The Escape Artist es una mini-serie británica transmitida en el 2013 por la cadena BBC en tres capítulos, haciendo un total de 180 min, creada y escrita por David Wolstencroft. Esta serie cuenta parte de la vida de un abogado de defensa Will Burton (David Tennant), el cual recientemente ha ganado un reconocimiento por ser el número uno de los mejores cuarenta abogados en la nación. En su carrera no ha perdido un solo caso, lo que provoca que sea muy cotizado. Felizmente casado con Kate (Ashley Jensen) una mujer hermosa y amorosa que es de apoyo total en su vida y en su trabajo, ambos tienen un hijo Jamie (Gus Barry) de aproximadamente 11 años, inteligente y alegre, pero resentido por el trabajo demandante de su papá que no le permite estar en cenas navideñas, fiestas o reuniones familiares.

Will acaba de ganar otro caso, en el que es evidente su lucha interna de su moral enfrentándose  a su deber, sabe que no todos los que defiende son inocentes y al salvarlos de la condena, piensa dos veces en aceptar un apretón de manos de agradecimiento por parte de su cliente que tal vez sea un potencial asesino. Esto es un punto clave pues el siguiente caso que se le asigna, será el más difícil y el cual le cambiará la vida. Desde que abre la carpeta con los documentos y fotos de su nuevo caso, se refleja malestar en su cara, el dolor, la aflicción que le causa ver todas estas imágenes de una mujer brutalmente golpeada, violada y posteriormente asesinada. El reto: tener que defender al único sospechoso del asesinato, Liam Foyle (Toby Kebbell). Joven excéntrico, asocial, obsesionado con las aves que él mismo cría, agresivo contra cualquiera que se le oponga.

Es increíblemente tenso el momento en el que Will y Liam se conocen, en un cuarto con escasos muebles, para planear lo que testificará Liam. Él, con cierto cinismo, trata de desviar el tema, trata de conocer a Will, tal vez simpatizar un poco, no lo logra, y se nota cada vez más el disgusto de Will y la duda en el aire, si lo hizo o no, Liam se dice inocente, pero claramente hay evidencia clave en su contra. A pesar de las pruebas contundentes, Will halla la manera para salvarlo y hace que le descarguen de cualquier acusación; Liam en agradecimiento le extiende la mano a Will, la cual rechaza. Foyle se da cuenta que Will supo desde un principio que él era el culpable, pero no se enoja por esto, se enoja porque Will no le creyó; lo defendió porque era su deber, pero nunca porque creyera en él.

Will, luego de unos días, tiene que asistir a un evento, su esposa e hijo le esperan en su casa de campo. Ya en el evento, se da cuenta que tiene varias llamadas perdidas de su esposa. De inmediato sale del lugar para dirigirse a su casa, entra en pánico, encuentra a la puerta de su hogar el vehículo de su esposa abandonado, entra gritando los nombres de su familia, encuentra la casa en total oscuridad, y en ella, encuentra a su esposa en el suelo, desangrada. Se prende una luz y la figura de Liam Foyle le observa, escucha gritar a su hijo, va a su rescate, encontrándolo encerrado en un baúl, a salvo.

Devastado, no sólo por la pérdida de su mujer, también por el hijo que ella esperaba, Will decide que hará todo lo que esté en su poder, sea legal o no, para que Foyle reciba su condena y así este artista del escape hará lo imposible para poner a salvo lo único que le queda, su hijo.