Es lo Cotidiano

Bodas

Leopoldo Navarro


 

Debí dormir
ya muy madrugando
atareado en vestir ausencias
con cada trazo de tu cuerpo
 

revoloteó su liturgia
el sueño de mi sudor vuelto tuyo
 

te desposé
con la ensordecedora música
de mi susurro amatorio
bajo tu gemido  guerrero
 

un llanto agradecido
y el ave de mi mano
posada en tu vientre
dan fe de este cielo.