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El modernista y los animales

Artículo de María Elena de la Torre García

Tachas 05
Tachas 05
El modernista y los animales

Juan José Tablada | CaligramaEl modernismo fue el primer movimiento literario propio de Latinoamérica. Consecuencia del sentimiento nacionalista que creció con la lucha por la independencia en el siglo XIX, se consolida como una reacción en contra del romanticismo y sus excesos. Se define como “el arte de innovar” y su esencia es “el arte por el arte”. Los iniciadores se inspiraron en las nuevas ideas de Francia, sobre todo el parnasianismo, corriente que manifiesta contra los románticos, creando una poesía despersonalizada y sepultando el sentimentalismo. La tendencia de los modernistas es romper con formulismos y tener nuevas formas de crear. Cultivan la versificación, la métrica y de nuevas combinaciones en la rima.

José Juan Tablada (1871-1945) ha sido ubicado, junto con López Velarde como el gran señalador del rumbo de la poesía mexicana del siglo XX. Nacido en la ciudad de México, tuvo que exiliarse y establecer una librería en Nueva York, debido a su derrota familiar y personal durante la Revolución Mexicana. Tablada tuvo un periodo modernista en su producción y ayudó a fundar La revista Moderna en 1898. Estuvo siempre abierto a las nuevas tendencias, introdujo el haiku a México y cultivó los ideogramas utilizados en los idiomas chino y japonés. El presente trabajo se acerca a tres diferentes estilos de escribir del poeta: el cuento “Las almas obscuras”, el poema “Nubes” y el haiku “El pavo real”.

La piedad por los animales

José Juan TabladaLa versatilidad de José Juan Tablada es amplísima y se extiende a la creación de lecturas para niños, además de los lectores convencionales. Su principal motivo son los animales. En “Las almas obscuras”, hace una breve reseña histórica de la presencia de los animales en la vida del ser humano y el valor que se le daba y da al compañero de esta vida terrenal.

Parte desde épocas remotas en que se da la alianza entre el hombre primitivo y el perro, continúa con el papel de los animales bien como objeto de sacrificio a su dioses, bien como seres destructores y temidos, nunca amados, en la Antigüedad. Pasa a la Edad Media y su transformación en monstruos o ilusiones diabólicas merecedoras de la muerte. A partir de los románticos, Byron, Victor Hugo, Baudelaire, sintieron la presencia de las almas obscuras, una oscuridad como parte de la vida y de la belleza, y manifestaron piedad y amor por los animales.

El nervioso y sedeño caballo árabe, el lebrel heráldico, el pavo real irisado y suntuoso, el cisne perfecto en su aristocracia singular, fueron, con otras bestias privilegiadas, las que por la seducción de sus prestigios físicos predispusieron el espíritu del hombre al verdadero amor, a la piedad honda y depurada que luego sobrevendría.

Para el hombre moderno, pues, cambió la idea prejuiciada de vida y naturaleza animales. Tablada, hombre de su tiempo, atravesado por la finisecularidad, cumple con los preceptos modernistas al tratar este tema de la naturaleza a través de su admiración por formas, colores, comportamiento y los sentimientos que en él producen al contemplarlos. De esta manera fomenta el amor por los animales, a la naturaleza y a su entorno, a todos aquellos niños que se inician en la lectura.

La imaginación

Tablada traza una constante evolución en sus obras El amor que demuestra a través de su obra por el universo que lo rodea es fuente de inspiración para escribir el poema “Nubes”, correspondiente a la “Época moderna” (1919-1930) como él mismo lo nombra.

Nubes

Parecen esas nubes ¡oh Miguel
Ángel de las canteras de Carrara
por tu magnífico cincel
hasta el Olimpo arrebatadas!

Y esas otras violetas y amarillas,
al borde de una noche azul y plata,
floripondios y lilas
exhalaron su aroma deshecho en serenata…

Los plumones de aquéllas
para incubar ensueños son un nido
a donde ángeles nacen y aletean,
galaxias do los mundos del poeta
giran en la espiral del arquetipo.

Paganas son las otras por su púrpura
de Tiro y de lagar —Zeus y Dionisos—;
guadrigas, crines y las carnes blancas
de Afrodita retornan a la espuma,
y de Pegaso las rotundas ancas,
o de Quirón, a la dorada bruma.

Bruma de oro, todo es oro, así
el Angelus… Al son del campanario
la ermita parda y pobre… ¡Yo la vi
desgajándose, toda abierta y
mostrar su corazón de relicario!

El poema está compuesto de cinco estrofas, dos cuartetos, dos quintetos y un sexteto, con rima asonante abrazada; es claro que la intención del autor de no encasillar ni cuadrar el poema, característica de su innovación al escribir.

El poema proporciona elementos modernistas: gran cantidad de metáforas, las analogías de las nubes con las esculturas de mármol blancuzco, que Miguel Ángel esculpió, “La piedad”, “El Baco” o “David”. De igual forma, los colores matizados, como el de las violetas al atardecer, ya muy cerca de la noche, o la ensoñación de paz cuando están las nubes tan blancas que el moverse parecen alas de ángeles en su camino hacia el infinito; de igual forma se asemejan a la espuma del mar, y finalmente la imaginación evoca a las nubes desgajándose en abundante llanto que cubre el campo seco y desolado de la ermita, para devolverle la vida.

Se debe considerar que la gran influencia de los modernistas fue el parnasianismo y su re-uso de los mitos de la Antigüedad, a lo que Tablada no escapa y lo plasma en este mismo poema, pues están presentes Zeus, dios del cielo, la lluvia y las nubes, Dionisos dios del vino, Afrodita diosa del amor y la belleza, así como Pegaso el caballo alado, blanco, y Quirón, el centauro, mezcla de hombre y caballo. Cada uno de ellos tiene una relación estrecha con las nubes desde ubicación que les da el autor dentro del poema.

Majestuosidad

José Juan Tablada tiene un espíritu totalmente cosmopolita, que le dieron sus viajes por Japón, París, La Habana, Caracas, Nueva York. A consecuencia de su recorrido trajo el Haikú a México, con sus temas principales: naturaleza, vida, muerte. Un ejemplo más en donde la naturaleza se hace presente a través de los animales en:

El pavo real

Pavo real, largo fulgor,
Por el gallinero demócrata
Pasas como una procesión…

La grandeza de un poema tan pequeño es que en sus tres versos contiene una amplia variedad de contenidos y metáforas que invitan al lector a descifrarlas: la majestuosidad del pavo real, que impacta con su ramillete de plumas coloridas y se sabe a sí mismo grande e imponente, paseando en la granja en la conquista de su amada, dándole a conocer a todos los gallos del gallinero quién es el poderoso, por su figura, su porte, su belleza. Representante innegable de un arte totalmente modernista, en el que la forma, más que el fondo, imponen para el poeta modernista. El adjetivo demócrata abre posibilidades de otras lecturas en donde el objeto, la forma, irrumpe en la política o en la vida social, el formalismo modernista se muerde su cola, pero abre la rendija para la crítica social.

Universalidad

José Juan Tablada me ha llevado a descubrir un mundo literario del cual no tenía conocimiento. Su obra es demasiado extensa, requiere de mucho tiempo para su estudio, pero una parte se entiende por su filiación modernista.

Siempre en constante movimiento y deseoso de saber e implementar nuevas formas de escritura, desarrolló una vasta cultura, que se ve reflejada en su obra, en ese amor por la naturaleza, su entorno, en una palabra el universo. No se puede dejar de mencionar la gran importancia que tiene el autor en la promoción del arte y los artistas de su época de nuestro país; José Juan Tablada es en el arranque un gran literato modernista y un puente seguro para el viandante lector para llegar a la más reciente poesía mexicana.