El tercer brazo
Cleone Valadez
Sofía tenía un tercer brazo, un arma de doble filo. Le había dado el prestigio necesario para trascender: era una reconocida estrella porno. En las escenas de orgías hacía maravillosos movimientos, pues sus tres brazos tenían diestras habilidades manuales; sin embargo, tuvieron que editar algunas de las películas porno, porque el tercer brazo tenía una gran potencia para la fricción, a veces incontrolable. Había suscitado algunos desperfectos. Ya llevaba varios desclaves de genitales. Sofía presentía que su tercer brazo no era tan suyo y que solo bebía de ella para alimentarse de vida, pero que en realidad tenía alma y pensamiento propios. Comenzó un curioso lenguaje con su brazo, descubriendo en el onanismo el marido perfecto.