Un limerick es una forma poética que rifa y controla en el mundo anglosajón. Tradicionalmente, se compone de cinco versos con un esquema de rima que parecen los acordes de una canción punk: AABBA. Los limericks suelen ser chascarrillos, chistes verdes, barrabasadas varias que pasan a la tradición lírica gracias justamente a que presentan situaciones divertidas, absurdas y exageradas que capturan la imaginación popular.

Pero, epa, no crean que es una cuestión marginal. Autores de renombre como Rudyard Kipling, John Updike, Mark Twain (¡nuestro escritor comodón favorito!), James Joyce (¿no les habría encantado echarse unas Guinness con él?) y el Aldous Huxley más relajado, fueron grandes fanáticos del limerick y lo practicaron como ejercicio, pero también como producto final pensado en la publicación.

Este primer limerick del combo Don Camisa (texto) y Mr. Lemonade (ilustración) se basa en una estrofa famosérrima de Edward Lear, tal vez el tipo que más hizo por popularizar el subgénero, que apareció en el libro Book of Nonsense publicado en 1845, un libro de culto donde los haya. Creemos que Lear se burlaba de sí mismo –el rasgo esencial de las personas inteligentes: se ríen pero, primero que nada, de sí mismos.

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Don Camisa es Chema Rosas (Ciudad de México, 1984) es bibliotecario, guionista, columnista para El Heraldo de León, incipiente autor para niños, ermitaño y papa-de-sofá, acérrimo de Dr. Who y, por si fuese poco, guitarrista de ¡Los Padrinos!

Mr. Lemonade (mejor conocido por su familia y amigos como Gabo Galicia, Ciudad de México, 1984) es ilustrador, gamer y deportista frustrado. Pasa gran parte de su día con un lápiz en las manos... o con un control de videojuegos. Y, claro, cuidando a Maxi, su pequeño monstruo bebé.