Liguilla Clausura [II]: Las semifinales de ida
Partidos equilibrados y cerrados, en los que se contabilizaron sólo tres goles y que nos deja abiertas ambas series que pueden ir para cualquiera. El líder sacó ligera ventaja con su empate, al igual que el local con su triunfo por la mínima en el otro enfrentamiento.
ENTRE EL VOLCÁN Y EL INFIERNO
En un partido que se antojaba equilibrado, el Toluca se presentó en el caluroso campo de la UANL (34 °C a las 21:00 hrs.) con actitud propositiva, mientras que los neoleoneses se tardaban un poco más en acomodarse y entender la postura del rival. Ambos equipos parecían reservar energías ante el largo trayecto que los esperaba y fue alrededor del cuarto de hora cuando hubo sendos avisos al menos para poner a trabajar un poco a los porteros. Fue Ibáñez al 19’ quien abrió el marcador con un remate en el área chica ante una lenta salida de García, aprovechando la primera clara de gol. Después de la pausa de rehidratación, los Tigres volvieron a amenazar y pasada la media hora, Vega reventó el travesaño y diez minutos después, exigió a Nahuel, que logró desviar el disparo raso con un intuitivo lance. El cuadro rojo dominaba el final de la primera mitad y recibió merecido premio con el tanto del empate, vía cabezazo de Paulinho a gran servicio de Marcel, muy similar al gol que le habían hecho en el torneo
La segunda mitad arrancó con tono calculador por parte de los dos conjuntos, entre posesiones más o menos largas pero sin profundidad. En el primer cuarto de hora, Luan dejó ir un remate estando en completa soledad y Lainez disparó demasiado al centro, facilitando la acción del portero visitante: predominaba la neutralización pero en ciertos momentos parecía que algo más podría ocurrir en las áreas, como la conclusión del contragolpe que montaron los Diablos Rojos y que salvó in extremis la defensa y arquero felinos. Con media hora por delante y entre cambios y el parón para hidratarse, el partido seguía ahí, para inclinarse hacia cualquier lado o mantenerse en la paridad: Nahuel volvió a salvar su puerta y la visita se mostraba con mayor peligrosidad en la recta final del partido, si bien un disparo de Lainez pasó por arriba del arco toluqueño, ya en la compensación. Un empate que favorece al equipo del Estado de México pero que deja en el terreno de la incertidumbre el destino de la eliminatoria.
CLÁSICO CAPITALINO, UNA VEZ MÁS
Saltó con cierto nerviosismo el Cruz Azul al campo de Ciudad Universitaria y muy pronto perdió una pelota que cerca estuvo de tener tristes consecuencias para su causa; el América, por su parte, parecía arrancar al acecho, justamente, de balones equivocados o a partir de lanzar ataques a velocidad, considerando que la alineación inicial se tuvo que modificar. Un disparo que pasó cerca fue la primera para la Máquina pero la visita empezó a empujar más en medio campo y las acciones se enredaron en esa zona, apenas dejando libertad para aproximarse a las áreas en donde los disparos de unos y otros no generaron mayores problemas. Hacia el cierre de la primera parte, Rotondi soltó obús que desvió Malagón y Álvarez, del otro lado, tuvo la más clara al momento pero optó por la fuerza y la pelota se fue a la pista de tartán. La cautela y las formas defensivas predominaron en los iniciales 45 minutos de la serie, a pesar de la mayor posesión azul.
Fueron las Águilas quienes arribaron primero en el complemento, dejando un balón en el poste por parte de Álvarez, un tiro de Martin que controló Mier y uno más que alcanzó a desviar Dita: se percibía la sensación continua de peligro. Pero como sucede de pronto, el gol cayó del otro lado, gracias a sólido remate de Rivero al 59’ en tiro de esquina, derivado de la recuperación de un balón que parecía perdido, para mandar arriba a los anfitriones, quienes tuvieron otra clara en un mano a mano pero no la aprovecharon. Y el propio Rivero volvió a ser protagonista pero ahora en sentido negativo: metió una durísima falta que le valió la tarjeta roja, al igual que a Jardine por ponerse inexplicablemente agresivo, incluso metiéndose con la tribuna. Con 25 minutos por delante, vinieron los cambios amarillos para reforzar el aparato ofensivo con todo lo que había en la banca, pero fue Rotondi el que metió otro susto tras mala salida de Malagón. Los bien dirigidos por Sánchez se plantaron con firmeza a pesar de tener uno menos y consiguió aguantar la andanada americana, cayendo hacia el final en rutinario ataque que se fue apagando cual vuelo sin rumbo.