DIANTRE DE LEóN

Hora de comer

Flor Bosco

 

Su madre espera a la novena hija; por ahora sus hermanas mayores cuidan de ella. La niña tiene cinco años, edad suficiente para conocer el motivo de la ausencia materna, pero de esas cosas no se habla. La hora de la comida es un castigo; nunca tiene hambre, todo le da asco. Las hermanas no consiguen hacerla probar la sopa y ella siente una libertad nueva.

      Un día su papá observa la escena cotidiana de lejos, en silencio; parece ausente pero ordena con un gesto que la sienten en su regazo y la estruja fuertemente. Desacostumbrada a tales muestras de afecto se confunde; la turbación aumenta al ver que sus brazos están inmovilizados. Una cuchara fría lastima sus labios, quiere decir que no le gusta la papaya y antes de poder hacerlo ya tiene la boca llena. Aún no traga la fruta cuando otro bocado termina por ahogarla. Las arcadas la obligan a luchar unos momentos antes de zafarse y correr al bote de basura. Regurgita y llora con rabia y vergüenza al verse llena de vómito. Su padre le limpia la boca y se va sin decir nada. Ella lo ve alejarse de la cocina y de su corazón.

 

(De la serie Sombrías nostalgias)