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La dignificación del futbolista, parte II: La Ley Bosman

Pablo E. Montes Palomares

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Supernova Crédito: NASA/ESA.
La dignificación del futbolista, parte II: La Ley Bosman

El fútbol es una habilidad en sí misma. Todo un mundo; un universo por sí solo. Yo lo amo, porque debes tener la suficiente destreza para jugarlo. ¡Libertad! ¡El fútbol es libertad!
Robert Nesta Marley Booker

Jean-Marc Bosman vive en la ciudad Belga de Lieja superando problemas de depresión que lo llevaron a caer en el alcoholismo, además de estar desempleado y separado de su familia. Puede que el nombre ahora no les diga nada, pero si retrocedemos en el tiempo unos 25 años, nos encontraremos con que este hombre fue un jugador de futbol. Trascendió más por un caso que cambió totalmente la historia del futbol mundial, que por su actuar en las canchas.

Bosman fue jugador del Royal Football Club de Lieja (RFC Lieja)  hasta el año de 1990, cuando por interés personal y aprovechando la finalización de su contrato, negoció su traspaso al Union Sportive du Littoral de Dunkerque (USL Dukerque) de la liga francesa. Esa negociación fuel el origen de todo el problema, el RFC Lieja ofreció a Bosman un nuevo contrato que éste rechazaría, el club lo colocó en la lista de trasferibles con una clausula de indemnización favorable al equipo por la cantidad de 11,7 millones de francos suizos, que equivalían para ese entonces a unos 800 mil dólares.

Así el USL Dunkerque rechazó el pago de tal cantidad por los derechos del jugador y de esta manera Jean-Marc se quedaría sin equipo. La inconformidad del jugador al considerar pisoteados sus derechos laborales, fue llevada hasta el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, donde demandó al RFC Lieja, a la Unión Real Belga de Sociedades de Fútbol Asociación y a la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA por sus siglas en ingles).  

Al llevar el caso a al tribunal europeo y no dejarlo en el ámbito local, Bosman recurrió a las normativas vigentes para ese entonces en la Unión Europea, alegando ilegalidad en el modo como se daban los fichajes entre equipos y que impedía la libre circulación del trabajador-futbolista en los territorios de la Unión. Argumentó también transgresión a la ley en relación a las clausulas de indemnización que obligaban a pagar a los jugadores al término de sus contratos en el caso de querer cambiar de club.

Cinco años después de establecida la querella en 1995, los tribunales le dieron la razón a Jean-Marc Bosman y se hizo acreedor a una indemnización de 780 mil euros por parte del RFC Lieja. Ya era demasiado tarde para poder fichar por el USL Dunkerque, pero durante el tiempo que tardó el juicio, el futbolista fue contratado por el pequeño Royal Charleroi Sporting Club, que le dio la oportunidad a pesar del riesgo que esto significaba, ya que si Bosman perdía la contienda judicial dicho equipo se vería perjudicado. No tardaron mucho en darse cuenta del verdadero peligro implicaba  tener al futbolista en sus filas y en la primer oportunidad decidieron ya no renovar contrato.  

La sentencia que significó un triunfo para el jugador belga, tuvo implicaciones trascendentales ya que se declararon ilegales todo tipo de clausulas en cuanto a jugadores que terminaran sus contratos, además de que todo futbolista nacido en los países miembros de la U.E. podrían circular libremente por los clubes registrados dentro de la UEFA, sin tener que pagar ningún tipo de cuota como extranjeros.  A partir de este momento los clubes europeos se llenaron de jugadores comunitarios y se comenzó a gestar la idea de pagar cantidades millonarias por los futbolistas, ya que ahora ellos mismos o sus promotores negociarían sus costos. 

El inédito caso y su sentencia pasó a llamarse para la historia “Ley Bosman”, por un lado se considera que perjudicó la calidad de los niveles de competencia entre los diferentes clubes de las distintas ligas, ya que mientras la capacidad económica de algunos alcanzó para fichar a grandes figuras del extranjero, otros solo lograron convocar a jugadores de mediano perfil, mismos que al llegar a los clubes quitarían oportunidad a jóvenes de fuerzas básicas.

También hay que considerar  las opiniones que hablan de que a partir de la vigencia de dicha ley, muchos de los clubes europeos elevaron su nivel y las ligas inglesa o española comenzaron a acaparar los reflectores como las mejores del mundo.  Sin embargo haciendo un análisis objetivo, lo que se generó como una iniciativa para mejorar las condiciones laborales de los futbolistas, terminó por favorecer al mercado y ahora solo los equipos con gran poder adquisitivo tienen posibilidades de acceder a las competiciones europeas.

Por otra parte, volviendo a Jean-Marc Bosman, el gran impulsor de la reforma fue desterrado del mundo del futbol. El trato que recibió después de terminado el juicio fue de total desprecio, ningún club europeo lo volvió a contratar y su carrera futbolística quedo en la ruina. Un ejemplo más de que cualquiera que cometa la locura de remar contra las leyes del futbol mercantilista tiene que sufrir las consecuencias.

Un jugador que debió ser premiado y pasar a la historia como héroe, cayó en la ruina deambulando por equipos amateurs o de divisiones inferiores. El contraste total, ya que mientras futbolistas de la talla de Messi o Ronaldo ganan cantidades inimaginables de dinero gracias a la Ley Bosman, el artífice de la misma no tiene ni casa propia.  

Fuentes:

http://www.marca.com/2011/03/21/futbol/futbol_internacional/1300735992.html

http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=CELEX:61993CJ0415&qid=1407395160320&from=EN

http://www.latercera.com/noticia/deportes/2014/01/656-562561-9-jeanmarc-bosman-cambie-la-historia-del-futbol-y-lo-pague-muy-caro.shtml

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