Liguilla Clausura 2025 (V): El infierno arde en la final
"Una final donde privó el respeto mezclado con el temor y, en consecuencia, la tentación de prolongar la toma de decisiones más arriesgada..."
Se enfrentaron en la final de la primera liguilla, celebrada en el torneo 1970-1971. Ahora, tras ir construyendo una rivalidad en la que no han faltado las goleadas, el drama y la lucha intestina, se volvieron a ver las caras en situaciones distintas: uno para levantar el trofeo después de quince años de angustiosa sequía, y el otro para hilar su cuarto título consecutivo. Una final donde privó el respeto mezclado con el temor y, en consecuencia, la tentación de prolongar la toma de decisiones más arriesgada: de los 180 minutos, el 70% se disputó bajo la lógica de la cautela.
En la CDMX: Cuando gana el miedo a perder
Los primeros diez minutos fueron de acomodo en el campo y de empezar a mostrar los respectivos planteamientos: el Toluca tratando de tener la pelota y el América esperando para aprovechar los espacios. Tres jugadas revisadas por el VAR en el área visitante sin que trascendieran para llamar al silbante a revisarlas -si bien sí pudo marcarse como penal- daban muestra de la incremental presión del anfitrión sin inquietar mayormente la puerta roja. La primera clara fue para los del Estado de México vía un contragolpe comandado por Vega que cedió a Morales para que éste disparara pero Malagón contuvo a pie firme. Borja remató una pelota que fue salvada casi en la línea y después Marcel puso un cabezazo que pasó muy cerca del travesaño. Hacia la parte final, el arquero García hizo una gran desviada con velocidad de reflejos en la más clara que tuvieron los capitalinos. Equilibrado hasta en tarjetas: una amarilla por bando.
La segunda parte arrancó de manera descompuesta, con las Águilas tratando de presionar arriba y los Diablos bien replegados pero cediendo el territorio. Las faltas siguieron siendo la constante, sobre todo de la visita, y dos nuevas amarillas vieron la luz, entre pelotazos sin rumbo y jugadas que no terminaban sin mayor emoción. Fue hasta el 65’ cuando el Toluca se presentó en la puerta del América, mientras que los de casa merodeaban pero sin tener profundidad. Al 80’ el Búfalo recibió un largo servicio, controló con destreza pero su disparo salió desviado, en la mejor aproximación de los capitalinos. Al cierre, tres centros al área que pusieron en peligro la puerta escarlata, uno de los cuales se quitaron entre sí los rematadores del local, pero el marcador no se movió. Se entiende que los partidos definitivos estén cargados de tensión y miedo, pero éste fue uno de los partidos de ida más decepcionantes en la historia de las finales, sobre todo por la calidad de ambos planteles.
En el Edomex: Ruptura tardía
Con buena circulación de la pelota, arrancó mejor el América en el partido de vuelta; el Toluca se mostraba desconectado y nervioso, e incluso algún error de Romero provocaron la primera llegada de la visita. El juego entró en un marasmo donde ninguno de los dos equipos lograba construir jugadas más o menos largas y los arqueros no tenían mayor participación. Fue hasta poco antes de la media hora cuando se presentó la primera de peligro, gracias a una buena combinación apoyada por la fortuna, que terminó con disparo de Reyes que se quedó en el poste del arco del anfitrión: la presión siguió pero se diluyó en un par de aproximaciones posteriores. La recta final de la primera parte transcurrió en la misma tónica cuidadosa más que riesgosa, como procrastinando la decisión de romper lanzas y buscar en definitiva la puerta contraria.
Los primeros quince minutos del complemento no parecían muy distintos a lo visto en la serie definitiva, desde el partido de ida. Aguirre sustituyó a Martin y el Búfalo entró con buena disposición hacia el frente, mientras que los de casa parecían moverse un poco en igual dirección, incluso mandando discretos avisos a la puerta de la visita, sobre todo un remate de Paulinho, sustituido poco después, que pasó cerca. El partido entró a zona de definiciones y fue el central Luan quien consiguió sólido remate en tiro de esquina al 65’, cobrado con certeza por Vega, para mandar al frente a los Diablos y poner al infierno en llamas. Vinieron los cambios pero los capitalinos no terminaban de encontrarse y Vega, tras una polémica marcación de penal cometido al ingresado Morales, anotó el segundo y definitivo al 82’. El América no disparó a puerta en todo el partido y se quedó corto en su intento por alcanzar el tetra, si bien mostró entereza en la derrota; tras quince años, el Toluca consiguió la undécima de la mano del “liguillero” Mohamed, quien supo cosechar y fortalecer lo sembrado en el torneo anterior y que termina por ser todo un reconocimiento a Valentín Diez.