiro penal y dejó a su equipo en las mismas con media hora por delante. Entre confiados y apáticos, los argentinos se asomaban de vez en cuando a la puerta de enfrente y más bien se enfocaban en la lucha de lodo que dominaba el panorama durante algunos lapsos de juego. Lisandro tuvo un par de opciones, mientras que los ecuatorianos no se rendían hasta que Rodríguez, pasados los 90 minutos, metió el cabezazo que niveló el marcador. Ya en los penales, apareció la figura del Dibu y el rudo Otamendi metió el inalcanzable cuarto para darle el pase a los suyos. Muy grata despedida de Ecuador y los doble campeones deberán ajustar para lo que viene.
BIENVENIDO DESPARPAJO
La selección de Canadá, única sobreviviente de la CONCACAF, enfrentó a sus colegas de Venezuela, quienes sorprendentemente llegaban con tres victorias en su grupo. De inicio, fueron los de la hoja de maple los que se fueron al frente con peligro y después de un par de avisos dignos de tomarse en cuenta, se fueron al frente con disparo de Shaffelburg desde el centro del área. El gol le hizo muy bien al partido porque los venezolanos se lanzaron a buscar el empate y los canadienses mantuvieron presencia adelante: el resultado es que se sucedían las llegadas en uno y otro arco, entre las que Rondón participó en un par, aunque los norteamericanos tuvieron las más claras para ampliar el marcador, pero la falta de concreción se hacía presente con frecuencia.
En la segunda mitad el ritmo no disminuyó y los espacios se fueron ampliando por la necesidad del empate por parte de la Vinotinto. Tras un par de arribos por bando para mover el marcador, por fin Rondón logró el del empate en una jugada donde los canadienses tenían a nueve hombres cerca del área rival, dejando sólo a uno que no logró controlar la pelota y el venezolano desde más de treinta metros disparó a una abandonada portería para anotar. Todavía en los 20 minutos restantes, los norteños tuvieron el del triunfo pero lo dejaron escapar, como haciéndola de emoción para llegar a los tiros penales, donde lograron el triunfo 4-3, que en realidad merecían desde antes. Venezuela se despide así tras una buena actuación en el certamen, mientras que Canadá muestra su evolución instalándose en la semifinal.
DE LA CHAMPETA AL VALLENATO
Tras quedarse con el primer lugar de su grupo, la selección de Colombia se midió ante Panamá, cuadro que dio la sorpresa al clasificar a esta instancia del torneo. A pesar de que la posesión fue equilibrada, el resultado se empezó a decantar muy pronto en favor de los cafetaleros con el gol de cabeza de Córdoba al 8’, seguido del tanto de penal por parte de James al cuarto de hora de partido. Un doble golpe que sin embargo animó a los canaleros a buscar fortuna del otro lado de la cancha e incluso generaron cierta llegada, ante unos colombianos más relajados. El juego se internó por una zona de disputa, interrupciones y faltas hasta que Díaz puso la pelota muy cerca del ángulo para apuntar el tercero, ya hacia el final de la primera parte.
A pesar de que el partido estaba prácticamente definido, los centroamericanos salieron a buscar el gol en la segunda mitad: tuvieron un par de aproximaciones entre un tránsito que se volvió más entrecortado, también provocado por el bajón de ritmo de los colombianos, que no obstante volvieron a anotar al 70’, por si quedaba alguna duda, con disparo de Ríos desde fuera del área que se coló pegado al poste. En los minutos restantes, el cuadro de Panamá, con sus limitaciones, siguió intentando anotar el de la honra vía tres llegadas a puerta, pero fue en la compensación, cuando Borja convirtió el penal cometido por Córdoba para sentenciar el contundente 5-0. Los panameños se despiden, a pesar de esta goleada, tras regalarnos un torneo aceptable, en tanto los colombianos levantan la mano como fuertes contendientes al título.
LUCHA DE LODO
En el partido que se apuntaba como el más atractivo de la ronda de cuartos de final, acabó como una decepción: los constantes roces, las tarjetas que se tardaban en aparecer y dos equipos que se fueron involucrando en una dinámica de choque, fuerza y destrucción, más que de creatividad y propuesta al frente. Un Brasil desconocido: lanzando pelotazos, haciendo tiempo y cometiendo faltas; un Uruguay que al inicio trató de proponer más juego pero que terminó en la lógica del lodazal. Raphina mandó un primer mensaje, de tres que puso en el campo, y que fue contestado por Ugarte y después por un cabezazo de Núñez, que tuvo otra opción pero la pelota se fue ligeramente por arriba.
Entre Valverde, Araújo y Núñez se turnaron para hacer presencia a lo largo de los primeros veinte minutos del complemento, sin que los cariocas dieran mayor muestra de intenciones por controlar el partido, hasta que Paquetá se hizo presente pero sin consecuencias. Nández se fue al 74’ por una entrada durísima -todavía reclamaba airadamente- y los brasileños siguieron jugando como si se mantuviera la igualdad numérica en la cancha, desaprovechando esos minutos finales para lanzarse con todo a la puerta de enfrente, a pesar de alguna llegada de Endrick y de los cambios enviados por el técnico que no parece tener mucha ascendencia sobre los jugadores. En los penales, la verdeamarela falló dos y los charrúas concretaron cuatro para llevarse la eliminatoria por un par de goles. El Brasil más triste desde hace muchos años, lejos de su ADN, y uno de los Uruguay más prometedores de la historia reciente.