Calavera a los poetas del Taller Diezmo de Palabras
Patricia Ruiz Hernández
La Calaca en su misión
acostumbra ser puntual,
esa horrible aparición
doblega a cualquier mortal.
Juntos halló a los poetas
desbordando su talento,
estrofas jamás escritas
con un arreglo perfecto.
Al dios de las palabras*
mil honores le rendían,
excelsitud en las obras,
con sus versos complacían.
La Parca toda embobada,
olvidó por un momento
que la sepultura aguarda,
la distrajo tanto cuento.
El arte de la elocuencia
usaron para envolver,
inventaron con urgencia
discursos para distraer.
Vana fue la resistencia
al destino tan temible,
la Flaca no dio clemencia
y ganarle fue imposible.
Ella gusta de metáforas,
ofreciendo que en su reino
crearán un sinfín de páginas
para el gran acervo eterno.
Ya descansan en sus tumbas,
fallecieron en montón,
un gran arsenal de plumas
se llevaron al panteón.
Quedó con letras grabado
en morada terrenal,
de tanto poeta afamado
epitafio comunal.
“Desterrados de esta vida
seguirán con sus poesías.
Esta no es la despedida,
ya vendrán por regalías“
*Itzamná. Sacerdote Maya, inventor de la escritura y de los libros, elevado a deidad.