De generación sin generación
Generaciones van, generaciones vienen, y no siempre –y no en todas partes- habrá un elemental retazo de memoria que de ellas deje registro, por lo menos para dar pie a los desmentidos. Tachas 155 es un poco el muro en que Héctor Gómez Vargas va colocando jirones de lo que a su ciudad y vida corresponde, entregando hoy la segunda parte de La generación de la rocola, con La presencia del olvido.
Esteban Cisneros, en una coincidencia de tema casi tándem, deja constancia de Los Hitters, personajes que si no llegaron a grabar, por lo menos twistearon.
Carmina Warden hace lo que al lector tocará calificar como cuento, crónica o testimonio puro. Asunta Basterra es la materia.
Eduardo Celaya puntualiza los elementos históricos y conceptuales para ocuparnos de La cultura popular en la Edad Moderna.
Javier Morales i García se esmera en aportar la divertida, aleatoria y rigurosa génesis bitlera de Yo soy la morsa, goo goo g’joob.
C. D. Rose, en la magistral traducción re-creadora de José Luis Justes Amador, advierte en esta entrega de El Diccionario Biográfico del Fracaso Literario que quien quiera conocer la obra de Jürgen Kittle deberá esperar algo así como 100 años.
El asomo de hoy al Diario de una millenial musicómana y nostálgica, Daniela Aguilar, muestra por qué Escuchar es magia.
Andrés Baldíos habla en su poema De la puerta del destino. Canto en memoria de Willys (a.k.a. Hodor), alarma de spoiler incluida.
Leonardo Biente ha colocado en el Ánfora su poema. ¿O es al revés?
El Disfrute Cotidiano de Fernando Cuevas de la Garza pone alta la vara en la discusión sobre - La bruja: que si cinta de terror, que si de suspenso, que…
Gabriela Mosqueda reseña y juzga –qué habría de ser una reseña si no juicio- a Cristóbal Balenciaga en el Museo de Arte Moderno.
Puntual como cada semana, la Guía de lectura de Jaime Panqueva recomienda hoy Secuestrado, Robert Louis Stevenson.
A generacionar.