Incendios ponen en alerta máxima a San Luis Potosí
Hoy por ellos
Los fuertes vientos, con rachas de hasta 60 kilómetros por hora, han reactivado la oleada de incendios que afectan a 27 de los 58 municipios que conforman la entidad potosina.
Más de 350 pobladores de distintas comunidades han sido reubicados para proteger su vida, pues los hogares que habitan corren riesgo de ser alcanzados por el fuego. El fuego es más intenso en la zona de la Huasteca.
El mayor desalojo ocurrió en Lagunillas, donde 57 pobladores fueron llevados a un albergue.
La Secretaría de la Defensa Nacional ya implementó el plan DN-III para la protección de la población, al tiempo que el gobierno del estado, a través del Consejo de Protección Civil, que permanece en reunión permanente en las instalaciones del C-4, ha pedido declarar a los municipios afectados como zona en emergencia.
Varios estados vecinos, particularmente Querétaro, ya han enviado personal especializado que se suma a las labores de sofocación y contingencia.
Son mil 500 brigadistas, más personal especializado de los tres órdenes de gobierno, quienes combaten los incendios en la región de la Huasteca potosina y la zona media del estado.
Las poblaciones más afectadas son Ciudad Valles y Lagunillas, donde ya se han iniciado las labores preventivas de desalojo de la población, informó Enrique Torres, subdirector de Protección Civil.
Varias personas han sido atendidas por el personal médico y la Cruz Roja Mexicana, por presentar síntomas de intoxicación.
Hasta el momento no se tiene registrada la pérdida de vidas humanas por esta serie de incendios, aunque más 500 pobladores de Ciudad Valles, permanecen en riesgo, después de que han sido notificados para la evacuación inmediata, pero se han negado a realizar el llamado de las autoridades.
La Dirección Estatal de Protección Civil ha comenzado a recibir apoyo de la población para enviar víveres a las personas damnificadas, pero también para abastecer de agua y alimentos no perecederos a los brigadistas, personal especializado y voluntarios que combaten los siniestros.
Al menos dos mil 500 hectáreas ya han sido consumidas por el fuego, y las autoridades han admitido que una gran cantidad de fauna silvestre se ha perdido a consecuencia de los incendios.
La gran acumulación de combustible forestal ha impedido una rápida acción de los brigadistas para controlar el fuego, los que, sumado a las rachas de viento, han reavivado incendios previamente controlados.
La carretera Ciudad Valles-El Mante quedó cerrada ayer por cerca de tres horas y actualmente se encuentra abierta a la circulación bajo un estricto dispositivo de seguridad.
Por las noches, los trabajos de los brigadistas se suspenden para prevenir riesgos, en espera de que las brechas cortafuego construidas durante el día tengan efectividad para que los incendios no se extiendan.