domingo. 23.03.2025
El Tiempo
Es lo Cotidiano

Leer [sobre] poesía

Leer [sobre] poesía

La poesía goza de un prestigio casi inversamente proporcional al éxito comercial. Las librerías se llenan de narrativa, las listas de best sellers rara vez incluyen un libro de versos. Sin embargo, el poeta ocupa un lugar destacado en la sociedad, más apegado a su papel de trabajador del lenguaje que de actor social o se incorpora a la vida pública a partir de su importancia como poeta y no a la inversa.

En la poesía se encuentran muchos de los experimentos y de las obras de riesgo, de allí que, otra vez contraria a la tendencia dominante, se afilie más a la lectura intensiva que a la extensiva. Hija del desafío y del no compromiso con áreas que no le competen, es en la poesía donde abundan los cuestionamientos sobre la condición humana y el reto al hombre para, a partir del lenguaje, decodificar la realidad y hacer una lectura profunda de la vida, de la propia y de la de los demás.

Ardua función la del crítico o la del analista frente a la poesía, escapar del papel de juez o verdugo del poeta y convertirse en caja de resonancia, verdadero intermediario, compartidor de la experiencia de lectura. En el crítico cabe lo mismo el que niega toda posibilidad de comprensión o el que, por el contrario, habla de una amplia gama de mensajes y vivencias y está lo mismo el resentido por la no creación del verso, resignado a levantar los platillos de otros, o el que en lo ajeno encuentra la posibilidad de crecimiento, de degustación, de abrir la banda de la vida a la interioridad, a las oscuridades del alma, a las ruindades del espíritu y a las posibilidades del hombre para salvarse y redimirse a sí mismo.

Eduardo Santiago Rocha Orozco, Adolfo Luévano y Juana Lucía Oliva Bernal se enfrentan a la poesía y a los responsables iniciales de ella (después lo será el lector, el guardián): José Juan Tablada, Vicente Huidobro, Paul Valéry, poetas del develamiento y la cuestión, de la palabra y el silencio, y del significado y de su elisión. No es cosa sencilla la tarea, pero la asumen con estilos y bagajes diferentes, con alegría y respeto, pero sobre todo con el ánimo de arrancar algo, una seña, una palabra, un mensaje de esos poemas que hoy pertenecen a todos. 

Leopoldo Navarro, poeta, cambia de piel y ensaya, a la manera de Montaigne, en verso. Sergio Ceyca nos habla del método, de nuevas drogas y de esa reconversión de la carne que prolonga la vida y la salva de la indigencia. 

En Memorias del subdesarrollo Irma Guadalupe Villasana Mercado nos recomienda bocadillos para la Noche Buena: Calvino, Bradbury, Capote, Peñalosa.

En El occipital de Einstein (Ciencia) Jesús Madrigal Melchor y Raúl Alberto Reyes Villagrana empiezan el recuento de los grandes inventos de este siglo a 13 años de iniciado.

En El Parietal de Chomsky (comunicación y lenguaje) Gabriela Cortez Pérez nos lleva a algunas rutas de la lingüística aplicada

En Un ratito de tenmeallá Gerardo Ávalos se acuerda de esa treintañera película El mundo según Garp y Alejandro García nos reseña un libro de Francisco José Amparán

En Viborero hay almohadas para soportar la Navidad y sus consecuencias.