Se jugaron las finales de las conferencias con el triunfo de los anfitriones: en la primera el desarrollo se mantuvo más o menos equilibrado hasta la mitad del tercer cuarto, justo cuando el visitante perdió el balón y a partir de ahí todo se desordenó para su causa; en la segunda se vivió un partido muy parejo que se definió casi hasta el cierre. Los contendientes del Súper Tazón LIX están definidos.

EL ÁGUILA SOBREVUELA LA COMANDANCIA: SE ACABÓ EL SUEÑO

Recibieron la pelota los Comandantes de Washington en el campo Lincoln Financial y, fieles a su estilo, avanzaron con todo y riesgos en cuarta oportunidad para alcanzar la zona de los tres puntos y consumir medio cuarto; sin embargo, las Águilas de Filadelfia, tras un buen regreso en la patada, necesitaron sólo de una jugada para anotar seis puntos, vía avance de 60 yardas cortesía de Barkley, el mejor corredor de la liga. Para su siguiente ofensiva, los visitantes perdieron la pelota en medio campo y los de casa aceptaron el regalo y volvieron a recorrer las yardas necesarias para anotar otra vez de seis gracias al acarreo del propio Barkley para conseguir su segunda anotación apenas en el primer periodo.

Regresaron a la ofensiva los de la capital y con gran engaño en cuarta oportunidad ejecutado con preciso pase del pateador, lograron otra vez acercarse pero se tuvieron que conformar con otro gol de campo, también intentado por los de casa en su siguiente ataque pero el balón se fue por un lado del poste, dejando a los ahora de blanco en buena posición de campo, aprovechada con combinatorio ataque que concretó McLaurin con buen atrapada y consecuente acarreo que sumó 36 yardas: 14-12 tras el fallido intento de la conversión a la mitad del segundo cuarto. La ofensiva verde voló a plenitud, incluyendo un largo pase en cuarta oportunidad, y alcanzaron la zona con su logo para sumar otros seis puntos, si bien no lograron la conversión.

Pero a diferencia del partido anterior, en el que no cometieron errores graves, los Commanders entregaron por segunda vez la pelota en la devolución de patada, dejando la mesa puesta para que las Águilas sumaran otros seis puntos a su causa con pase de Hurts a Brown, quien mantiene un intenso duelo, incluso más allá de las jugadas, con el en ocasiones innecesariamente intenso Lattimore. Ya con el tiempo por concluir, todavía Daniels montó un ataque que alcanzó a llegar a la zona de Gonzalez para anotar otros tres puntos y dejar el marcador 27-15 al final de un movido primer medio, caracterizado por la eficiencia de los locales al ataque y los costosos errores de los visitantes.

Las primeras ofensivas de la segunda mitad de cada equipo fracasaron en su intento de internarse en territorio rival; en contraste las segundas alcanzaron la región de seis puntos gracias a sendos acarreos de sus respectivos mariscales de campo: primero fueron los anfitriones quienes en sólo cuatro jugadas alcanzaron la anotación a través de Hurts; respondieron de inmediato los de D. C. con la conducción de Daniels para llevar el ovoide hasta las diagonales y volver a ponerse a 11 puntos de distancia gracias a la conversión: 23-34. Vendría el momento decisivo: Washington logró detener y ya con la pelota, empezó a avanzar, todavía en el tercer periodo, pero una vez más se presentó el error: balón suelto recuperado por Filadelfia a medio campo y, como de costumbre, capitalizaron sin mucha resistencia otra vez con Hurts para ya poner una distancia prácticamente definitiva.

En el periodo final la ofensiva de los ex Pieles Rojas terminó por caerse y fracasaron en sus intentos de cuarta oportunidad e incluso Daniels fue interceptado, en contraste, los de casa todavía le pusieron más puntos al marcador con dos anotaciones de Barkley, rebasando las cien yardas, y Shipley, dejando el score final en un contundente 55-23. Las Águilas mostraron capacidad para sobrevolar, atrapar a su presa y llevarla a su nido por medio de una importante variedad de recursos: se presentan firmes para contender el título. Por su parte, los Comandantes nos regalaron un emocionante temporada e incluso en este partido tuvieron sus momentos pero los errores, entre pérdidas de balón y castigos, acabaron hundiéndolos, tanto en ofensiva como en defensiva y en los equipos especiales; sin embargo, se despiden con la cara al cielo (nublado en este caso) y anuncian buenas cosas por venir.

JEFES Y BISONTES EN LA PRADERA AMERICANA

En medio de un escándalo provocado por el público de rojo desfavorable para su causa, los Bills de Búfalo no lograron trascender en su primera ofensiva por un par de erráticos pases de Allen; los Jefes de Kansas City tomaron la pelota en su yarda 10 y la empezaron a mover con pases rápidos y combinación de alternativas hasta llevar el ovoide a su nombre plasmado en el césped. Respondieron los del estado de Nueva York con una ofensiva que ahora sí prosperó al menos para ponerse en el marcador con un gol de campo de Bass, en tanto los Jefes volvían a avanzar con soltura por el campo pero ya en zona de puntos, perdieron la pelota y los de blanco tomaron la posesión, lograron recorrer poco más de 70 yardas y se fueron arriba gracias al touchdown de Cook: el marcador estaba 10-7 para los visitantes ya en el segundo cuarto.

Entonces fue el momento para los de Misuri: primero consiguieron la anotación con pase de Mahomes a Worthy después de más de seis minutos, 70 yardas y 11 consistentes jugadas, incluyendo una cuarta oportunidad; después detuvieron a Búfalo en tres y fuera, y finalmente organizaron otro ataque, basado en el elusivo regreso de patada de Remigio, para que tras 34 yardas, el malabarista mariscal de campo entrara a la zona de puntos y ponerse 21-10 arriba en contundente voltereta. Con menos de dos minutos en el reloj, Allen y sus compañeros se conectaron, ahora sí, para lanzar una fuerte y rápida embestida de poco más de minuto y medio que culminó con pase preciso a Hollins de 34 yardas para sumar seis puntos, aunque el intento de conversión no funcionó: 21-16 al cierre de la primera mitad.

El ataque inicial de los Jefes en el segundo medio sólo consiguió acercarse pero una captura los sacó de la posibilidad de gol de campo y tuvieron que despejar y desde su propia yarda 20, los Bills fueron avanzando a lo largo de más de siete minutos y consiguieron anotar en una angustiosa estirada de Cook para cruzar el plano ya no tan imaginario: intentaron la conversión nuevamente para alejarse a tres pero fracasaron, si bien ya tenían la ventaja por un punto. Los de casa volvieron a despejar por segunda ofensiva consecutiva y era la gran oportunidad para los visitantes, pero su ataque se quedó corto en una cuarta oportunidad que era fundamental, al punto de que Kansas recobró el balón y estableció otra de esas ofensivas con el sello Mahomes que culminó con él mismo anotando y, sumada la conversión de dos, ponerse a siete puntos de distancia y darle la vuelta al marcador, una vez más.

A la carga una vez más los Bills y como para no perder la tradición de estos enfrentamientos de toma y daca, lograron avanzar hasta conseguir la anotación en angustiosa cuarta oportunidad, gracias a la atrapada de un solitario Samuel con poco más de seis minutos por jugarse. Con el tomahawk por delante, los de rojo fueron avanzando pero la defensiva visitante resistió al final y provocó que sólo alcanzaran tres puntos para, otra vez, irse arriba y dejar seis minutos y fracción en el reloj, más que suficientes para que los anfitriones recorrieran 51 yardas y pusieran la mesa para el gol de campo de la ventaja, concretado por el preciso disparo de Butker.

Con poco más de tres minutos, Búfalo tenía la oportunidad de ganar con un touchdown o empatar con un gol de campo: era la prueba para ver si en realidad estaban hechos para convertirse en campeones, más allá de premios y expectativas. No lo lograron: después de seis jugadas, una fallida en cuarta oportunidad, cedieron el balón, el tiempo y el triunfo a los Jefes, que sólo tuvieron que conseguir un par de primeros y dieces para amarrar su pase, por tercera vez consecutiva, al juego grande de la NFL. Andy Reid volvió a mostrar su sapiencia para manejar este tipo de partidos, además de contar con un inspirado Mahomes y una defensiva que respondió en los momentos apremiantes.