jueves. 18.04.2024
El Tiempo
Es lo Cotidiano

 El mítico comandante Fidel Castro

Juan Carlos López Espinoza

 El mítico comandante Fidel Castro

Cuando todos pensaban que nunca moriría, desde la noche del viernes se empieza a correr la voz que el comandante Fidel Castro fallecía en su casa de la Habana, país al que gobernó con mano férrea después de hacerse del control absoluto, al ir eliminando uno a uno a los compañeros de armas que se le opusieron a sus designios, aquellos barbudos que bajaron de la SIERRA MAESTRA, derrocaron a Fulgencio Batista arrebatándole su burdel favorito a los Estados Unidos que, una vez pasado el asombro, se volcaron en campañas de desprestigio, logrando llevar la paranoia al continente, y más cuando Cuba decide alinearse con el bloque soviético, que necesitaba un contrapeso, en espectro geopolítico de la época y el único que se lo podría proporcionar era Rusia.

Además era necesario cambiar la cultura para poder legitimarse, y el marxismo-leninismo le proporcionó los elementos ideológicos y culturales necesarios para la reproducción de la revolución, además de una labor de alfabetización y educación a todos los niveles, porque con la llegada de la Revolución emigraron los cerebros ya que el modelo socialista no permitía la libre empresa y solamente con la formación de recursos humanos se podría salir adelante.

Un aspecto poco conocido es que Fidel estudió en el colegio Belén de la Habana, a cargo de sacerdotes jesuitas, y posteriormente Derecho en la universidad de la Habana. Primero aprende el hilar fino, y el Derecho le da las herramientas para consolidar su revolución mediante la creación de un aparato ideológico jurídico.

Y luego viene el dilema: ¿qué hacer con el Che, que quería hacer llegar la revolución a toda América latina? Permitir que se embarque en su aventura de Bolivia, dejándolo a merced de la CIA y no aprobando junto con Rusia que el partido comunista de dicho país lo apoyara, hasta que lo mataran, y se vuelve el mártir y héroe de la revolución, quitándose Castro un peso de encima. Apoyó revoluciones en diversos países, causándole problemas porque cubano que capturaban, le mochaban las manos y lo devolvían, lo cual le causó problemas con el General Arnaldo Ochoa, el cual lo cuestionaba seriamente. Entonces Fidel lo acusó de narcotráfico y lo fusiló, y así por el estilo se fue deshaciendo de los opositores.

Para controlar a la población organiza los comités de barrio y así reparte las tarjetas de racionamiento, que sirven para acarrear gente a las manifestaciones, y de control político y de represión, todo esto copiado de La Unión Soviética. De hecho, formó los cuadros en este país y ha logrado sobrevivir, amen de un eficaz aparato de propaganda, apoyando la creación del bloque de los no alineados

Aprendió que la manera de mantener a raya a sus enemigos mortales era alborotando al mundo, generando simpatías en los países europeos a los que ha tocado sufrir la arrogancia de los norteamericanos, levantando la voz cuando es atacado por USA o sus aliados.

En cuanto a sus relaciones con nuestro país, desde un inicio despertó simpatías su movimiento, a tal grado que cuando los agentes del dictador Batista lo buscaban para matarlo, Fernando Gutiérrez barrios lo encarceló para ponerlo a salvo. Se le permitió zarpar desde Tuxpan para irse a iniciar la revolución, y en reciprocidad, cada que un movimiento mexicano buscaba apoyo en Cuba, ellos  lo delataban ante nuestro país. El caso más emblemático es el del subcomandante Marcos, quien había participado en las guerrillas de Nicaragua y San Salvador, y cuando va a Cuba es apoyado por niveles operativos y porque Castro se hizo de la vista gorda, logró arrancar su movimiento en la selva lacandona.

En cuanto a la situación económica, USA  impuso a Cuba un embargo comercial que ha sido en beneficio de los mismos gringos, porque venden de contrabando y más caro. La debacle vino cuando cae el bloque soviético y se le acaba el apoyo a Cuba, que antes enviaba azúcar y le daban hasta petróleo; sin embargo se encontró su tonto útil en Hugo Chávez y su revolución bolivariana, que no es más que un socialismo tropical, y a cambio de petróleo le pasaron los cubanos el colmillo de control total sobre la sociedad venezolana.

Desde mi óptica se presumen avances en medicina, bellas artes, ciencia, educación, etc., pero en mi humilde opinión les falta libertad, aunque parece que son felices. Ya se murió la generación que lo satanizó, salvo el exilio cubano en Miami y la izquierda en nuestro país.

En fin, esto es un ejemplo del agudo ingenio de un dictador que se supo mantener en el poder por 50 años, un típico ejemplo de los alumnos jesuitas. Además, otro jesuita tuvo mucho que ver en el restablecimiento de las relaciones con USA: el Papa Francisco, que hila fino.

[Ir a la portada de Tachas 181]