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RECIBEN ATENCIÓN DESDE HACE MÁS DE 65 AÑOS

San Pedro del Monte atiende a 29 ex pacientes de La Castañeda

San Pedro del Monte atiende a 29 ex pacientes de La Castañeda

Guanajuato, Gto. La Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG) brinda tratamiento y ha logrado mejorar la calidad de vida de 29 pacientes del desaparecido Manicomio General La Castañeda.

Los pacientes reciben atención desde hace más de 65 años que llegaron a Guanajuato en lo que hoy se conoce como el Centro de Atención  Integral a la Salud Mental (CAISAME), antes conocida como el primer modelo de Granja de Recuperación para Enfermos Mentales del país.

En el centro de atención a la salud mental ubicado en la comunidad de San Pedro del Monte en León, algunos de ellos ingresaron a los 10 años de edad; desde entonces el más longevo ha vivido hasta los 102 años de edad y a la fecha el más joven tiene 75 años promedio.

Guanajuato en 1945 cuando fue cerrada La Castañeda en el municipio de Amecameca Estado de México, adoptó a estos pacientes de quienes poco se sabe de sus antecedentes.

En hojas de ingreso de los médicos de aquel entonces describe que varios tuvieron parentela en la ciudad Tijuana, pero no hubo éxito en su localización.

La Dra. Ana Bertha Meza Directora del CAISAME, explicó que una de las encomiendas del secretario de salud, Francisco Ignacio Ortiz Aldana es brindar un trato digno y servicio de calidad y con calidez a los pacientes de La Castañeda.

Cuando cerró La Castañeda de acuerdo a reportes oficiales fueron enviados a Guanajuato entre los 10 y 30 años de edad un promedio de 400 enfermos, hoy sobreviven 29 pacientes crónicos.

“Llegan los pacientes sin familiares, sin datos propiamente de su fecha de nacimiento y son pacientes del estado, se convierten en pacientes bajo la custodia del estado, había de todas las entidades”.

Recapituló que el modelo granja en aquel entonces funcionaba con plantíos, donde los pacientes sembraban y criaban el ganado como una rehabilitación y aspecto terapéutico; no se tenían los avances a nivel de medicamento que permitiera un mejor control.

La mayoría requieren una asistencia geriátrica continua, hay que darles de comer, bañarlos en cama, a veces ocupan oxígeno y en otras ocasiones si tienen alguna complicación son referidos al Hospital General de León.

Varios tienen el diagnóstico de esquizofrenia residual, sin embargo a medida que envejecen las ideas delirantes se reducen y hace que sean más pasivos.

“Ellos viven en su mundo, ahora ellos tienen perfectamente identificado que esa es su casa, hace años cuando los cambiaron hacía está área varios de ellos empezaron a deprimirse porque ya no estaban en su casa”.

En el Caisame reciben un atención de calidad y calidez con un tratamiento digno que ha permitido dentro de su enfermedad contar con una mejor calidad de vida.

La mejora en sus condiciones se dio a raíz de que salieron al mercado antipsicóticos de segunda generación mucho más nobles; inclusive han cambiado su aspecto.

Anteriormente el paciente caminaba rígido, salivando y con la mirada perdida ahora camina de manera normal, inclusive pueden reintegrarse a la sociedad en un trabajo entre familia y sociedad disminuyendo el estigma sobre el paciente psiquiátrico.

La Directora recuerda algunas anécdotas con los pacientes de La Castañeda como el caso de “Toñito”, quien tocaba el piano, hubo pacientes literatos que escribían poesía y cuentos, algunos otros identifican por su nombre a los médicos del CAISAME y todos cuando podían se integraron a las actividades terapéuticas.

“Por la edad muchos de ellos no hablan no platican pero si reconocen cuando uno les habla y reconocen la voz y llegan a decir hola, pero lo interesante de esta enfermedad es que hay una parte del cerebro que está perfectamente estructurada”.

En su mundo reconocen tiempos etapas del año, saben que viene navidad y piden sus posadas y festejo de cumpleaños y para este año existe la propuesta de ingresar fisioterapia para toda la población.

La Castañeda fue el centro psiquiátrico más grande de México hasta la segunda mitad del siglo XX. La inauguración fue realizada por Porfirio Díaz en 1910 y su demolición se efectuó en 1968, durante todo su período de funcionamiento el hospital dio atención a más de 60 mil pacientes.