martes. 16.04.2024
El Tiempo
Es lo Cotidiano

De diablo

Marco Villa

Hoy es uno de esos días
en que la única parte de lo que soy
que no me duele, es el cuerpo.
Tarde o temprano
nos llega el recibo del gas, de la luz
y a la hora de las cuentas
los que aman como dice la gente que se ama
no saben por qué perdieron tanto,
o no saben que hacer con lo que ganan.

Y es entonces que los barrenderos de sueños
entendemos que es imposible
pasar escribiendo versos de quinceañera
toda la vida,
por lo que tomamos
un puñado de la tierra más árida
y la dejamos caer sobre el papel.

En esos días uno ya no se siente
en posición de andar contando
las estrellas en el reflejo del agua.
Uno ya no pide nada:
“de aquí  a lo que venga
me voy a dedicar a hacer como que vivo
y a dejar vivir en paz”.

Lo único que pido es que me extirpen esta piel de ángel,
estos ojos de ángel y vidrios rotos,
y me quiten el dolor alucinante de alas rotas que me ahoga
para que no se me pudra
el corazón
de diablo
que traigo adentro.

Marco Villa
Aunque es originario de la ciudad de Culiacán, Sin., reside en Irapuato desde los cinco años. Tiene estudios de Psicología. Ha publicado en diversas revistas de circulación regional.