DRAMATURGIA
Acuerdo prenupcial [ACTO II]
Eduardo Celaya
[Ir a la parte 1 de esta obra]
[Ir a la parte 2 de esta obra]
Personajes
Sara
Esteban
Gilda
Julia
Juan Pablo
Don Carlos
ACTO II
Escena única
La escena se ilumina mostrando a sara sentada en el sillón. Ha cambiado su atuendo, ahora es más jovial, un poco escotado, juvenil, y su peinado también es más relajado. Unos cuantos documentos de la junta anterior permanecen en el librero a la izquierda del ventanal. sara lee tranquilamente una revista de novias mientras bebe de un vaso. Eventualmente se levantará, revisará su peinado y maquillaje en el espejo y volverá a sentarse.
sara ¡Don Carlos!
don carlos se asoma por la puerta derecha.
don carlos Dígame señorita.
sara ¿Sabe dónde está mi hermana? Se está tardando mucho y le dije que le enseñaría los arreglos para la boda.
don carlos Está en su habitación señorita, ¿quiere que vaya a buscarla?
sara No, déjalo. Ya vendrá.
don carlos sale por la puerta derecha. sara, impaciente, se levanta, revisa su vestido, sus zapatos, vuelve a ir al espejo y ve de nuevo su maquillaje, se le nota nerviosa. julia entra por la puerta derecha.
julia Ya estoy aquí Sara.
sara Hermana, te estoy esperando.
julia Perdón, quería descansar un poco.
sara Ya tendrás tiempo, te vas a quedar tres semanas, ¿no?
julia Si, así es.
sara Que bueno, tienes que estar aquí mucho tiempo. Imagina cómo va a estar madre cuando yo me vaya.
julia Va a estar bien. Y tampoco te vas a ir muy lejos, la casa que Esteban compró está a cinco minutos caminando.
sara Pues sí, pero no es lo mismo. Pero mira, mira que arreglos tan hermosos. (Le muestra la revista.)
julia ¿Son para la recepción?
sara Si.
julia Están hermosos Sara. Te vas a ver preciosa con todo esto enmarcándote.
sara Yo sólo quiero que la gente recuerde este día con el mismo gusto que yo lo haré.
julia Vas a ver que si Sara, va a ser todo un éxito. ¿Esteban ya está listo?
sara Yo creo que sí, no lo he visto mucho últimamente. Me imagino que está nervioso y por eso está desaparecido.
julia Si, supongo.
sara toma de nuevo la revista y la sigue viendo, sentada en el sofá. julia se pasea por la habitación, nerviosa, quiere hablar pero no se atreve.
julia Sara.
sara Dime Julia.
julia ¿Tú eres feliz con Esteban?
sara Mucho.
julia ¿Y crees que así será siempre?
sara Pues, no tiene por qué cambiar.
julia Lo digo porque… bueno, tal vez hay cosas que no sabes de Esteban.
sara Julia, siempre va a haber cosas que no sepamos de nuestros maridos. Tu Jorge debe tener sus pequeños secretos escondidos.
julia Puede ser. Pero, mira Sara… hay algo sobre Esteban que debes saber.
sara Si vas a venir a hablarme de chismes y habladurías, no tengo deseos de escucharte.
julia Sara, Esteban es homosexual.
sara (Cierra la revista violentamente, para calmarse y volver a adoptar la postura de mujer recatada.) Julia, que vulgar eres. ¿Cómo puedes decir algo así? Esteban es un hombre decente. (Vuelve a ver la revista.)
julia Sara… esto que te digo no es un chisme.
sara ¿De qué hablas? No me vas a decir que alguna de tus supuestas amigas te lo dijo, y tú te lo creíste. (Riendo, burlona.) Pero que tonta eres. ¿Cómo puedes creer los rumores de gente que sólo me tiene envidia?
julia Porque lo sé Sara, lo sé.
sara Pues no me imagino de donde puedes haber sacado esa información. Yo sé muy bien que Esteban no es un enfermo.
julia ¿Enfermo?
sara Ya sabes a que me refiero.
julia se hinca frente a sara, que sigue sentada en el sofá.
julia Sara, escúchame, no son rumores. No solamente es homosexual, sino que mantiene una relación con Juan Pablo.
sara (Muy seria.) No puedo creer lo que estás haciendo. No puedes permitir que sea feliz, ¿verdad? No eres capaz de ver como tu hermana tiene un buen matrimonio con un hombre honesto porque te da envidia.
julia ¿Envidia?
sara Claro, envidia. Como tu marido jamás ha hecho nada y siempre ha sido un don nadie…
julia Esto no tiene nada que ver con Jorge.
sara No, con Jorge no, pero si contigo. Te da envidia que yo si me voy a casar con un buen hombre que es exitoso y ahora hasta vas a hablar mal de Juan Pablo.
julia Sara, esto no es envidia, yo no tengo nada que envidiarte…
sara (Burlona.) No, claro que no, sólo que yo me voy a casar con el sucesor de mi padre, con el director de la compañía de la familia y voy a ser feliz, mientras que tú estás casada con un empleado cualquiera, que además ni siquiera puede venir a mi boda porque le tiene miedo a mi madre. Me das pena.
julia Sara, no te estoy mintiendo. Es algo que debes saber antes que cometas un error.
Se escucha un auto aproximándose.
sara Claro, para ti es un error, porque entonces no serás la mejor hija. No te bastó con humillarme mientras éramos niñas, con salirte con la tuya y tu capricho de casarte con ese bueno para nada, ahora tienes que arruinar mi boda. Sabes qué, mejor no hubieras venido.
sara se levanta sumamente enojada, con su revista en la mano y se dirige a la puerta derecha.
julia Sara, escúchame, no me dejes hablando sola.
De la puerta izquierda entra esteban, seguido de juan pablo.
esteban ¿Qué pasa? ¿Todo bien?
sara (Corre a abrazar a Esteban). ¡Esteban! (Lo besa). No es nada, es sólo que Julia no puede soportar que su hermana vaya a tener una vida feliz. Le carcome el alma ver a otros realizarse.
julia Sara, por favor, tenemos que hablar muy seriamente.
sara ¿Ah, sí? Pues habla.
julia Tiene que ser a solas.
sara Si no eres capaz de decirlo frente a todos entonces no me interesa escucharlo.
sara sale por la puerta derecha.
esteban Sara…
esteban sale tras sara. Silencio. juan pablo se dirige al librero y toma los documentos.
juan pablo Se me olvidaron estos documentos.
Silencio. juan pablo se dirige a la puerta izquierda pero se detiene.
juan pablo Julia, ¿sobre qué discutían?
Silencio.
juan pablo ¿Le dijiste?
julia Lo intenté, pero no me creyó.
juan pablo ¿Qué le dijiste?
julia De Esteban y tú.
juan pablo Es decir que no sabía.
julia No, no tenía idea.
juan pablo ¿Y sobre el acuerdo?
julia No me dio oportunidad.
Silencio.
julia Tiene que saberlo.
juan pablo Yo lo sé, se le dije a Esteban. Pero no debemos ser ni tú ni yo quienes le digamos. Creo que eso le corresponde a él.
julia No lo va a hacer. No le conviene.
juan pablo No, no le conviene. Si no se casa con Sara, el acuerdo no es válido. Y seguramente perderá su posición.
julia ¿Cómo pudieron mis padres hacer ese acuerdo con él?
juan pablo Supongo que era lo mejor, o así deben haberlo creído.
esteban entra por la puerta derecha.
esteban Está muy molesta, no me quiere decir por qué.
julia Tuvimos una discusión, nada más.
juan pablo Será mejor que me vaya, ya tengo los documentos.
esteban Si, vámonos.
julia No Esteban, tú quédate con Sara. Yo voy a acompañar a Juan Pablo, quiero platicar con él y si sigo aquí Sara no va a querer bajar.
juan pablo Nos vemos mañana, Esteban.
esteban Si, adiós.
julia Espero que Sara se tranquilice.
juan pablo y julia se van por la puerta izquierda. don carlos entra por la derecha.
don carlos Joven, ¿está todo bien? Escuché una discusión.
esteban Si, todo bien. Por favor pídale a Sara que baje, la señorita Julia ya se fue.
don carlos Enseguida señor.
don carlos sale por la puerta derecha. esteban se sienta en el sofá con la cabeza entre las manos, cansado. Después entra sara, aun molesta, y se sienta en el sofá con esteban.
sara ¿Julia se fue?
esteban (Levantando la cabeza, finge estar bien.) Si, se fue con Juan Pablo.
sara No puedo creerlo de ella.
esteban ¿Qué pasó exactamente?
sara Julia siempre fue la mejor hija, siempre destacando, siempre la más inteligente. Mi padre quería que se quedara con la compañía. Pero un día nos dijo que se quería casar con un el tipo ese. Mi madre se lo prohibió, mi padre se enojó mucho, pero no le importó. Yo le pedí que rectificara, que pensara en su futuro, todo lo que mis padres tenían pensado para ella, pero no le importó. Se casó con él, se fue, ya casi nunca viene. Y ahora esto. Es muy bajo.
esteban ¿Qué pasó?
sara Me dijo cosas horribles de ti, de ti y de Juan Pablo. Mentiras, todo para arruinarme la vida.
esteban se levanta, lentamente, se le nota preocupado.
esteban ¿Qué cosas?
sara No vale la pena ni repetirlo. Es una mentirosa.
esteban (Imperativo.) ¿Qué te dijo?
sara Me dijo que… que tú y Juan Pablo… eran unos… (comienza a sollozar) que tú y Juan Pablo eran unos invertidos.
esteban ¿Eso dijo?
sara Si, y que tenían una especie de… relación.
Silencio de esteban, que le da la espalda a sara.
sara ¿Esteban?
esteban Dime Sara.
sara ¿No vas a decir nada?
esteban No tengo nada que decir.
sara se levanta y encara a esteban.
sara Pero te está calumniando. Y a Juan Pablo.
Silencio.
esteban (Sin bajar la mirada.) No es calumnia, es cierto.
sara (Sentándose lentamente). ¿Qué?
esteban Es cierto lo que tu hermana dice.
sara ¿De qué estás hablando? ¿No me escuchaste?
esteban Claramente. Y es cierto. Tengo una relación con Juan Pablo. He tratado de buscar la forma de decírtelo todo este tiempo, pero no he sabido cómo.
sara ¿Eres… eres…?
esteban Soy homosexual.
sara Eres… eres… pero… eso ya quedó atrás. Estabas enfermo, pero ya no, ya no lo estás. Te vas a casar conmigo, eso quedó atrás, estabas confundido, no puede ser otra cosa.
Silencio.
sara Te vas a casar conmigo, ¿cierto?
esteban Sí, claro que sí.
sara (Sonriendo con dificultad). Bueno, entonces olvidamos todo este asunto tan penoso, no hablemos más de ello y… no hablemos de esto, mi madre jamás debe saberlo. No me dejaría casarme contigo.
esteban Tu madre lo sabe, y también lo sabía Don Manuel.
sara (Más relajada, casi bromeando.) Eso no puede ser Esteban, no seas absurdo.
esteban Sara, esto es más complicado de lo que crees.
sara No veo ninguna complicación, fue una etapa, la superaste, (lo abraza) ahora estás conmigo y todo va a ser como está planeado. Nos casaremos, no se hable más.
esteban No fue una etapa.
sara No me vas a decir que vas a seguir con esa conducta antinatural. Realmente no me interesa saber más de eso. Vas a ser mi esposo y hay cosas que nunca sabré de ti, no me preocupa.
esteban Sara, estoy tratando de razonar contigo…
sara No se hable más, ya es tarde, me iré a recostar, nos veremos mañana por la mañana. Por favor, si ves a mi hermana antes de irte, infórmale que no quiero hablar más del tema. (Se levanta, le da un beso a esteban y se dirige a la puerta derecha.)
esteban Sara.
sara Nos veremos mañana Esteban, buenas noches.
esteban (Enojado). ¡Sara!
sara voltea a ver a esteban, ríe y se dirige de nuevo a la puerta.
sara Ahora eres tú el que está mintiendo. Vaya una broma pesada.
esteban Mi relación con Juan Pablo no terminará, ni aunque me case contigo.
sara se detiene.
sara ¿Qué estás diciendo?
esteban Tengo que casarme contigo.
sara (Incrédula). ¿Tienes que?
esteban Se lo prometí a tu padre.
sara ¿Se lo prometiste?… (Ríe). Discúlpame, no entiendo.
esteban No hay vuelta atrás.
sara No puedes ser mi esposo mientras sigas con esas ideas tan equivocadas.
esteban No tienes derecho a decirme lo que puedo o no hacer.
sara (Molesta, casi agresiva). Estás enfermo.
esteban No, no estoy enfermo, y nunca he sido tan claro contigo como en este momento.
sara ¿De qué hablas? Estás mal, estás mal. Olvídate de mí.
esteban No Sara, eso no es posible.
sara Creo que sí es posible, estás con… con Juan Pablo ¿no? Pues les deseo mucha suerte, y espera a que mi madre lo sepa.
esteban Ella no va a oponerse.
sara No sólo estás enfermo, crees que todos los demás también lo estamos. Retírate por favor, no quiero verte más. ¡Don Carlos! ¡Don Carlos!
esteban Sara, tenemos que hablar de esto.
sara No tengo nada de qué hablar contigo, degenerado.
Entra don carlos.
don carlos Dígame señorita.
sara Por favor acompaña a Esteban a la puerta.
esteban Sara.
sara Buenas noches. (Sale.)
don carlos Joven…
esteban Si, disculpe.
Los dos salen por la puerta izquierda. Las luces van bajando lentamente para dar fin al acto.
Continuará.
***
Eduardo Celaya Díaz (Ciudad de México, 1984) es actor teatral, dramaturgo e historiador. Fundó el grupo de teatro independiente Un Perro Azul. Ha escrito varias piezas teatrales cortas, cuentos y ensayos históricos. Esta obra, Acuerdo prenupcial, cuyo texto se publica por primera vez en exclusiva para Tachas, se estrenó en marzo de 2015 en Apeiron Teatro; a la fecha ha tenido tres temporadas.