Guanajuato, Gto. Cuando tenía un año de edad fue atropellado por un auto en reversa que le ocasionó discapacidad motriz permanente. Hoy, a los 19, Christian Morales Delgado cuenta con un empleo en el cluster automotriz de Guanajuato y sueña en dominar la mecatrónica, para construir aparatos que permitan una mejor calidad de vida a las personas con discapacidad.

Cuando concluyó sus estudios en el CONALEP el año pasado en esta ciudad, de la que es originario, diseñó junto con otros compañeros una banda transportadora para detectar piezas defectuosas en una línea de producción industrial.

“Ahora que estoy trabajando, voy a meterme a estudiar y prepararme en mecatrónica para hacer unos dedos mecánicos en 3D para personas con discapacidad, que les servirán para manipular objetos. Con este aparato tendrían mayor independencia”, señala.

Christian fue asesorado por el gobierno del estado, a través del área de Inclusión Laboral del Instituto Guanajuatense para las Personas con Discapacidad, INGUDIS. Luego de un proceso de reclutamiento y capacitación, hoy labora en el control automático de inspección de piezas y empaquetado de la planta Datwyler, que fabrica membranas y piezas de frenado para la industria automotriz.

Sobre un papel dibuja su idea principal: le llama Brazo Accionador, y asistiría el movimiento conjunto de una silla de ruedas, para la actividad de quienes tienen discapacidad motriz permanente.

“Yo me traslado a mi trabajo, y he pensado que un vehículo con esta pieza sería importante para la movilidad de personas con discapacidad”, señala.

Christian puede apoyar con su sueldo la economía familiar, pues vive con sus padres y otros cinco hermanos. “Estos ingresos son importantes para mi familia; yo quiero también prepararme para alcanzar metas como la de desarrollar mis ideas” dice.

Hace seis meses que él llegó a la Agencia Laboral del INGUDIS en Silao, donde vivió el proceso de intervención para medir sus capacidades, aptitudes y conocimientos para aspirar a un empleo en el sector automotriz. “Finalmente lo logré, ahora tengo dinero para mi familia y para las refacciones de mi silla de ruedas” subraya.

Para Christian el panorama es prometedor ahora: “Las personas con discapacidad tenemos muchas ganas de trabajar y sabemos hacer cosas. Es muy valioso el apoyo en INGUDIS para nosotros, porque ponen nuestras habilidades a disposición de las empresas que pueden contratarnos”.